EL SUSURRO DEL DUENDE (45ª entrega)



-¿Tenemos algo que celebrar?- preguntó Laura al tiempo que Roberto le invitaba a sentarse.

-Que estamos vivos y que nos damos cuenta ¿te parece poco? Disfrutemos del momento antes de que desaparezca –

Laura le seguía con la mirada, la presencia de Roberto le reconfortaba, le daba la fuerza que necesitaba para encarar cada nuevo día desde la desaparición de Diana. Se sentía fuertemente atraída por él, aunque no quisiera reconocerlo. Roberto encarnaba todo aquello que siempre había buscado en un hombre.

Durante la suculenta cena, Laura le relató lo que Javier Vielva le había contado, y le planteó sus dudas sobre la conveniencia de seguirle el juego al duende. si realmente Arturo Hidalgo era el máximo sospechoso, tal vez lo demás era una pérdida de tiempo.

Roberto no lo creía así, estaba convencido de la existencia del duende y de su implicación en la desaparición de Diana. Le comunicó a Laura que incluso ya había estado trabajando sobre la segunda pista y que creía tener algunas respuestas. Intentó, no obstante, en el curso de la conversación, encajar a Arturo Hidalgo dentro del rompecabezas, pero no lo consiguió.

Tras saborear unos platos exquisitamente elaborados y beber un espléndido vino de reserva, a los postres, se respiraba entre ambos un clima intimista proclive a la confidencia.

-Tengo que preguntarte algo, lo que no sé si querrás contestarme - dijo Laura con un tono de timidez en su voz. –

-Adelante, inténtalo –

-La otra noche.......... me confesaste que siempre me habías amado en silencio y entendí........ que decías que ahora que nada impedía estar juntos, no querías ocupar un sitio en mi vida. ¿Es así? -

Roberto la observaba en silencio con absoluta ternura, mientras saboreaba el mousse de chocolate que él mismo había preparado.

-¿No vas a contestarme? –

-Si, claro que te voy a contestar. No, no dije exactamente eso. Lo que dije es que no había venido a ocupar el puesto que Luis dejó, que había venido a ayudar a una amiga del alma. Quería transmitirte que sólo había venido para ayudarte no para amarte...... bueno, tampoco es exactamente eso........no quería que pensaras que mi objetivo principal era instalarme en tu vida. Es confuso, lo sé...... pero yo también estoy confundido....... tu presencia........ me nubla la razón........ no se como explicarlo.......el caso es que......... ¡vamos, que estoy loco por ti!- Roberto bebió un largo trago de vino y esperó la reacción de Laura.

Laura permaneció en silencio, mirándole a los ojos con dulzura.

-¿No vas a decir nada? –

-Que estoy encantada de que estés aquí conmigo – respondió Laura levantándose de la mesa – perdóname pero tengo que ir al baño, ahora vengo.

Decidió subir al baño de su dormitorio, estaba nerviosa, necesitaba pensar, acicalarse un poco, no le había dado una respuesta muy valiente, más bien había contestado de forma diplomática, se sentía una tonta, ¿por qué había contestado eso? . Tras unos instantes, decidió bajar y confesarle a Roberto que ella también le amaba.

No hizo falta, cuando abrió la puerta, se encontró con él apoyado en el marco, esperándola, sonriéndola. El la tomó por la cintura y la besó, sintió como le desabrochaba los botones de su blusa y ella empezó a desnudarle a él.

Se perdieron el uno en el otro, descubriendo cada centímetro de su piel, cada sobresalto de placer, saboreando las mieles ocultas durante tanto tiempo soñadas. Como parte de un ritual sus cuerpos se acariciaban, se abrazaban, se respiraban. Sus miradas se encontraban y expresaban el deseo tantas veces contenido y la pasión inevitablemente desbordada.

No existía nada más. El en ella y ella en él, en perfecta comunión, convertidos en un solo cuerpo, transformados en un único ser, abandonados al misterio del goce. Laura sintió una ola de placer naciendo entre sus piernas que la hizo vibrar involuntariamente, y por unos instantes se abandonó al éxtasis, cerrando los ojos para atrapar la magia del momento.

Cuando volvió a abrirlos, Roberto descansaba a su lado, mirándola con ternura, recreando los intensos momentos vividos y amándola con la intensa luz de su mirada. Laura se acurrucó sobre el hombro de Roberto que la abrazaba por la cintura, y con la calma que destilaban sus cuerpos, se quedaron dormidos.

(Continuará)

NO ES EL HUEVO SINO EL FUERO


Me gustaría dar salida a esta rabia contenida que me rasca las entrañas y me recuerda lo mucho que me queda por recorrer en el camino hacia la paz interior.

Hubiera deseado que no me hubiera pasado, pero me ha tocado y ¿qué hago yo ahora con esto? Pues no se me ocurre otra cosa que intentar transformar mi furia en palabras y mi cólera en un sentimiento que pueda observar desde la distancia.

