Intercambio
Me
he apuntado a un programa de intercambio cultural y desde Minnesota
ha venido a vivir conmigo un sioux. Mi apartamento no da para más y
se ha instalado en el baño, ha vaciado todos los tiestos y ha
extendido la tierra por el suelo, allí duerme. También ha abierto
la jaula del canario y lo ha echado a volar por la ventana. Desde que
está conmigo, me resulta difícil sentarme ante el televisor a ver
una película de indios y americanos, porque me dirige profundas
miradas de reproche y se me acaban atragantando las palomitas. Cuando
hay luna llena sale a cantarle y danzarle al jardín, y se ha
convertido en el centro de atención del vecindario, hasta tal punto
que, desde la semana pasada, se forman colas de gente en la calle que
terminan en mi apartamento, al principio venían a hacerse una foto
con él, pero han descubierto que es un hombre sabio y ahora vienen a
consultarle sobre sus problemas. Dentro de una semana me iré con él
a Shakopee, no sé lo que pasará cuando descubra que no tengo nada
que enseñarle.
(Con este relato me hice con el segundo puesto del Concurso promovido por David Moreno. Gracias a todos los que lo habeis votado y a los que lo habéis leído y gracias a David por promover y organizar el concurso.)