EL SUSURRO DEL DUENDE (43ª entrega)

¡oh no!

Laura le presentó a su socio y le invitó a tomar asiento al abrigo de la pequeña mesa de juntas de su despacho.

-Bonito despacho– dijo Javier Vielva acomodándose en una silla, mientras colocaba ruidosamente sobre la mesa, la carpeta que portaba.

Laura iba a interrogarle sobre el motivo de su visita, cuando Javier Vielva se le adelantó y tomó la palabra:

- Supongo que estáis enterados de la detención anoche de Arturo Hidalgo en el Aeropuerto. A estas horas estará pasando a disposición judicial. Estábamos tras su pista al comprobar que hace seis años se había visto envuelto en la desaparición de una menor. Se instruyeron diligencias y aunque era el principal sospechoso, finalmente no fue condenado por falta de pruebas.

Hay muchas similitudes entre la desaparición de Diana y la otra niña. Las dos desaparecieron en circunstancias extrañas, de noche, aparentemente raptadas en sus propias habitaciones...... y además cuentan con un parecido físico increíble. -

Javier extrajo de la carpeta la foto de una niña que se parecía extraordinariamente a Diana.

-¿Sabemos quien es la niña? – preguntó Laura

-Si, su propia hija, Marta Hidalgo, –

Esteban y Laura se miraron buscando una explicación a todo lo que les estaba relatando Javier Vielva.

Laura titubeó pero finalmente se atrevió a preguntar: -Marta...... ¿apareció?-

-Desgraciadamente no – Javier se dio cuenta de la perplejidad de Laura e intentó remediarlo

– Por eso tenemos que actuar rápidamente.-

- Creemos que hay indicios suficientes para acusar a Arturo Hidalgo, incluso barajamos la posibilidad de que se haya llevado a la niña a Bahamas. –

Laura escondió su rostro entre las manos y Esteban aprovechó para romper el silencio originado por el estupor: - ¿Por qué fue Arturo Hidalgo el máximo sospechoso de la desaparición de su hija? –

- Porque él fue la última persona que la vio. estaba sólo con ella en casa, cuando ocurrieron los hechos. Su mujer que es médico, estaba esa noche de guardia en el Hospital. Después, durante el interrogatorio incurrió en varias contradicciones , no presentó una coartada creible. Su conducta fue muy extraña, sus declaraciones no tenían sentido, parecía sufrir un trastorno mental transitorio.-

El móvil de Javier sonó y por su gesto y palabras se deducía que otro asunto requería su inmediata atención.

- Me tengo que ir, ya vendré en otro momento para que me informéis de vuestra relación con Arturo Hidalgo. –

Laura le acompañó hasta la puerta de la calle, le dio las gracias por la información y dos besos de despedida.

Cuando ya estaba en el descansillo, retrocedió hacia Laura, antes de que ésta cerrara la puerta

– Por cierto - ¿qué buscabas ayer con tu amigo en la Casa de Campo? –

(Continuará)

0 comentarios: