Adiós 2012


pasotraspaso

Le abro la puerta para que salga mientras  le despido con una ligera inclinación de cabeza, no hay afecto solo respeto. No le puedo querer, no me trató bien, me ha asaltado en cada esquina zarandeándome y  poniendo a prueba mi equilibrio. Antes de que se vaya, le hago ver que sigo en pie.
Se pasó por cada uno de mis vasos echando la última gota y cruzó por mi casa como el elefante por la cacharrería. Todavía estoy recogiendo lo que se cayó, tirando lo que se rompió y buscando lo que se perdió.
El abuelo Marcos estaba en lo cierto cuando decía que no hay un bisiesto bueno.
Me asomo para  verle la pinta al 2013, es pronto para adivinar sus intenciones, pero nadie me puede quitar la esperanza de que traiga suerte, salud y prosperidad.

Nadie me puede quitar la fuerza de mi nombre.  

FELIZ NAVIDAD


Desde que comparto  el turrón  con las ausencias, la Navidad ya no sabe a mazapán ni  a felicidad.

La nostalgia se ceba con mi pandereta y se aliña de tristeza cuando se cruza con el mendigo del parque, con la mujer maltratada, con la familia desahuciada...

Mis amigos, con los que echo risas, abrazo lágrimas y dibujo proyectos, aparecen cuando menos lo espero y me animan a vestirme de fiesta, a cantarle a la vida y hacerle burla a la adversidad.

Mi familia me saca de la melancolía y me recuerda el sabor de una sonrisa, la magia de un abrazo y la fuerza que genera el sentirse querido.

Por eso, porque  todos y cada uno de vosotros  me habéis enseñado a sentir la alegría de esta viva... os deseo

¡¡FELIZ  NAVIDAD!!
  
    

UN CUENTO ANTES DEL FIN DEL MUNDO




Sacó una silla a la puerta de su casa y se sentó a esperar mientras pasaba  revista a su memoria. Había saldado todas sus cuentas pendientes en el último mes : confesó a  Nati que el difunto Manolo estaba loquito por sus huesos, pera ella nunca le permitió que la abandonara por su mejor amiga; subió a  casa de la vecina de arriba y cuando ésta le abrió la puerta le espeto: "No soporto ni tus tacones ni el claqueteo de tus zuecos... ¡Ah, se me olvidaba! tu marido te la pega con la del bajo mientras tú estás trabajando".

Se bebió varios lingotazos de vodka y se fue en busca de D. Ernesto, el párroco, por el que bebía los vientos hace mucho tiempo. El cura se resistió al principio, pero cuando ella empezó a hurgar bajo la sotana, se olvidó del celibato y ella casi perdió el sentido en varias ocasiones con sus embestidas.

Ahora a pocos segundos del fin del mundo, estaba contenta y entregada. Con la vista fija en el horizonte, esperó, pero solo llegó un golpe de viento con una lluvia de hojas secas que le bailaron por el pelo. Esperó toda la noche hasta que sus ojos luchaban por cerrarse y entonces se fue a la cama. Allí le esperaba Manolo, después de tanto tiempo había vuelto a casa.

LA AÑORANZA DE UNA DIVA


Luigi Ricca


El camión de la mudanza bajaba las últimas cajas cuando se acordó de la trampilla del armario. Allí estaba. Retiró suavemente la tapa de la vieja caja de zapatos, ensuciándose los dedos con el polvo del olvido: lo primero que vio fue  la rosa que Luisito dejó encima de su cama y después el viejo diario. Lo tomó entre sus manos y empezó a leer al azar mientras la encuadernación amenazaba con desintegrarse:

 "Hoy es Navidad y a mí me toca preparar la bandeja de los turrones. Papá me ayuda con el de Jijona que se me derrite entre los dedos.  Mamá me achucha y me da un beso cuando pasa a mi lado, mientras, el abuelo aprovecha el achuchón para comerse una figurita de mazapán de la bandeja. La abuela, como todos los años, me pide que le cante un villancico, dice que lo hago como los ángeles..."

-¿Alguna cosa más, señora?- pregunta el operario de la mudanza, sacándola de la lectura.

-Nada más. Esta caja viaja conmigo- responde ella

Echa un último vistazo a su alrededor y guarda ese diario escrito en la que fue su casa desde que nació hasta que a los dieciséis un cazatalentos descubrió su voz:  el orfanato.


