¡ YA ESTÁ BIEN !


Si hay algo que me preocupa es que llegue un momento en que me dé igual ocho que ochenta y contemple sin inmutarme una aberración tras otra. Todavía conservo la capacidad de indignarme y de pegar un puñetazo en la mesa gritando un: ¡YA ESTA BIEN! y un ¡BASTA YA!

Este fin de semana he contemplado estupefacta como una pobre mujer con claros síntomas de debilidad emocional y mental, declaraba en un programa de televisión que su marido era el asesino de la niña de Huelva, desdiciéndose de sus declaraciones en el juicio.

El estupor no surge por el cambio de declaración, sino porque los responsables de un programa de televisión se pongan a jugar a jueces y fiscales y no caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Todavía no sé como el Ministerio Fiscal no ha tomado cartas en el asunto pidiendo la suspensión cautelar de la emisión del programa y la depuración de responsabilidades, tanto de los que mueven sus hilos como de su presentadora, que cuenta con grandes niveles de audiencia.

No sé porqué no se da un castigo ejemplar a un canal de televisión que se cree con el derecho de convertir la justicia en un reality show.

Si queremos que la justicia deje de ser un cachondeo, hagamos que se respete, que se imparta entre las cuatro paredes del Juzgado y no ante las pantallas de televisión y castiguemos a est@s individu@s que dicen llamarse profesionales de la comunicación, cambiando de canal, o mejor aún, apagando el televisor.

Me resisto a aceptar este tremendo disparate, si al Fiscal no le parece importante, a mí, sí.

LA OTRA MIRADA


Había llegado el gran día, hoy le quitaban la venda. En cuanto sintió los párpados desnudos tras la caricia de despedida de la última gasa, abrió los ojos. La claridad se confundía con un tropel de batas blancas que se amontonaban curiosas frente a su rostro. Parpadeó con cuidado, y miró hacia la pared, limpia en un instante y llena de sangre en otro. Miró hacia la puerta y vio un soldado disparándole una y otra vez. Giró bruscamente los ojos hacia la ventana, gimiendo de dolor y se encontró con la imagen de cientos de hombres hacinados y famélicos pidiendo auxilio. –Quítenmelos – gritó tapándose la cara. Uno de aquellos hombres con bata chasqueó la lengua – Hay que dejar de usar el banco de ojos de prisioneros para los trasplantes.

UNA NUEVA NOMINACION


Parece que estoy en racha, voy a respirarla a tope, y que me llegue el aire para cuando pase. Me han vuelto a seleccionar un relato este mes de febrero. Las palabras obligatorias eran: interrogatorio, sardina, monaguillo, paraguas y tribunal. Os dejo con él, que lo disfruteis.


JAULA MORTAL

Mañana de paraguas y nervios, no todos los días sentaba en el banquillo al mayor “capo di capi” de la historia. El Tribunal al completo, la sala llena de cámaras, micrófonos y expectación, Salvatore Merlano, alias “El Sardina” esperando con media sonrisa en los labios mi interrogatorio, y yo atrapada en el ascensor. Las familias de la camorra iban tomando asiento, tras una aparatosa reverencia al Tribunal, que más que un saludo parecía la genuflexión de un monaguillo ante el sagrario. No faltaba nadie, excepto el “sotto capo” del Sardina y yo. -¡Tenía que ser precisamente hoy!- me lamenté en la oscuridad, pulsando un botón de alarma que no parecía funcionar – No se preocupe signorina, aquí esta Don Giovanni para ayudarla– susurró en mi nuca mi único compañero de cautiverio.

LOS HIJOS

Heart Industry

Aunque en muchas ocasiones les metería un brazo por una manga (castigo atroz con el que me amenazaban a mi cuando era niña), les castigaría un mes sin cenar (mi economía se sanearía, sin duda) y les mandaría a galeras (para que vean lo que es bueno), he de reconocer que aprendo cada día de ellos.

Se han convertido en el mejor método para cultivar la paciencia, para fortalecer el ánimo y para medir mi capacidad de cambio.

