NO ES EL HUEVO SINO EL FUERO


Me gustaría dar salida a esta rabia contenida que me rasca las entrañas y me recuerda lo mucho que me queda por recorrer en el camino hacia la paz interior.

Hubiera deseado que no me hubiera pasado, pero me ha tocado y ¿qué hago yo ahora con esto? Pues no se me ocurre otra cosa que intentar transformar mi furia en palabras y mi cólera en un sentimiento que pueda observar desde la distancia.

Atrás queda una cantidad ingente de trabajo, de reuniones interminables para meterme en la piel del litigio y conocerlo tan a fondo que no fuera posible el ataque del contrario por sorpresa. Horas y horas dedicadas a ellas y a debatir estrategias para asegurar los mejores resultados.

Su nivel de exigencia era muy alto, pero no alcanzaba al que yo me impongo en mi trabajo y finalmente los resultados del esfuerzo dieron sus mejores frutos. Les conseguí el sueño que perseguían, les traje en una bandeja la más absoluta victoria.

Y ahora que ya lo tienen todo, que han alcanzado el cielo, me discuten el precio de su triunfo, apelando a un supuesto malentendido e intentan imponerme el cómo, el cuando y el cuanto van a pagarme.

De una forma infame intentan arrebatarme lo que es mío, ahora que ya no me necesitan. La nausea se apodera de mi cuando pienso el tiempo y el esfuerzo que les he dedicado, me pongo mala sólo de pensarlo. Han conseguido además de retrasar el inicio de mis deseadas y necesitadas vacaciones, despertar en mí sentimientos de ira y cólera que creía superados.

Es la primera vez en veinticinco años de ejercicio que me veo obligada a presentar una jura de cuentas a un cliente ante los Tribunales porque no cumple con su parte del trato.

Es la primera vez en veinticinco años que cierro la puerta a unas personas con las que he convivido estrechamente durante meses, compartiendo sus miedos y sus anhelos, y les pido que no vuelvan a entrar nunca más.

No es una cuestión económica sino de dignidad personal y profesional.
No se trata del huevo sino del fuero.

3 comentarios:

Beatriz dijo...

Animo amiga, te comprendo muy bien, aún o mejor dicho ahora mas que nunca existen personas avariciosas y con nula moral que solo piensan en sacar provecho del esfuerzo ajeno ¿dormirán bien? a lo peor incluso sí.

Echo de menos el tiempo en el que un simple apreton de manos era suficiente para cerrar un trato y valia mas que cualquier documento.

Intenta aparcar el tema durante tus vacaciones, toma impulso y a la vuelta a por todas, se implacable con ellos.

Suerte!!, besos y felices vacaciones.

ESPERANZA dijo...

Gracias, Reina, me consta que sabes de lo que hablo. No se como esta gente es capaz de sostener su propia mirada en el espejo.Este tipo de personas me producen una absoluta repulsa y reconozco que despiertan lo peor que hay en mi.

Nos vemos el viernes.

Besos.

Pedro dijo...

Lamento lo sucedido, por desgracia siempre hay un 10% de la humanidad que no merece tener esa denominación, por tanto, nuestro desprecio y olvido.
Busca a alguien de tu equipo para cerrar el asunto, y no pierdas un milisegundo más, la mala leche solo sirve para agriarnos el carácter.
Coje esas merecidas vacaciones y difruta de lo más importante, tu familia y que les den.