Atrás queda una cantidad ingente de trabajo, de reuniones interminables para meterme en la piel del litigio y conocerlo tan a fondo que no fuera posible el ataque del contrario por sorpresa. Horas y horas dedicadas a ellas y a debatir estrategias para asegurar los mejores resultados.

Su nivel de exigencia era muy alto, pero no alcanzaba al que yo me impongo en mi trabajo y finalmente los resultados del esfuerzo dieron sus mejores frutos. Les conseguí el sueño que perseguían, les traje en una bandeja la más absoluta victoria.

Y ahora que ya lo tienen todo, que han alcanzado el cielo, me discuten el precio de su triunfo, apelando a un supuesto malentendido e intentan imponerme el cómo, el cuando y el cuanto van a pagarme.

De una forma infame intentan arrebatarme lo que es mío, ahora que ya no me necesitan. La nausea se apodera de mi cuando pienso el tiempo y el esfuerzo que les he dedicado, me pongo mala sólo de pensarlo. Han conseguido además de retrasar el inicio de mis deseadas y necesitadas vacaciones, despertar en mí sentimientos de ira y cólera que creía superados.

Es la primera vez en veinticinco años de ejercicio que me veo obligada a presentar una jura de cuentas a un cliente ante los Tribunales porque no cumple con su parte del trato.

Es la primera vez en veinticinco años que cierro la puerta a unas personas con las que he convivido estrechamente durante meses, compartiendo sus miedos y sus anhelos, y les pido que no vuelvan a entrar nunca más.

No es una cuestión económica sino de dignidad personal y profesional.
No se trata del huevo sino del fuero.

EL SUSURRO DEL DUENDE (44ª entrega)

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Había quedado con Roberto para cenar. Estaba deseando verle para comentarle la visita de Javier Vielva, y las novedades que éste le había desvelado que podían cambiar el rumbo de los acontecimientos. Ella había reservado en un conocido restaurante detrás de Las Cortes, pero él le había propuesto preparar la cena en casa, si ella le cedía su cocina y convencía a Chelo de que le dejara vía libre.

Laura llamó a Chelo para darle la tarde libre, pero la extremeña no lo tomó como una concesión –pa que quiero la tarde libre si no tengo na que hacer -. Tras varios intentos frustrados, optó por decirle la verdad, con la consiguiente resistencia de Chelo

- ¿Que va a veni ese a trastear por mi cocina? Mire señora, dirá que meto las narices donde no me llaman, pero ¿uste está segura de que ese es trigo limpio?. -

A Laura le incomodó la pregunta y los modos, no obstante, le intentó contestar con una amabilidad que finalmente salió forzada y una cierta frialdad que no pudo ocultar:

-Roberto es un amigo de la infancia, le conozco como la palma de mi mano, me esta ayudando mucho y lamento que no le guste, pero, efectivamente, no es asunto suyo. El llegará sobre las seis, le indica por favor como funciona la cocina y el horno y se retira, aproveche la tarde para descansar en su casa, le vendrá bien-

Eran las seis y cuarto cuando Roberto llamaba a la puerta cargado de bolsas con las materias primas necesarias para la cena. Chelo le hizo esperar un rato tras la puerta hasta que se dignó a abrir. Ni siquiera le invitó a entrar, le dejó la puerta abierta mientras ella se ponía su chaqueta y cogía el bolso para marcharse.

La asistenta salía ya por la puerta mascullando una palabra de despedida cuando Roberto la tomó del brazo:

- ¿Por qué me tiene tanta mania? ¿qué le he hecho yo? ¿la he molestado en algo? si es así le pido disculpas, pero no entiendo su actitud. No estoy aquí para hacer daño a Laura sino para ayudarla ¿qué hay de malo en ello? ¿qué le incomoda tanto?-

Chelo respondió con la mirada encendida por la ira, zafándose de la mano que la sujetaba:

- Uste es un vivo, a la chita callando se va metiendo poco a poco, claro, como el señor sa ido al extranjero.......... y como la señora está atontá, que no es ni su sombra.........pues todo el monte es orégano ¿a que si? Pues sepa uste que no le pierdo ojo. Se va a enterar de quien es la Chelo. –

-Es imposible con ella – murmuraba para sí Roberto mientras la veía alejarse al trote escaleras abajo.

Cuando Laura llegó a las nueve, se encontró la mesa del comedor vestida con sus mejores galas, mantel de hilo, adornado con un ramillete de flores en el centro, dos velas iluminando los platos de finísima porcelana blanca, los cubiertos de plata y las copas de cristal de Bohemia. Un delicioso aroma a comida recién horneada salía de la cocina.

-Y ¿esto?- preguntó sorprendida a Roberto cuando éste entraba en el comedor, secándose las manos.

-En la mesa y en el juego se conoce al caballero – dijo él guiñándole un ojo y dándole un beso de bienvenida en los labios.

(Continuará)

EL SUSURRO DEL DUENDE (43ª entrega)

¡oh no!