Este relato es mi contribución al concurso de ENTC que en este mes de Diciembre trata sobre: Aquella Navidad de niño. 


MENCIÓN EN ESTA NOCHE TE CUENTO


Con este relato he resultado mencionada en el concurso de Noviembre de "Esta Noche Te Cuento" dedicado al fuego, que se está convirtiendo en un referente del microrrelato por reunir cada mes a muchos grandes del género. En esta ocasión, han  quedado finalistas amigos como Elena Casero, Javier Ximens y Fernando Martínez y comparto el banco de mencionados  con escritores de la talla de Xavier Blanco. 



OMNE TRINUM PERFECTUM

Nací un tres del tres, y me creí inmune a la desgracia, por eso  siempre he jugado con fuego: A los tres años me quemé los dedos intentando encender una cerilla; con trece empecé a chamuscar mi adolescencia en  una pandilla  que  saboreaba  la vida en pastillas y esnifaba las tres en raya. A los veintitrés ya había churruscado mi juventud con un malnacido que me saltó tres dientes por amor y al que abandonaba tantas veces como perdonaba. A los treinta y tres calciné el poco futuro que me quedaba entre el alcohol y la cárcel y ahora, recién cumplidos los cuarenta y tres,  aguardo  en una urna que alguien  esparza  mis cenizas. Han transcurrido tres meses, tres semanas y tres días y sigo aparcada al fondo de una estantería esperando que alguien me saque a tomar el aire.  Confié en la máxima de  que todo número tres es perfecto, pero olvidé su condición de  número primo.  

EL HOMBRE CANGREJO


Era la comidilla del  pueblo, no se hablaba de otra cosa en los corrillos de la plaza: lo había conseguido. Algunos presumían de conocerle y otros se pavoneaban de haber estrechado su mano. Era el primero de la especie  que no se arrastraba  por la tierra, el primero  que  dejaba de caminar hacia atrás.

Dicen que no paró hasta despegar su torso del suelo, después vinieron los intentos de saltar cada vez más alto, hasta que una noche  de otoño tomó  carrerilla, cogió impulso  y se lanzó  a  la busca de  su  estrella bajo el atento guiño de la luna.  Nunca más volvió. Casi todos pensaban que había sido tragado por un agujero negro y que lo tenía merecido por iluso y soñador, solo unos pocos sabían la verdad.

En las noches estrelladas aún se puede  ver su sonrisa de nácar  y sus paletas de cangrejo iluminadas como un árbol de navidad sobre el firmamento. 

LAS SEÑALES DEL CIELO



No quiere irse a la cama, esta noche no, se ha sentado en la puerta de casa para contemplar el cielo. Le tiemblan las comisuras de los labios que no se sostienen  por el peso de las penas. Sus ojos vidriosos están clavados en  esas tres estrellas que brillan por encima de las otras. Han vuelto.

La primera vez se llevaron a Andresillo, el más pequeño, que se ahogó en el pozo.  La segunda, no quiso mirarlas para ver si así pasaban de largo sin cobrar ningún tributo, pero Adela las vio, cogió la maleta y voló tras ellas. Aún, cada mañana, sale a otear el horizonte para ver si algún día la ve regresar entre las brumas y la niebla.

Sabe a qué han venido esta vez y está preparado. Se acurruca en su primer beso; en el olor de los prados recién segados; en los pajares, cómplices de tanta pasión furtiva; en la lumbre solitaria del hogar… Las mira un último instante y cierra los ojos. El cárabo entona un réquiem, las luciérnagas apagan sus luces y el viejo  bastón descansa a los pies de su memoria.  

LA COARTADA



-Ándate con ojo, zagal, que merodea el lobo– le advirtió el labriego señalando el rebaño de ovejas. Un brillo especial surgió en su mirada; entre balidos y confusión cayó la primera;  excitado por el olor de la sangre, vino la segunda, las demás fueron pan comido. A lo lejos, el lobo asustado contemplaba la escena detras de un árbol.


