Seguía
atrapado allí dentro, en
la cueva de los duendes. Ya olía a tierra mojada como ellos, y le
empezaban a picar las orejas, tal vez porque se estaban volviendo tan
puntiagudas
como las de los pequeños hombrecitos que se habían empeñado en
convertirle en árbol. No quería mirarse para
no ver esas pequeñas raíces
que le asomaban por las plantas de
los
pies y
quería creer que las hojas que le brotaban
por los codos eran fruto de alguna alergia. Cuando
se emocionó ante la sonrisa y aleteo de un hada y sus ojos
derramaron
savia ya
no hubo duda.
(Nuevo intento fallido de ReC con la frase de inicio "Seguía atrapado allí dentro". Seguiremos intentándolo)