Laura le presentó a su socio y le invitó a tomar asiento al abrigo de la pequeña mesa de juntas de su despacho.

-Bonito despacho– dijo Javier Vielva acomodándose en una silla, mientras colocaba ruidosamente sobre la mesa, la carpeta que portaba.

Laura iba a interrogarle sobre el motivo de su visita, cuando Javier Vielva se le adelantó y tomó la palabra:

- Supongo que estáis enterados de la detención anoche de Arturo Hidalgo en el Aeropuerto. A estas horas estará pasando a disposición judicial. Estábamos tras su pista al comprobar que hace seis años se había visto envuelto en la desaparición de una menor. Se instruyeron diligencias y aunque era el principal sospechoso, finalmente no fue condenado por falta de pruebas.

Hay muchas similitudes entre la desaparición de Diana y la otra niña. Las dos desaparecieron en circunstancias extrañas, de noche, aparentemente raptadas en sus propias habitaciones...... y además cuentan con un parecido físico increíble. -

Javier extrajo de la carpeta la foto de una niña que se parecía extraordinariamente a Diana.

-¿Sabemos quien es la niña? – preguntó Laura

-Si, su propia hija, Marta Hidalgo, –

Esteban y Laura se miraron buscando una explicación a todo lo que les estaba relatando Javier Vielva.

Laura titubeó pero finalmente se atrevió a preguntar: -Marta...... ¿apareció?-

-Desgraciadamente no – Javier se dio cuenta de la perplejidad de Laura e intentó remediarlo

– Por eso tenemos que actuar rápidamente.-

- Creemos que hay indicios suficientes para acusar a Arturo Hidalgo, incluso barajamos la posibilidad de que se haya llevado a la niña a Bahamas. –

Laura escondió su rostro entre las manos y Esteban aprovechó para romper el silencio originado por el estupor: - ¿Por qué fue Arturo Hidalgo el máximo sospechoso de la desaparición de su hija? –

- Porque él fue la última persona que la vio. estaba sólo con ella en casa, cuando ocurrieron los hechos. Su mujer que es médico, estaba esa noche de guardia en el Hospital. Después, durante el interrogatorio incurrió en varias contradicciones , no presentó una coartada creible. Su conducta fue muy extraña, sus declaraciones no tenían sentido, parecía sufrir un trastorno mental transitorio.-

El móvil de Javier sonó y por su gesto y palabras se deducía que otro asunto requería su inmediata atención.

- Me tengo que ir, ya vendré en otro momento para que me informéis de vuestra relación con Arturo Hidalgo. –

Laura le acompañó hasta la puerta de la calle, le dio las gracias por la información y dos besos de despedida.

Cuando ya estaba en el descansillo, retrocedió hacia Laura, antes de que ésta cerrara la puerta

– Por cierto - ¿qué buscabas ayer con tu amigo en la Casa de Campo? –

(Continuará)

NO ENCONTRE AL TROVADOR


Siempre me ha gustado la música brasileira de cantantes como Vinicius de Moraes, Toquinho, Maria Creuza, Caetano Veloso....... Sus canciones son una caricia para el oido y un abrazo para el corazón. Por eso, cuando oí en la radio que actuaba Caetano Veloso en el Escenario Puerta del Angel, me apresuré a sacar las entradas y allí que me planté con mi santo, al que tengo que agradecer que me siga incondicionalmente aunque de buena gana se hubiera quedado en casa.

El Caetano Veloso que me encontré no es el que yo esperaba, yo iba buscando al trovador que me emocionaba con su canción intimista allá por los años de ya ni me acuerdo, en su lugar encontré a un viejo rockero o mejor dicho un nuevo rockero dispuesto a renovar su estilo antes de que le consideren acabado. No me gustó verle pegar saltitos en el escenario abrazado a una guitarra eléctrica y transformar sus fantásticas y sentidas baladas en estridentes piezas de rock.

Solo salvo de su concierto el momento en el que, acompañado nada más que de los acordes de su guitarra ,cantó “Desde que o samba é samba”. Lo demás sólo fue nostalgia por el trovador que no encontré.

A pesar de que la crítica casi unánime mantiene que Caetano convenció con su mezcla de tropicanismo y rock, a mi no me convenció ni un pelo, y creo que a gran parte de los congregados tampoco, no vi ninguna señal de que hubiera conectado con la audiencia, y si hay algo palpable en este tipo de eventos es la energía que se crea en un recinto lleno de gente cuando ésta conecta con el alma del trovador.

Lo mejor de la noche, fue la noche misma, coronada por San Francisco el Grande, la Almudena y el Palacio Real iluminados, y el saber estar de Juan que aguantó con elegancia todo el concierto sin dormirse ni mostrar signos evidentes de hastío.

