A veces hay que desandar el camino, retroceder hasta el último cruce y rectificar la dirección.
A veces insistimos en el sendero equivocado aún sabiendo que lo es, por miedo a encontrarnos cara a cara con nosotros mismos.
A veces sólo escuchamos lo que queremos oir y no oímos lo que hemos de escuchar.
A veces es difícil mantener la compostura entre tanta locura.
A veces, me duele el aire que respiro, me hiela el dolor que no siento, me quema la lágrima que no lloro.
A veces........
A veces insistimos en el sendero equivocado aún sabiendo que lo es, por miedo a encontrarnos cara a cara con nosotros mismos.
A veces sólo escuchamos lo que queremos oir y no oímos lo que hemos de escuchar.
A veces es difícil mantener la compostura entre tanta locura.
A veces, me duele el aire que respiro, me hiela el dolor que no siento, me quema la lágrima que no lloro.
A veces........
2 comentarios:
Contrapunto...
Muy bonito.
A menudo refrescas este bochorno moral...
Felicidades.
Me voy a permitir parafrasear a Marco Aurelio para poner un poco de luz en ese bochorno que dices padecer: "Si te sientes dolido por las cosas externas, no son éstas las que te molestan, sino tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar este juicio ahora mismo".
Besos,
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