DESCANSO HELÉNICO


“Primeros cruceristas” nos denominó la atenta señorita de la Agencia de Viajes que nos vendió el paquete vacacional y que dejó de ser amable una vez hubo consumado la operación.
Esta vez, tocaba crucero, mis hijos se  habían salido con la suya gracias a su persistencia y a nuestra flaqueante resistencia.
Volamos una mañana de lunes de Madrid a Bolonia y de allí nos trasladaron a Ravenna donde embarcamos en un buque de bandera maltesa con doce cubiertas, 720 camarotes, bares, restaurantes, casino y tantos servicios volcados en conseguir la diversión a toda costa que, solo me hizo falta asistir al espectáculo de la primera noche, de humor soez y escatológico,  para tomar la firme decisión de no participar en la vida social de aquel barco que me evocaba la serie televisiva de “Vacaciones en el mar”.

La primera parada: Venecia. La ciudad de los suspiros, de los canales y de las máscaras se mostraba tan bella como siempre, a pesar de la mañana nublada y la plaza de San Marcos inundada. En una ciudad donde  el poder de su historia y sus leyendas conviven con el amenazante anhelo del agua de engullir su memoria, todo cobra un tinte de efímera eternidad.
Mientras me recreo en su seducción, veo como una señora sale de su casa saltando a la lancha por la ventana,  la puerta está anegada  por el agua.

La vuelta al barco es más llevadera cuando se vuelve impregnado de la magia de la basílica de San Marcos. No sé qué extraño poder tiene este templo de estilo bizantino que, cada vez que lo he tenido delante, me he preguntado:
 ¿Será verdad que Dios existe? quienes fueron capaces de construir tanta belleza han debido de tener línea directa con él.


La llegada a Croacia  supuso el encuentro con la frialdad eslava, desde la bella policía que chequeó nuestros pasaportes en la frontera, hasta el antipático taxista que nos llevó al centro de Dubrovnik, pasando por la estirada dependienta de la tienda que parecía hacernos un favor vendiéndonos una sudadera.

Menos mal que  la ciudad amurallada brilla por sí sola, como los adoquines de sus calles, que parecen recién pulidos; sus vertiginosas cuestas; sus estrechos callejones y el encanto de sus rincones ambientados por la cálida luz de sus farolas, hacen de esta ciudad justa portadora de la distinción de Patrimonio de la Humanidad. Tal distinción no le sirvió para librarse de ser uno de los escenarios más castigados de la cruenta guerra  con Serbia en 1991.
A pesar de que todo está en su sitio, que el reloj de la torre marca inexorablemente el paso de las horas  con una sola aguja y que no hay huella visible de la contienda, solo hace falta sentarse en alguna de sus escalinatas y  respirar la ciudad, para percibir el alma herida de Dubrovnik que tardará en curar tanto como nosotros en darnos cuenta de la absoluta inutilidad de las guerras.

De vuelta al barco, el pertinaz equipo de animación nos ofrecía  una noche inolvidable: “La noche del terror” para celebrar  Halloween.  Siguiendo mis firmes convicciones eremitas, decidí no participar en semejante mascarada, no sabía entonces que no iba a hacer falta disfrazarme para vivir una autentica noche de ánimas:
“Navegamos en condiciones adversas” nos advirtieron. Cruzando  aguas albanesas, sobrevino una tormenta. Me pilló en el camarote intentando conciliar el sueño, la puerta del armario se abrió inesperadamente y los cajones empezaron a salir uno a uno ellos solitos, para dos olas después volver a su sitio y repetir la operación una y cien veces a lo largo de la noche. Las gafas de Juan, que dormía plácidamente, se escurrieron por la mesa hasta el suelo y el camarote se iluminaba cada vez que un relámpago se empeñaba en medir su fuerza con el mar.
No recuerdo haber deseado nunca con tanta intensidad que amaneciera de una vez.

La llegada a Corfú me pilló durmiendo la resaca de la noche vivida y ya en tierra firme no me dio tiempo a explorar el Corfú de Gerard Durrell, me conformé con asomarme al de Sissi Emperatriz en su residencia de verano. Para las niñas veteranas que, como yo, crecieron con sus películas, he de susurrarles al oído que, en muchos de sus retratos, se adivinan recortes de un entrecejo poblado y una cintura imposible aún con corpiño ceñido, lo que me lleva a la conclusión de que el mito lo alimentó  el “photoshop” artesano de la época y lo remató  Romy Schneider.