NI CONTIGO NI SIN TI

Raul Lázaro


Mi mesa de cristal se ha convertido en el testigo silencioso de las almas que vienen pidiendo auxilio. Mi mesa ha visto de todo, mujeres engañadas, hombres despechados, seres acabados, miserias inconfesables, ha sentido el tacto gélido del odio, el ansía de revancha y en ocasiones la paz que proporciona alcanzar un acuerdo que termine con la contienda.

Pero lo que más huella deja sobre el cristal y más pasiones desata son, sin duda, las separaciones y divorcios. Y es que entre el amor y el odio hay una línea divisoria tan estrecha que resulta facilísimo traspasarla sin darse cuenta.

El que abandona llena el cristal de toques certeros pero nerviosos cargados de razón y culpa; el abandonado, en cambio, frota el cristal con la palma de la mano abierta, para borrar lo que le está pasando.

Cada vez que veo como dos personas que han compartido vida, cama, secretos y a veces hijos, se convierten en unos perfectos extraños dispuestos a amargarse la existencia y a sacarse mutuamente los higadillos, mi fe en el ser humano se tambalea.

Cada vez que escucho alrededor de la mesa frases como: “ Todo lo que es, me lo debe a mi”, me pregunto si realmente ha sentido alguna vez la esencia de la entrega desinteresada.

Cada vez que escucho al abandonado decir que lo da todo por sus hijos para acto seguido afirmar “a mis hijos no les oculto nada, tienen que saber que su madre me ha abandonado por otro, porque es la verdad”, me pregunto si no será peor hacer tomar partido a las victimas, que abandonarlas.

En ocasiones, cuando la esposa sustituida pronuncia frases como: “si la vieras, es mucho mas fea que yo” confirmo mis sospechas de que no ha entendido nada.

El cristal de mi mesa sería negro como el cuero de las sillas que la rodean si absorbiera las energías que las parejas rotas traen consigo, pero sigue siendo transparente porque las observa desde la distancia, las toma el pulso, las diagnostica y finalmente se las devuelve a su dueño para que se las lleve consigo, cuando se vaya.

Nec sine te nec tecum vivere possum ("Ni sin ti ni contigo puedo vivir").(Ovidio, Amores, 3, 11, 39)

EL SUSURRO DEL DUENDE (42ª entrega)

Teresa Mtz

Laura había decidido volver a la rutina diaria, reincorporándose al despacho. El tiempo transcurría y dedicar toda su atención y su energía a la ausencia de Diana la estaba minando por dentro. Tenía que volver a su actividad, lo tenía claro, no podía seguir en ese bucle en que el estaba inmersa. Roberto había aplaudido su decisión.

Antes de entrar en el portal del despacho respiró profundamente para tomar fuerzas, sabiendo que sería un día muy duro, dando explicaciones a todos, contando una y otra vez la desaparición de Diana, informando del estado de la investigación policial, pero era consciente que tenía que pasarlo. La primera parada fue con Damián, el portero, quien se interesó por todos los detalles y se puso a su disposición para lo que pudiera necesitar.

Su llegada al despacho aglutinó a todo su equipo alrededor. Muestras de apoyo incondicional y sincero, rostros apesadumbrados, palabras de ánimo. Finalmente el trago no resultó tan duro como esperaba. Sentirse querida y arropada le dejó un dulce sabor en el que se apoyó para iniciar la jornada.

Temía el momento del reencuentro con su socio, Esteban Herrera, las relaciones entre ellos se habían enfriado tras la decisión de Laura de comunicar el nombre de Arturo Hidalgo a la policía, como posible presunto autor de la desaparición de Diana.

Se acababa de sentar y encender el ordenador cuando Esteban entró a su despacho con gesto grave. Se acercó a ella, le dio dos besos que a Laura se le antojaron más protocolarios que sentidos y le preguntó como se encontraba.

- Me imagino que no lo sabes – empezó a decir Esteban mientras tomaba asiento lentamente – Han detenido a Arturo Hidalgo como presunto autor de la desaparición de Diana –

- ¿Cuándo?- preguntó Laura desconcertada.

- Anoche –

- Esta mañana me ha llamado su abogado a primera hora para comunicármelo-

- ¿Su Abogado? –

- ¿No pensarías que después de empujarle a los brazos de la policía, iba a seguir contando con nosotros? – El tono de respuesta de Esteban destilaba reproche y rabia contenida

Laura no salía de su asombro. En los últimos días había vivido tan entregada al juego del duende que casi se había olvidado de Arturo Hidalgo.

Marga llamó a la puerta y sin esperar respuesta entró: Está aquí Javier Vielva, Comisario de Policia, quiere veros a los dos.

(Continuará)

EL SUSURRO DEL DUENDE (41ª entrega)

heart industry


Lo recorrieron con una nueva actitud y un nuevo ánimo, sabiendo que allí estaba la pista que buscaban.

Ya lo habían recorrido un montón de veces y seguían sin encontrar nada. Roberto se alejó del puente para poder verlo por su cara externa, como último intento para descubrir el escondite de la siguiente pista.