Mi hija es el espejo de la joven independiente, indómita y rebelde que fui, es la palabra desatada, pese a quien pese y caiga quien caiga, es el derroche de risas y la explosión de lágrimas. Es la mirada del alma que no sabe que lo es.

Mi hijo es la fuerza sin límites, la mano que ayuda, el impulso instantáneo, la frustración inmediata. Es el latido de cada corazón que encuentra.

Los dos son mis mejores maestros, me enseñan cada día que no sé nada de la condición humana, que ellos tienen derecho a buscar su sitio sin interferencias, que lo que es bueno para mí, tal vez no lo es para ellos y que tienen derecho a equivocarse y aprender de sus propios errores.

Con ellos he descubierto que los breves momentos de confidencia se tornan en invisibles lazos de confianza y que sus besos son trocitos de plenitud pegados a mi piel.

Son mi mejor escuela, las asignaturas que me quitan el sueño y que me dan la vida, mi curso académico más difícil, mi reto más importante.

CARTA A UNA RECIÉN NACIDA


Para Alba M.


Llegaste antes del alba, adelantándote a tu nombre y fuiste a aterrizar entre los verdes prados del paraíso astur. No podías haber elegido un sitio y una familia mejor para iniciar tu andadura. Ser deseada y no esperada te ha hecho doblemente bien recibida.

Te doy la bienvenida a este mundo de locos, no te asustes, te acostumbrarás e incluso llegará un momento que todo esto te parecerá normal y pensarás que los locos son los que intentan cambiarlo.

Es sano que mantengas un hilo de locura para no dejarte llevar por la manada, para buscar tu sitio, sin que nadie te diga cuál es y cuando, por fin, lo encuentres, no consientas que nadie te desplace ni ocupe tu lugar.

No te voy a engañar, encontrarás piedras en el camino, pero no lleves la cuenta de las veces que te caes sino de las que te levantas y créeme, si te concentras en la piedra, no disfrutarás del color de las flores que crecen en su orilla, ni oirás el canto de los pájaros que lo transitan, ni percibirás el olor que despide la tierra mojada bajo la lluvia.

Ríete mucho y de todo lo que se te ponga por delante, hasta del miedo; bébete la vida a tragos y ponte el mundo por montera, si hace falta, con tal de disfrutar a tope cada instante y como dice Sabina en su canción –que el fin del mundo te pille bailando -.

Sólo me queda desearte que la suerte sea tu fiel compañera, que siempre escuches los latidos de tu corazón, sin perder de vista los dictados de tu cabeza y por encima de todo que te vaya bonito y disfrutes de la experiencia.

Bienvenida Alba.

OTRO MICRO DE REC

Oscar Albert Rius



Acudo fiel a mi cita de Relatos en Cadena de la Cadena Ser casi todas las semanas. Esta semana la frase de arranque era Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa.

NO-DES-PISTAS

Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa, ya no sé si vas de rubia o de morena, si sigues mascando chicle a todas horas o si te ha vuelto a dar por los bocadillos de calamares. Me llenas el armario de camisas que no son de mi talla y pantalones que me quedan largos. Es verdad que siempre has tenido mala cabeza, lo sé, pero de ahí a que te hayas olvidado también de cómo me llamo... Cariño… ¡Has puesto en el buzón un nombre que no es el mío! ¡Serás despistada!.

UNA CARTA DE AMOR

Oscar Albert Rius

(Carta presentada en el X Concurso de Cartas de Amor Antonio Villalba)


Querida Marieta:

Nunca imaginé que esto sería tan difícil, haga lo que haga me topo con tu recuerdo en cada esquina. Hoy sin ir más lejos, me he encontrado en el portal con Luisa, la del cuarto, y la mujer me ha sacado el tema, luego, por intentar arreglarlo lo ha acabado de estropear y hemos terminado llorando los dos, con eso te digo todo.

Si es que por más que lo intento, no hay manera, desde que te fuiste no me he comido un huevo frito con puntillas ni vestido una camisa sin arrugas; ¡que te voy a contar que tu no sepas! pero por eso…..si sabes que soy un desastre ¿por qué me abandonas?.