Abandonamos Corfú con un séquito de mosquitos que a juzgar por el tamaño de las picaduras de mi hija Ana debían estar ávidos de sangre joven.  

Resulta difícil imaginar cómo se desarrollaron los primeros juegos olímpicos, visitando lo que queda de Olimpia, pero nosotros lo intentamos e incluso siguiendo la magnífica orientación de Antonio conseguimos ubicar el gimnasio, la palestra y el Estadio

Nos quedaba todavía lo mejor del viaje, Santorini y Mykonos. Siempre que me hablan maravillas  de un sitio, me decepciona cuando lo conozco, quizá porque mis expectativas suelen ser  muy elevadas, pero esta vez no ocurrió así.

Santorini es una isla de cuento, que se me antoja moldeada por Atlas, hijo de Poseidón, en sus  instantes de paz mientras soportaba bajo sus hombros la bóveda del cielo. La luz y el agua  se encargaron de  pintarla de azul y blanco y sus casitas sin esquinas y cúpulas redondeadas, con un entramado de laberínticas escaleras de peldaños amables,  obraron  el milagro de juntar el cielo y el mar.
 Eterna candidata a ser la mítica Atlantida vive entre Thira, su capital y Oia, el cofre de sus  atardeceres.  Paseamos la isla, degustamos su pescado, el queso feta y los yogures griegos. Después el grupo optó por bajar en burro hasta el puerto, mientras Antonio y yo lo hacíamos en funicular aplastados entre un grupo de franceses abducidos por una cantante que surgió de no se sabe dónde, que debía ser una diva a juzgar por cómo la recibieron y que se coló descaradamente para bajar la primera ante nuestra indignación y el babeo galo.

Nuestra penúltima parada fue Mikonos, a la que no se le puede negar su belleza, sus aguas cristalinas y sus callejuelas llenas de vida y marcha nocturna que no llegamos a probar porque nuestras obligaciones de embarcar a una hora, para tomar rumbo a Atenas, no nos lo permitieron. En petit comité confesaré que ni Juan ni yo, ni los amigos que nos acompañaban, Almudena y Antonio, hubiéramos participado de la movida nocturna,  aunque no existiera la excusa del embarque.


Atenas fue nuestro último destino, disponíamos de pocas horas para ella antes de coger el avión, así que en cuanto arribamos el puerto del Pireo, nos dirigimos a la Acrópolis. Desde allí contemplamos toda su área metropolitana extendida con el desorden contenido de los núcleos que crecen antes de que les regulen.

Esta anciana ciudad que, a pesar de sus años, nunca envejece, sigue bailando el sirtaki que inventó Zorba “El Griego” ante Frau Merkel  y  sigue estrellando los platos contra el suelo delante del Parlamento para demostrarles que sus demoledoras imposiciones podrán matar su bolsillo pero no su alegría. No en vano son la cuna de la democracia y hacen gala de ello.

La semana de crucero por las islas griegas duró, parafraseando a Sabina, lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rock, pero lo suficiente para descubrir nuestra pequeñez ante la inmensidad del mar y la belleza de unos lugares dignos de ser visitados y divulgados.

PRIMER PREMIO MINIFICCIONES 2012

A veces, la suerte llama a tu puerta,  te deja sobre  el felpudo un sueño y guiñándote un ojo se aleja sin decirte cuando volverá. Ser elegida ganadora entre los catorce relatos finalistas del año es un honor. Medir mis letras con escritores de la talla de Mar Horno, Akim, Sara Lew, Laura Garrido, Yolanda Nava..., un orgullo. Seguir escribiendo... una ilusión. 

Gracias a todos los que me  leéis, porque sin vosotros el sueño nunca se hubiera convertido en realidad.





.EL FUGITIVO



Logra introducirse durante unos minutos en su casa,  busca en la oscuridad y alcanza jadeante el dormitorio,  los haces de la luna se abren paso entre los huecos de la persiana iluminando su silueta, ella duerme, él se acerca, la besa lentamente en los labios,  se aferra a ellos hasta que oye un pelotón  de botas atravesando la noche,  acaricia  su cuello y aspira su aroma, le susurra al oído un “te quiero” y se marcha presuroso esperando  alcanzar el bosque antes de que los soldados le alcancen a él. Los perros le ladran los talones mientras  las lechuzas corean el réquiem de  su huida en la noche más negra.  