Laura seguía en el puente, sin saber donde buscar, sacó un pañuelo de papel de su bolsillo y con él se escapó una moneda que rodó por el suelo, hasta posarse al lado de uno de los huecos de desagüe con los que contaba la construcción

Se agachó a recogerla y entonces la vio. La horquilla con lazo rosa de Diana estaba allí, oculta en el agujero. Metió la mano y tiró de ella. Llevaba un papel prendido.

- Aquí está, Roberto, aquí está – gritó Laura.

De repente sintió un miedo intenso a enfrentarse ante otro reto y no ser capaz de resolverlo. El peso de la responsabilidad le dejaba sin respiración, la vida de su hija pendía de un hilo y de su pericia en descubrir los enigmas que le había impuesto el absurdo juego de un duende.

Ella seguía con el papel doblado sin poder abrirlo, cuando Roberto regresó. -¿A que esperas? Vamos ábrelo.-

El miedo la había inmovilizado. Roberto tomó el papel y lo leyó para sí rápidamente. Miró a Laura tendiéndole nuevamente la nota -¿Tienes alguna idea de por donde empezar?- Ella finalmente se atrevió a mirar lo que estaba escrito con una caligrafía gótica muy cuidada:

“ Como sentina la conocí, en campo de batalla se transformó y ahora bien podría ser mi lar.. sigue allí el rastro de la justicia y busca en el día en que esta ciudad descendió a los infiernos de la mano de los más violentos agarenos, y reserva una rosa blanca, te hará falta.-

Roberto y Laura se miraron implorándose mutuamente ayuda, buscando en la mirada del otro la fuerza que necesitaban, anhelando encontrar la respuesta que les permitiera encontrar a Diana.

No se dieron cuenta que alguien les observaba oculto tras el tronco de un árbol cercano. Javier Vielva había presenciado toda la escena.

(Continuará)

A VECES .........

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A veces hay que desandar el camino, retroceder hasta el último cruce y rectificar la dirección.

A veces insistimos en el sendero equivocado aún sabiendo que lo es, por miedo a encontrarnos cara a cara con nosotros mismos.

A veces sólo escuchamos lo que queremos oir y no oímos lo que hemos de escuchar.

A veces es difícil mantener la compostura entre tanta locura.

A veces, me duele el aire que respiro, me hiela el dolor que no siento, me quema la lágrima que no lloro.

A veces........

EL SUSURRO DEL DUENDE (40ª entrega)

CPGXK


- Podemos empezar por el Puente de Culebra, está aquí mismo- dijo Laura adentrándose en la Casa de Campo – Aunque realmente no se qué es lo que tenemos que buscar-

Llegaron enseguida al puente construido por Sabatini, no había nadie en las inmediaciones, lo recorrieron despacio, fijándose en sus pináculos, en sus serpenteantes curvas, atentos a cualquier detalle que pudiera desvelarles el enigma que buscaban. Volvieron tras sus pasos a recorrer de nuevo el puente. Ningún rastro de nada que les llamara la atención.

Se apoyaron en su barandilla, contemplando el arroyo Meaques que corría por debajo, Laura miró a Roberto, con cierto desánimo que él captó y cortó al instante – Nos queda la fuente de Neveros, así que no te des por vencida –

Sólo se oían los cantos de los pitos reales y los petirrojos, lo demás era silencio.

Roberto levantó la cabeza en señal de alerta.

-¿Qué pasa?- preguntó Laura.

El la hizo callar colocando el dedo índice sobre sus labios. Al cabo de unos instantes, Roberto preguntó -¿no lo oyes?-

- ¿El qué?- preguntó Laura.

- Cierra los ojos y abre tus oídos –

Laura hizo lo que le indicaban, y tras unos segundos empezó a percibir un sonido grave y profundo, como surgido de la tierra, que le retumbaba en la cabeza, era como un susurro, que cada vez cobraba más intensidad.

- Oigo algo, como si fuera un susurro –

- El susurro del duende – respondió Roberto.

- Los duendes anuncian su llegada emitiendo unos sonidos constantes en tonos muy graves que parecen un susurro, hay que tener una sensibilidad especial para percibirlo, es inaudible para la mayor parte de los mortales. Ellos emiten en una frecuencia que no es la nuestra, por eso no siempre somos capaces de sintonizarla –

- La sentencia hablaba de unos ruidos extraños previos a que el perro se tire por el puente y desaparezca – recordó Laura –

- Nuestro duende está aquí - concluyó Roberto –volvamos a inspeccionar el puente –

(Continuará)

SER ESPAÑOL


Bajo los efectos aún de la euforia colectiva por la victoria de España en el Mundial, hago un pequeño repaso por los distintos logros de nuestros congéneres españoles a lo largo de la historia reciente.

Y es que en este país no nos ha faltado nunca el ingenio. Desde el submarino de Isaac Peral, al autogiro de Juan de la Cierva, pasando por la primera calculadora digital de Torres Quevedo, siempre hemos dado la nota.