La verdad es que me has dejado más tirado que una colilla y eso que oportunidades no me faltan, no te creas, que he salido a bailar un par de veces con Loli, la del estanco, que ahora está pasando un mal momento con las ventas de tabaco, y, ya sabes, entre tango y copa, una noche se lió la cosa, pero ni por esas consigo alejar esta tristeza ni acercarme a otros labios que me sepan tan bien como los tuyos.

¡Como vivir sin tus regañinas, Marieta!, todavía sigo dejando la toalla mojada sobre la cama para ver, si de una vez, apareces por la puerta disparando tus balas como una metralleta, pero nada, no hay manera. La gata no para de maullar en tu sillón…… tu ropa se resiste a abandonar el armario……tu madre viene a menudo a recordarme tus bondades….. si es que… hasta las paredes de casa te echan de menos y rebotan mi voz en forma de eco para recordarme a cada instante que ya no estás.

Hoy me he sentado a ver tu película preferida, y se me han atragantado las palomitas con tu recuerdo, el final feliz que tantas veces rebobinabas, se ha rayado, ahora el príncipe azul trabaja en la construcción de lunes a viernes y su chica anda fregando escaleras de sol a sol. Ya nada es lo mismo sin ti, ni siquiera en el cine.

Por primera vez, he decidido arreglar mis problemas yo solito porque, siguiendo tus consejos, nadie va a venir a resolverlos. Lo he intentado con el matarratas, pero aparte de unos cuantos ardores de estomago y unas cuantas diarreas, no he conseguido más.

Luego probé con la soga atada a la lámpara de araña del salón, esa que decías que aguantaba lo que le echaran, pues te equivocaste, en cuanto empujé la silla, todos sus cristalitos empezaron a tintinear y en menos de diez segundos estábamos los dos en el suelo, descolgados, tirados y abrazados en un totum revolutum de añicos y soledad. Todavía sigo recogiendo las esquirlas de su luz y de mi sombra.

Pensé que lo de tirarme a cruzar la M-30 a pie no podía fallar, y ni corto ni perezoso puse el primer pie en la calzada y luego el segundo, mirando al infinito y llamándote: - Marieta, que ya voy - . Esperaba oír músicas celestiales, no frenéticos chirridos de ruedas, choques en cadena, conductores vociferantes, caos y atasco. Ya ves, no conseguí que ni uno solo de aquellos coches me acercara un poco a ti. Está visto que nunca he sido un tipo con suerte.

Mañana he quedado con Emilio de ir a recogerle a la oficina, y lo intentaré de nuevo, sino consigo reunirme contigo después de tirarme desde un vigésimo piso, ya no sé que voy a tener que hacer para vivir eternamente a tu lado.

Te lo dije el día que viniste aquí y hoy te lo repito, juro que no pararé hasta volver para quedarme a tu lado, aunque sea lo último que haga.

¡Hasta mañana!

Pepe

(Carta encontrada sobre la lápida de Marieta Turiel en el cementerio de la Almudena)

MISERIAS

CH1CHO

A pesar de que cada día tenemos más conocimiento a nuestro alcance, todo apunta a que no hemos aprendido nada, a que volvemos siempre a tropezar en la misma piedra, a que en el fondo siempre somos presa de la más recalcitrante miseria.

Me contaba una amiga que una persona de su entorno había sido víctima, hacía unos días del popular timo de la estampita… y yo que pensaba que estafillas de esta calaña ya estaban erradicadas!!!. Pues parece que no, que siguen existiendo bobalicones ruines y mezquinos dispuestos a engañar a los que consideran más tontos que ellos.

Aun condenando estas prácticas embaucadoras y canallescas, este timo popular tiene mucho de justo castigo a esa miseria que somos capaces de cultivar y derrochar en cuanto se nos presenta la oportunidad.

De miseria y engaños va bien surtido el pueblo egipcio, que lleva treinta años sufriendo en sus carnes la falta de escrúpulos de un dirigente que les ha robado hasta la sonrisa. Solo han pasado dos meses desde que Walid, un egipcio afortunado, me decía en El Cairo: -Tenemos que agradecerle a Mubarak que ya nadie nos viene a robar, no nos queda nada, se lo llevó todo él-.