INDISCRECIÓN


No hace falta ser golosa para  descubrir el dulce sabor de un plato de nubes, basta con tener  el paladar afinado, como está el mío  tras escuchar la nana de colores naranjas y azules que ayer el horizonte le cantaba a la tarde para que se durmiera.

Tanto respiré los colores de su canción que  los absorbí  por todos mis poros, yo me quedé con la luz y fuera se hizo de noche.

Nadie lo hubiera notado si esa lagrima indiscreta no hubiera gritado a los cuatro vientos lo que había  hecho, pero  pagó un alto precio por ello: se escurrió por mi mejilla, cayó al mar y fue convertida en una simple gota de agua salada.  Es lo que tiene no saber guardar un secreto.


(Escrito en el avión que me devolvió a Madrid evocando el instante  mágico del atardecer en Santorini) 




MENÚ DEL DÍA




De la rutina insípida de su oficina discurre la cena: sopa de primero salpimentada por la ineptitud del jefe; de segundo plato, un revuelto de champiñones con cierre de empresa, servido con  guarnición de patatas  sin un duro y de postre la pobre chica de recepción, que no tiene donde caerse muerta.  No toma café,  últimamente le quita el sueño, igual que a mí  esos restos de carmín de su cuello que ya ni se molesta en borrar.

(Esta fue una de mis propuesta para ReC esta semana, con la frase de partida "De la rutina insípida de su oficina..." )  

CYBERBABY




De corazón y científicamente, me da igual cómo lo mires, pero la respuesta sigue siendo no. Compréndelo, no puedo aparearme con una máquina y engendrar un humanoide, pondría  en peligro a mi especie. Además, me da no sé qué retozar con un software con cuerpo de aluminio y eso que …¡vaya piernas!

¡Qué no! ¡Qué no! entiéndelo, yo quiero un hijo de carne y hueso que cuando se haga una herida le salga sangre y no chispas.

¡Qué senos tan turgentes! En fin, todo sea por la evolución tecnológica de nuestra galaxia,  pero…  ¡la guarda y custodia te la quedas tú! 

MIS PRIMEROS VERSOS



Nunca me atreví con la poesía, siempre me parecieron palabras mayores, pero anoche estaba dispuesta a ponerme el mundo por montera y escribí mis primeros versos:

Un poema de amor, una pasión delirante, un éxtasis rayano al desmayo, una promesa de eternidad y la muerte de ella cuando se le quebró el corazón al no resistir tanta grandeza.

Esta mañana al levantarme me encontré unas gotas de tinta roja en el suelo, seguí su rastro y me llevó hasta mis versos.

Allí estaba él, estrujando entre sus manos mis palabras, disparándome su odio,  escupiéndome sus reproches. Le pedí perdón, le prometí que cambiaría el final, pero no sirvió de nada, él ya tenía decidido mi castigo: de ahora en adelante todas mis palabras tendrían el color de la sangre y mis historias, el sabor del duelo.

MALOS TIEMPOS




Hace ya dos otoños que cuando tocan las campanas, no vamos a misa sino a la huerta y nos reunimos alrededor de los pocos frutales que nos quedan, para ver si nos dan algo más que  disgustos.

Los más optimistas piensan que el verano ha venido muy raro y todavía tiene que brotar algún fruto. Los demás sabemos que no habrá más cosecha que la que vemos. Pasamos el tiempo  intentando recordar el sabor de una manzana, o hincando los dientes  de nuestra ilusión en esa pera que se nos hacía agua en la boca. Luego  volvemos a casa resignados,  compartiendo  un sobre de gelatina con sabor a tutti frutti  para saciar nuestra sed y calmar nuestra memoria.

Dicen que  la tierra nos ha retirado sus favores y que  de los árboles solo brotarán transgénicos de plexiglás con fecha de caducidad. Lo peor es que ya no somos capaces de  evocar el olor de la fruta madura. 

ENTREVISTA DE BLOGS MADE IN SPAIN


Blogs made in spain  es una interesante página dedicada a diseñar blogs y proporcionar herramientas y consejos para su uso. Ellos son los responsables del diseño de mi casa virtual y ahora acaban de iniciar una sección de entrevistas a bloggeros y han tenido la gentileza de acordarse de mí. 

