- Mira esta – dijo Roberto extendiendo a Laura una de las sentencias que habían impreso para poder analizarlas mejor. – Por lo que he entendido es un robo en una fuente de la Casa de Campo llamada Fuente de Neveros, la victima se salvó de la agresión porque apareció inesperadamente un individuo con extraña indumentaria que se acercó al ladrón y sin mediar palabra entre ellos, el caco huyó despavorido, aunque finalmente fue detenido - Pudiera ser la que buscamos ¿no crees?-
- Yo he encontrado otra que también me llama la atención, escucha – Un hombre paseando con su perro por el Puente de la Culebra, el perro se pone a ladrar aparentemente sin causa, el dueño se intranquiliza, porque no ve nada, solo empieza a oir unos ruidos extraños de fondo y de repente el perro se tira por el puente y según declaraciones del dueño, desaparece y no lo vuelve a encontrar -
-¿Qué delito hay ahí?- pregunta Roberto -
- Ninguno, es un proceso de incapacitación, parece que el dueño del perro se volvió loco tras el incidente. – respondió Laura.
-Podemos empezar por aquí- dijo Roberto poniéndose de pie – vamos a la Fuente de Neveros y al Puente de Culebra.
Cuando bajaban por la escalera, Chelo salió a su encuentro. –Señora, el señor ha vuelto a llamar, y no es que a mi me importe hablar con él, pero se le nota mu angustiao, quiere hablar con usté, ha llamao por lo menos veinte veces esta semana, dice que no le coje usté el movil –
Gracias Chelo, ya le llamaré, ahora voy a salir – respondió Laura cogiendo su bolso y abriendo la puerta.
Roberto la seguía a corta distancia y fue interceptado por Chelo que le dijo en voz baja – Como sa aproveche de ella yo misma le rebano el pescuezo -
Roberto abandonó la casa siguiendo con su mirada a la extremeña, intentando digerir sus palabras.
(Continuará)
-Podemos empezar por aquí- dijo Roberto poniéndose de pie – vamos a la Fuente de Neveros y al Puente de Culebra.
Cuando bajaban por la escalera, Chelo salió a su encuentro. –Señora, el señor ha vuelto a llamar, y no es que a mi me importe hablar con él, pero se le nota mu angustiao, quiere hablar con usté, ha llamao por lo menos veinte veces esta semana, dice que no le coje usté el movil –
Gracias Chelo, ya le llamaré, ahora voy a salir – respondió Laura cogiendo su bolso y abriendo la puerta.
Roberto la seguía a corta distancia y fue interceptado por Chelo que le dijo en voz baja – Como sa aproveche de ella yo misma le rebano el pescuezo -
Roberto abandonó la casa siguiendo con su mirada a la extremeña, intentando digerir sus palabras.
(Continuará)
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