No en vano fue un español el que alivió el trabajo de las féminas y el sufrimiento de sus rodillas, inventando la fregona, autentico artífice de la liberación femenina, a pesar de que nuestra Ministra de Igualdad piense que antes de ella no había antes en el terreno de las discriminaciones por razón de sexo. He visto a muchos hombres agarrados a una fregona, pero a ninguno tirado en el suelo con la bayeta en ristre.

También fue un español el que nos endulzo la vida con el chupa-chups y otro el que nos la complicó con el cigarrillo, aunque algunos como Sara Montiel todavía mantengan que fumar es un placer.

Si en el mundo del deporte no tenemos parangón, no os digo nada en el sector del material de oficina, la grapadora de mesa fue idea de un español y de otro el afilalápices, y por supuesto no puedo dejar de mencionar otro producto “Typical spanish” como el futbolín, cuyo origen se remonta a la Guerra Civil donde su creador vive la pena de los niños ingresados en los hospitales que no podían jugar al futbol, y decide construirles la primera mesa de futbolín.

Los españoles tenemos madera para despuntar, cantera para ser grandes en lo que nos propongamos pero......................... tenemos un problema: Nuestros políticos.

¡Cómo un pueblo como el nuestro puede tener una clase política tan pobre y mediocre como la que tenemos! Con unos dirigentes de su condición tanto en el gobierno como en la oposición, no hay país, por mucho coraje que tenga, que pueda levantar cabeza.

EL SUSURRO DEL DUENDE (39ª entrega)

inthesitymad


- Mira esta – dijo Roberto extendiendo a Laura una de las sentencias que habían impreso para poder analizarlas mejor. – Por lo que he entendido es un robo en una fuente de la Casa de Campo llamada Fuente de Neveros, la victima se salvó de la agresión porque apareció inesperadamente un individuo con extraña indumentaria que se acercó al ladrón y sin mediar palabra entre ellos, el caco huyó despavorido, aunque finalmente fue detenido - Pudiera ser la que buscamos ¿no crees?-

- Yo he encontrado otra que también me llama la atención, escucha – Un hombre paseando con su perro por el Puente de la Culebra, el perro se pone a ladrar aparentemente sin causa, el dueño se intranquiliza, porque no ve nada, solo empieza a oir unos ruidos extraños de fondo y de repente el perro se tira por el puente y según declaraciones del dueño, desaparece y no lo vuelve a encontrar -

-¿Qué delito hay ahí?- pregunta Roberto -

- Ninguno, es un proceso de incapacitación, parece que el dueño del perro se volvió loco tras el incidente. – respondió Laura.

-Podemos empezar por aquí- dijo Roberto poniéndose de pie – vamos a la Fuente de Neveros y al Puente de Culebra.

Cuando bajaban por la escalera, Chelo salió a su encuentro. –Señora, el señor ha vuelto a llamar, y no es que a mi me importe hablar con él, pero se le nota mu angustiao, quiere hablar con usté, ha llamao por lo menos veinte veces esta semana, dice que no le coje usté el movil –

Gracias Chelo, ya le llamaré, ahora voy a salir – respondió Laura cogiendo su bolso y abriendo la puerta.

Roberto la seguía a corta distancia y fue interceptado por Chelo que le dijo en voz baja – Como sa aproveche de ella yo misma le rebano el pescuezo -

Roberto abandonó la casa siguiendo con su mirada a la extremeña, intentando digerir sus palabras.

(Continuará)

TODOS CON LA ROJA (2ª parte)

Atmosphear

Perdonad que insista pero voy a seguir hablando de fútbol. Sólo hasta el domingo, luego ya, pase lo que pase, abandonaré e incluso olvidaré esta intensa afición que ahora padezco.

Jose, estoy contigo en que mientras que se habla de futbol no vemos las miserias que nos devoran, pero comparto con Pedro que si la emoción del Mundial nos da un instante de felicidad ¿por qué no vamos a disfrutarlo?.

Pero, como no podía ser de otra manera, voy más allá en el debate. Tenemos una selección formada por un magnifico equipo. Atrás dejamos el fútbol de la cultura del pelotazo, del jugador estrella que es el centro de atención y el único que juega brillantemente, convirtiendo a todos los demás en invisibles.

Ahora no hay una estrella, sino un equipo, que sale al terreno de juego a luchar y a ganar, a dejarse la piel en el intento, si es preciso, para conseguir un objetivo común: ser los mejores. Brilla el esfuerzo de todos y brilla su sencillez.

Yo me pregunto: Con el poder mediático del fútbol y la influencia que tienen los ídolos del deporte en nuestra juventud....... a lo mejor ésta capta el mensaje de que todos podemos si queremos, que no hay ninguna varita mágica, que el milagro surge cuando trabajamos juntos, miramos en la misma dirección y no escatimamos esfuerzos.

Si los jóvenes que tenemos, no se quedan en el gesto de envolverse en la bandera de España sino que transportan a sus vidas el modelo que ven, algo empezará a cambiar. Lo sé, Jose, lo sé, soy una romántica, pero cualquier realidad fue antes un sueño.