Gracias, Antonio. 


Entrevista a Esperanza Temprano: La palabra que nace del corazón


Desde el año 2008 deleita a sus visitas con hermosos escritos llenos de sensibilidad y espontaneidad. En su blog te invita a entrar y compartir una sonrisa, abrazar una lágrima, saborear un pensamiento, jugar con la ironía, celebrar que estamos vivos y dispuestos a contarlo.

Cuenta con numerosos premios y menciones en concursos literarios por sus microrrelatos.

¿Desde qué país y ciudad posteas?
Desde Madrid, España.

¿Cómo y cuando fueron tus inicios en el mundo de los blogs?
En septiembre de 2008 inicié mi andadura en el mundo bloguero, creando un espacio para escribir y una ventana abierta para aquellos que desearan asomarse a mis letras. Nunca pensé que me diera la oportunidad de conocer gente tan interesante como la que me he ido encontrando.

¿Conservas y actualizas aún el primer blog que creaste?
Sí, “Quisiera contarte” fue mi primer blog y sigue creciendo junto con mis relatos y mis lectores.

¿Cuántos blogs tienes en la actualidad? ¿Cuáles son?
Aunque tengo dos, realmente, a todos los efectos, solo cuento uno. Al poco tiempo de crear “Quisiera contarte” me fabriqué “El laboratorio de mi blog” con la intención de hacer experimentos y coger soltura en el manejo bloguero sin miedo de cargarme nada. En cuanto cogí confianza, dejé de utilizarlo, creo que la última entrada se remonta a 2009.

¿Qué tiempo semanal estimas que le dedicas a tus blogs?
Normalmente le dedico un rato todas las noches, depende de mi inspiración y del sueño que tenga el que esté media hora, una hora o dos.

¿Tienen las temáticas de tus blogs más que ver con tu profesión o con tus hobbies?
Pues depende. Yo soy abogado y tengo un apartado en mi blog “la percha de mi toga” dedicado a poner un poco de literatura a la profesión.
Yo escribo como trabajo y como hobby, ambas cosas. Como cuento en mi blog: “La palabra siempre ha estado conmigo, de día vestida con el corsé de la solemnidad, de la mesura y de la precisión y de noche seductora, libre y espontanea. De día hablo y escribo para ganarme la vida, de noche retozo con ella para ahuyentar el miedo a perder lo que no tengo: la eternidad.”

¿Qué es lo mejor y peor de bloguear?
Lo mejor: Te permite crear tu propio espacio y dedicarlo a lo que tú quieras. También te brinda la oportunidad de asomarte a espacios ajenos y encontrar auténticas joyas.
Lo peor: que crea adicción.

¿Tienes blogs en varios servicios diferentes? ¿Qué plataforma prefieres?
Solo en Blogger.

¿Has tenido alguna vez problemas por alguno de tus blogs?
No, nunca, toco madera.

OTRA VEZ FINALISTA

A los chicos de Radio Castellón les debo haber caído en gracia: por segunda semana consecutiva quedo finalista en el Concurso de Microrrelatos semanal que organizan, solo que esta vez tengo el honor de compartir podium con mi amigo  Nicolás Jarque.

Espero que os guste, en cuanto pueda colgaré el audio del programa por si lo queréis escuchar.



PLANES TRUNCADOS

Todo estaba dispuesto para vivir una noche inolvidable, no faltaba ningún detalle:   la luz de las velas,   la mágica melodía  de un violín,  la  rosa roja sobre su plato, las burbujas del cava inquietas esperando el encuentro…  en  ese instante llegó ella:

-Pe..pero ¿no te habías ido a ver a tu madre al pueblo?

                                                      AUDIO DEL CONCURSO

FINALISTA EN RADIO CASTELLON



Esto si que ha sido una sorpresa. La primera vez que me presento al concurso de Microrrelatos de Radio Castellón y ¡¡¡quedo finalista!!! . Esta distinción ha venido en el mejor momento, me ha sentado bien, muy bien. Primero viene el relato y luego tenéis el enlace del audio del programa Hoy por hoy. Lo podéis escuchar en el minuto 04:48. Espero que os guste.