A lo mejor en algún jeroglífico egipcio está la solución al enigma de cómo conciliar el sueño arrojando a un pueblo entero a la miseria mientras se acaricia una fortuna personal de 50.000 millones de dólares.

Podría seguir y seguir relatando miserias, pero para no agriar más la tarde del domingo, lo dejo para mejor ocasión, anuncio que habrá una segunda parte y como sigamos así, una tercera y una cuarta…….. e incluso empezarán a aparecer solicitudes para irse a vivir a Marte.

EL ECONOMATO

Deshazkundea

Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa.

–Si me importa – respondí y un espeso silencio se zampó la frágil normalidad del economato.

-¿Qué ha dicho?- preguntó incrédulo el encargado acercando su rostro al mío.

- Que si me importa – repetí desafiante, -que no voy a guardar una fila más, que estoy harto de hacer colas para todo-

-¡Vaya!, éste ha salido defectuoso - dijo chasqueando sus dedos.

- No consigo recordar más hasta que una amable dependienta me preguntó -¿lo quiere envasado al vacío o se lo envuelvo para regalo? –señalando un reluciente cerebro que tenía en el mostrador


- Me lo llevo puesto, gracias -.

AMOR DE PAPEL

Oscar Albert Rius

Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa.

- ¡Espere!, también quiero 10 tubos de minas de 0,5, eso es, minas-
-Aquí tiene ¿Alguna cosa más?-
-¿Caballero?.... ¿Desea algo más?-

- No, digo… si, una libreta pequeña, si, si, azul….no mejor roja, que está más lejos y ahora me lo envuelve todo por separado y para regalo –

- ¿Por separado y para regalo 60 rotuladores, 50 gomas, 45 lápices, 20 bolígrafos, 10 tubos de minas y una libreta?- ¡Me va a llevar toda la mañana!-

- Dígame Señorita ¿Qué necesito comprar para que emplee su vida entera en envolvérmelo mientras yo la espero tras el mostrador?-

OTROSI DIGO


Siempre que termino una demanda, la repaso para cerciorarme de que todo está en orden, de que no falta nada, los hechos, las comas, los acentos, los fundamentos de derecho, el suplico al Juzgado.

Me paro a mirar que no falte ni un detalle, ni sobre una inconveniencia y cuando termino el chequeo, siempre descubro que a esa demanda impecable, impoluta, perfecta y cabal le falta una pizca de ternura y una gran dosis de humanidad.

Después de 25 años de oficio, definitivamente sigue sin gustarme la palabra contenida, la escritura secuestrada por el protocolo, la palabra que sale con la mordaza en la boca, el lenguaje envarado, medido y controlado.

Tal vez si en vez de sacrificar la palabra al servicio de la norma, y con la legalidad en la mano, pudiera hacerle un guiño al Juez y contarle que, mi cliente es un buen tipo, o confesarle que el contrario tampoco es mal tio, lo que pasa es que son un par de testarudos y que se merecen un pescozón judicial, ambos dos…. la justicia sería más cercana y más humana.

Y ya… si pudiera convertir los litigios en poemas, o los conflictos en crónicas literarias, sería la bomba.

Mientras tanto, seguiré suplicando al Juzgado que teniendo por presentado este escrito se sirva admitirlo y en méritos a lo expuesto dicte sentencia conforme a los pedimentos de mi demanda, sin tener en cuenta si mi cliente es un hombre bueno o un perro sanguinario.

FEBRERILLO EL LOCO

El Pelos Briseño


El refranero popular bautiza el mes de Febrero como Febrerillo el loco porque ningún día es igual que el otro.- Febrero es loco unas veces por mucho y otras por poco- -Febrero, febrerin, el más corto y el más ruin.

Febrero empieza para mí este año cargado de exámenes de Universidad, de la ESO y de conciencia. Sólo el último es el mío, los dos primeros no , pero los sufro más que si me pertenecieran.