Comparto el optimismo de Beatriz de que vamos por buen camino y si conseguimos mirar más allá de las banderas, más allá del pulpo Paul y de todas las patochadas que rodean este Mundial, a lo mejor podemos sacar provecho de él, además de ganarlo, claro.



¡¡¡¡¡¡¡¡SUERTE ESPAÑA!!!!!!!

TODOS CON LA ROJA


¡¡¡Lo que son las cosas!!!! No hace tanto tiempo que el que portaba o hacía ostentación de la bandera española se le tachaba de facha. Tampoco hace tanto que ser tachada de “roja” tenía unas connotaciones políticas muy claras e incompatibles con el estandarte nacional.

Cuando parecía que tendrían que transcurrir otros cuarenta años para superar esas dos Españas de las que hablaba Machado, aparece el sentimiento futbolero y lo resuelve en un periquete: banderas españolas en las terrazas, en las ventanas, banderas al viento prendidas en las antenas de los coches y como colofón, los que exhiben con orgullo la bandera española gritan al unísono: “Todos con la roja” .

Ahora, gracias al fútbol, (no me creo que esté diciendo esto) nos sentimos orgullosos de ser españoles. Esta tarde, sin ir más lejos, esperando que el semáforo se pusiera rojo para cruzar la calle, un grupo de niños y sus correspondientes madres cantaban a ritmo de kasachok “Yo soy español, español, español.....” mientras saltaban enfervorizados.

¿Algo está cambiando? ¿Cuándo cambian los símbolos se transforma la realidad que simbolizan?

Mientras tanto, entre pensada y pensada, España en la final del Mundial.

EL SUSURRO DEL DUENDE (38ª entrega)


-Tengo que buscar sentencias del 21 de junio de 2002 que hagan alusión a la Casa de Campo y ahí supuestamente está la primera llave-. Laura se sentó ante el ordenador, entró en la Base de Datos de Jurisprudencia y tecleó la fecha, Roberto contemplaba su perfil, su fuerza, el brillo de sus ojos en busca de la clave que trajera de vuelta a su hija.

Nunca había dejado de soñar con ella, cuando volvió a España tras la muerte de su madre, todos los rincones de Loya la evocaban, la portillera que saltaban juntos, la roca en la que se sentaban a contemplar el atardecer, las estrellas iluminando las montañas en las noches claras. Cuando rehabilitó la casa de su abuela hizo colocar un inmenso ventanal en el tejado y debajo colocó su propia habitación y su cama para que la última imagen antes de dormirse fuera la de las montañas adornadas de estrellas.

¡Se sentía tan bien cerca de ella! Laura se sentía observada y le dirigía alguna que otra mirada de reojo.

Por fin los resultados se mostraban en la pantalla, 25 sentencias del 21 de junio de 2002 hacían alusión a la Casa de Campo, acotó más aún la búsqueda poniéndolo entrecomillado y añadiendo Madrid y los resultados quedaron reducidos a 12.

Empezó a leer una por una las sentencias, en busca de la llave que le permitiera seguir el juego. Leyó con avidez y entusiasmo las primeras, pero a medida que iba avanzando, un estado de abatimiento se apoderó de ella.

- ¿Qué estoy buscando? dime ¿Qué coño estoy buscando?- dijo levantándose de golpe y dirigiéndose a Roberto que se mantenía en un callado segundo plano para no interferir la tarea de Laura.

- Estás buscando a Diana pero desde la desesperación no la vas a encontrar . Yo no sé interpretar la jurisprudencia pero tal vez, si me enseñas unas nociones básicas, te puedo ayudar –

Laura se dejó caer abatida sobre el futon, con la cabeza entre sus manos sollozaba diciendo: - esto es absurdo, es una pesadilla - .

Roberto la rodeó con sus brazos y apoyando su frente sobre la de ella le dijo en voz baja – vamos a encontrar a Diana, vamos a ganar este juego, ya lo verás –

Permanecieron frente con frente unidos por unos instantes, hasta que sus ojos se encontraron y sus labios se rozaron sutilmente primero y luego se buscaron con pasión.

La magia del momento quedo destruida con la entrada inesperada de Chelo en el despacho, que lejos de sentirse incomoda por su inoportuna interrupción, adoptó el papel de ama de llaves, diciendo: - Señora, baje a desayunal que acabo de hacer unas rosquillas pa chuparse los dedos - mientras fusilaba con su mirada a Roberto.

(Continuará)

COMO PESA LA TOGA.........

Adrian Bloome

Como pesa la toga cuando una no tiene fuerzas ni para arrastrar sus zapatos. La bata negra cae como una losa sobre mi, cuando el cansancio pugna por ganar la partida, menos mal que sólo hace falta una chispa para encender de nuevo mi lengua y comprobar que aún sigo viva, malhumorada, pero viva.