ESPEJITO, ESPEJITO

No me había dado cuenta de su ridícula actitud  hasta que mi primer novio la conoció:

- ¿Seguro que es tu madre y no la madrastra de Blancanieves?- preguntó.

 Hasta entonces creía que lo normal era que ella se comprara los mejores vestidos, llevara valiosas joyas y yo contara cada noche el dinero que quedaba para ver si podía  comprarme una camiseta.  

Tardé en darme cuenta, pero ahora ya lo tengo claro. Cada noche cuando arropo a mi hija  le pregunto:

-¿Quién es la más guapa del mundo? -   y no le doy un beso hasta que contesta:

 -Tú, mamá, tú-

LA CHARCA DE LAS RANAS


Allí me encontrareis chapoteando con mi primer ranorrelato, en el reino de Puck, un lugar mágico donde su reina desenrolla la alfombra roja a tus pies, te regala la mejor de sus sonrisas y te invita a contar la historia de cualquiera de sus habitantes, las ranas. 

Espero ser digna ranacronista de este rincón. Aquí os dejo el enlace para que chapoteéis conmigo  http://charcaderanas.blogspot.com.es/2012/09/rasgos-de-familia-esperanza-temprano.html

  

LAS ÚLTIMAS FLORES

Santiagus

La puerta de entrada cedió tras una pequeña melodía de bienvenida  y atravesé el jardín custodiada por hortensias y rosales perfectamente ordenados en sus porciones de césped.

El edificio se alzaba funcional y digno en un hueco olvidado entre   las torres de viviendas repletas de risas de niños, planes de futuro   de jóvenes y  sueños de adolescentes.

Todo estaba en su sitio, el jarrón de la entrada, los sofás del recibidor, las revistas dispuestas para matar el tiempo, como si no estuviera ya muerto. Todo en orden, hasta los ancianos, alineados  en sus sillas de ruedas, como un ejército sedente, como un batallón silente. 

La busco en esta gélida armonía y la adivino al final de la sala, sentada sobre sus cenizas,  perdida sin saberlo, convertida en sonrisas  sin memoria, preguntas sin respuestas, silencios llenos de olvido atemorizados por el grito desgarrador que proviene de la silla del fondo.

- Doña Luisa, no asuste usted – le reprocha la auxiliar a la que parece ejercer de  espantadora oficial.

La tarde huele a lejía y sabe a  nostalgia, en el aire flotan las palabras que quedaron por decir, los reproches del ayer y la ternura que caducó sin estrenarse. Me devuelve al ahora una  anciana que me toma del brazo por sorpresa:

 - Que si usted no lo quiere, me lo da a mí, que yo me lo quedo – acierta a decirme antes de que se la lleven.

Me despido de ella en el jardín, entre las plantas aromáticas, rozando su nariz con el olor de la flor de la lavanda atrapado entre mis dedos. Me alejo hacia la verja de la residencia y la adivino a mis espaldas respirando las fragancias que orea el viento, confiada en que le devuelva sus recuerdos. 

METRO DE MADRID




Yo que pensé que era la única y hoy me entero que también le han quitado el cubo a la Paca, dicen los jefes que no nos hacen falta, que nos apañemos con las fregonas y cuando haya que aclararlas que vayamos  a la escalera y las remojemos un poquito en el agua de los cubos, que lo primero es recoger las goteras para evitar resbalones.

Ayer cuando fui a mojar la fregona me encontré el cubo seco, dentro había una tarjeta del paro, la gorra de un mendigo y una carta de despido que aterrizó allí planeando como un avión.  Dice el jefe de estación que él ya lo veía venir, que el asfalto siempre suda lo que se cuece encima. 

Ya no recogemos  agua desde hace días, ahora  solo caen cascos de mineros, pagas extras de funcionarios y  algún que otro plato roto de comedores sociales, pero tenemos orden de vaciar los cubos y volverlos a poner en las escaleras porque dicen que lo que está cayendo  crea más alarma entre la población que un simple resbalón.  Parece que toda la culpa es de la prima de riesgo, y es que, como dice el tío Ruperto, ya no te puedes fiar ni de la familia.   