Febrero ha despertado mis fantasmas más profundos, aquellas conductas grabadas en mi memoria que juré no repetir nunca, afloran ahora con tanta soltura e inmediatez que parece que siempre estuvieron en la recámara esperando la oportunidad.

"Que si estudias poco…..que yo no voy a consentir que vayas a la Universidad sólo para pasear los libros….que el futuro es de los mejores…..que los mediocres no viven como quieren sino como les dejan ……." Estas y otras lindezas parecidas me apuntaba mi padre cuando yo entré en la Universidad y a la primera de cambio me descubro repitiéndoselas a mi hija.

Y lo peor no es esto, lo peor es que tras hacer examen de conciencia, concluyo que yo sí tengo razón, no como mi padre.

Si mi hija y sus hábitos de poco estudio están acabando con las reservas de mi paciencia, mi hijo y su costumbre de ponerse a estudiar el domingo por la noche el examen del lunes, está consiguiendo resquebrajar esa serenidad que llevo años cultivando a través de la meditación.

¡En fin! Tendré que seguir tomando respiraciones profundas, entre colleja y colleja; intensificar mis prácticas de yoga y pegar algún que otro grito en el jardín mientras el mes llega a su fin.

Luego, cuando lleguen las notas, ya veremos..………

EN BOCA DE TODOS


Para Pedro

Todos la conocemos como Coti pero sólo responde si la llamas Sole. Es mi vecina de enfrente, que está en todas partes menos en su casa, puedes encontrarla en el descansillo de la escalera…. en el ascensor….. en el portal…… en el jardín…..en la sopa.

Tiene los ojos saltones, capaces de procesar en un solo golpe de vista ese descosido de tu falda que ni siquiera tú ves, o cotejar si los pendientes que llevas son de oro o bisutería barata, o si tus zapatos hacen juego con tu bolso, y si has repetido jersey en lo que va de semana.

Su voz sale como un torrente si indaga y como un susurro si chismorrea. No falta nunca a la cita de la sal cuando tienes invitados, - hija perdona, pero me he quedado sin sal, ¿me puedes echar un poco en este vasito? Huy, tienes gente, familia, supongo, claro ¡como sois tantos! o ¿son amigos?, lo que es tener mundo, ¡se conoce a tanta gente! ¿verdad?-

-Oye, Sole, en tu casa seréis todos hipertensos ¿no? ¡con toda la sal que consumís!- y ella se ríe diciendo - ¡qué cosas tienes!.

Se muere por enterarse por qué se han divorciado los del cuarto y por comentar con quien se ponga a tiro, que Elisa, la del segundo se ha comprado un deportivo y debe seis meses de comunidad.

Su fijación es el portero, su enemigo inseparable, el que le quita la palabra de la boca y con quien compite para ver quien lanza la noticia estrella de la semana. – La chica que entró el otro día con José Luis, el del sexto, no es una amiga de su hija, como pensábamos…..¡es un apaño que se ha echado!- le dice el portero bajando la voz y depositando las palabras en la oreja de Coti, mientras ella se tapa la boca para evitar que salga ni una pizca de ese placer que le eriza la piel cuando mete las narices en las vidas ajenas.

Yo la siento tras su puerta, mirando por la mirilla cada vez que salgo de casa, y mientras espero el ascensor, oigo toser a su marido, echando los pulmones sobre el cuadernillo de crucigramas que le salva la vida cada día desde que le jubiló el enfisema y sobre el librito de sudokus que le hacen olvidar a esa chica de la foto que se fue un día sin dejar señas y a ese chaval que iba para Notario y se quedo en ratero cuando le juró amor eterno a la cocaína.

-Cállate, Pepe, tose más bajo, ¿no ves que te va a oír? , y de ahí a pensar que nos van mal las cosas porque estás enfermo y no trabajas, hay un paso.-

-¡Ay señor! ¡Qué difícil es para la gente discreta vivir entre tanto cotilla!-dice suspirando, mientras vuelve a apretar su nariz contra la puerta, acomodando nuevamente su ojo en el punto de mira.