La chispa la suelen poner algunos compañeros de profesión y de fatigas que parecen estar más de refresco que yo y que como me ven cansada, me creen vencida, ¡¡pobres!!.

Ayer sin ir más lejos, el compañero contrario me reprochaba llegar dos minutos tarde al juicio diciéndome lindezas tales como: “Hombre, has venido. Creía que después de tener la desfachatez de meter una demanda a mi cliente como la que le has metido , ibas a tener la desfachatez de no presentarte al juicio” Le miré de arriba abajo y le contesté: ¿ No pensaras que me voy a molestar en contestarte a esa estupidez? . La chispa encendió la antorcha y me despaché a gusto con él durante el juicio, dándole hasta detrás de las orejas. Luego ganará quien Su Señoría estime que tenía la razón, pero el gustazo de que pague su desfachatez de meterse inoportunamente conmigo, no me lo quita nadie.

Creo que era Kennedy el que decía que sólo un tonto contrata al abogado que se tiene a sí mismo por cliente". Pues eso me ha ocurrido a mi esta semana con un abogado de provincias, que a la vez es el empresario de la trabajadora que yo defiendo (¡¡¡¡porque yo también defiendo a trabajadores!!!!! aclaración hecha para aquellos que lo poníais en duda) y que entró en San Google para saber quien era yo y así saber con quien tenía que medir sus fuerzas.

Mira tú por donde, empiezan a salirle mis relatitos seleccionados y el abogado en cuestión decide atacarme por la vanidad. Desde el principio se muestra muy interesado en lo que yo escribo, y en acceder a mis supuestas publicaciones. Se inicia la negociación entre nosotros y antes de tirarnos mutuamente a la yugular del contrario, me entra pidiéndome nuevamente mis creaciones literarias. A veces cuando tu interlocutor no está en su sitio, no te deja más opciones que colocarle tu y por eso, con suma educación, le digo: Mira, vamos a hacer una cosa, vamos a terminar la negociación que nos traemos entre manos o el juicio, si no llegamos a ningún acuerdo, y cuando terminemos nuestro trabajo, si todavía estás interesado por lo que escribo (que no lo estará) hablamos de ello. ¡Pues le ha parecido mal! ¿qué pensaba?.


Cada mes de julio de cada año que pasa, la toga pesa cada vez más, será por el calor, por los años, por el cansancio, por la estupidez que flota en el ambiente o vete tu a saber porqué, menos mal que siempre hay alguien dispuesto a hacerme resurgir de mis cenizas como el ave fénix, recordándome que aún sigo viva.

EL SUSURRO DEL DUENDE (37ª entrega)


Laura repetía la frase como si fuera un mantra. Paseaba por el despacho recitándola, absorta en su contenido, Roberto la seguía con su mirada expectante, convencido de que en unos instantes daría con la solución. Siempre le había llamado la atención su agilidad mental , era rápida como el rayo, cazaba las cosas al vuelo, se daba cuenta de aquello que pasaba desapercibido para el resto de los mortales. Poco a poco su mirada se fue transformando en ternura, en admiración y en deseo.

A Laura no le pasó desapercibida esa mirada y la distrajo de su tarea. Se paró ante Roberto y le inquirió: ¿Qué?. El se sintió descubierto y excusándose dijo: - Nada, nada, estoy pensando –

Se conocían tan bien que muchas veces les sobraban las palabras. Laura no conseguía volver a concentrarse en su investigación, le venía a la mente la conversación de la noche anterior de Roberto, le había declarado su amor pero en cambio, le había dejado claro que no venía a ocupar su corazón.

Se paró nuevamente ante Roberto, inmersa en sus pensamientos para preguntarle porqué le había dicho eso la noche anterior. Hizo ademán de empezar a hablar, pero se arrepintió en el último momento y tan sólo dijo: Voy a ducharme a ver si se me despejan las ideas.

Roberto se quedó frente al ordenador haciendo sus pesquisas. Entró en google y tecleó bosque urbano de Madrid, en unos instantes se desplegaron un montón de direcciones, pero la primera ya le contestaba a su pregunta:-La Casa de Campo bosque urbano de Madrid –

La siguiente incógnita parecía tener fácil solución “el día más largo” no podía ser otro que el 21 de junio, eso parecía claro pero el último lapso capicúa, le hacía albergar dudas. Partió de la base que un lapso era el tiempo entre dos límites, de esa manera, si ya tenía la referencia de un día dentro de ese lapso, éste tendría que ser de mayor duración, una semana, un mes, un año, un lustro........... pero tenía que ser capicúa, solo los años podían tener esa condición.

El último año capicúa había sido 2002, con todas las piezas del puzzle encima de la mesa Roberto leyó la frase con las incógnitas despejadas : Vuelve a la Casa de Campo el 21 de junio de 2002 y busca la llave que te permitirá continuar.

Laura entró en el despacho y Roberto le dijo: Creo que tengo la solución. Ella le sonrió y le contestó: yo también.

(Continuará)