(Esta fue mi apuesta en el Concurso a partir de una imagen del mes de julio organizado por Triple C) 


VICTORIA TRIGO BELLO

Me gusta hablar de mis amigos, por eso tienen su propio rincón en mi casa. Siempre me aportan algo nuevo y valioso: un abrazo, una canción, una sonrisa, un hombro para llorar o incluso un cuento como el que ahora os presento.

A Victoria Trigo no le hace falta presentación, ya tiene su sitio de honor en el mundo del microrrelato, del cuento y de la poesía. Se atreve con todo porque puede con todo. Maneja el lenguaje con gran maestría para  hacerlo bailar al son de los sentimientos. Sus historias nunca pasan desapercibidas. Tuve la suerte de compartir pupitre con ella y con Elena Casero en la Escuela de Escritores y formamos entonces un trío literario bien avenido que aún perdura. 

Os dejo en inmejorable compañía.

 ¡Que disfrutéis! 


Dibujo: Mateo Tarengui

HISTORIAS DE TROMPÍN
Publicado en Heraldo de Aragón el martes 21 de agosto de 2012
Victoria Trigo Bello

Yo repelía la comida como si estuviera electrizada. Mi padre se enfadaba y me decía que iba a venir aquel médico cuyas puntas de bigote anunciaban el dolor de las inyecciones. Tú, con paciencia sin reloj, cuando me ponía más impertinente -el babero ya se habría comido la mitad del puré-, me contabas historias de Trompín, el elefante de calcomanía de la baldosa, el de la trompa cortita, como tu dedo meñique triturado en la máquina de coser cuando trabajabas en casa de doña Leo.
Trompín estaba en el río. Sí, en un río como el del pueblo. Y cucharada. Trompín se iba con sus amigos. ¡Claro que tiene amigos…! Otra más. Mi padre protestando. Mejor una zurra que tanta pamplina. Tú, como si no le oyeras, volvías a marear mi puré con la cuchara, llevándote un poco a los labios para soplar –aunque aquello estaría ya casi helado-, o más bien para añadir mimos a aquella mezcla de verduras, jarrete y amor. Trompín va en un tren. Y cucharada. Porque Trompín va a actuar en un circo. Otra más. En un circo muy grande.
            Más de medio siglo después seguimos igual. Tu meñique atormentado. El puré en el plato. La cuchara enfrentándose a una boca cerrada y Trompín como mediador. ¿Te acuerdas del elefantito…?
Ahora vendrá la enfermera. Voy de tarde y comes tan despacio –lo de comer es un decir…- que no puedo esperar a que termines. No llores mujer, que luego volveré. Te doy un beso, me miras con lágrimas secas y te giras hacia la pared encogiéndote como una oruga para retornar a tu posición fetal.
Si doña Leo te hubiera arreglado los papeles, cobrarías algo. Pero esa bruja sabía más de costura que de legalidades. Cuando la máquina se cebó en tu dedo, te arrancó la aguja y la uña y calló tu grito amenazando despedirte por haber manchado de sangre la blusa que una señorona iba a estrenar en la jura de bandera de su hijo. Aquello se zanjó con una semana de sueldo más el descuento de los dos días que faltaste al trabajo. ¡Y aún le estabas agradecida por los botones imitación de azabache que te regaló para tu vestido de novia pobre…!
El ascensor abre sus puertas y me incorporo al silencio colectivo. Salgo del edificio y me asalta una angustia más allá de la individual. Es la certeza de que mientras te hundes en la niebla, la humanidad se resigna un poco más a privar de nombre a sus elefantes.

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Victoria ha atendido a nuestras sugerencias y ha iniciado un proyecto de blog. Tomad nota:  
http://lasdoscarasdelfolio.blogspot.com.es/

NOCHE SIN ESTRELLAS

- ¿Qué pone aqui?
- G..A..T..O
- ¿y aquí?
    - 8
    - Muy bien.
    - Estrellas – dice girando la cabeza hacia la ventana.
      - No, cariño, son las luces de las calles de Madrid – le respondo.
    - Cariño – repite ella.

   No conocía el eco de esta  palabra en su boca. Aún conmovida,  le acaricio la cara con el dorso de mi mano y creo ver en su rostro  una ternura que me sobrecoge. 

-  - Te quiero, mamá – le confieso tímidamente.

- G…A…T…O  - me responde ella clavando su mirada perdida en mis  ojos vidriosos.