DOCE UVAS


No quisiera terminar el año sin dedicaros unos momentos a todos los que os asomáis a esta ventana, tanto los que lo hacéis en silencio, de puntillas, sin dejar huella, como a los que opináis, comentáis y aportáis vuestro pequeño granito de arena con frecuencia.

Con todos vosotros quiero tomarme las doce uvas, aunque todavía no sean las doce. Ay! doce, doce, el doce está presente en nuestras vidas ….12 meses del año……..12 signos del zodiaco…..12 apóstoles…….12 horas de día…..12 horas de noche……12 hombres sin piedad…….12 estrellas en la bandera de la Unión Europea ….12 cascabeles que llevaba el caballo de Joselito……. y doce uvas con doce deseos para todos vosotros

Fuerza para encarar el año con decisión y ganas.
Entusiasmo para sazonar cada momento que vivas.
Luz para iluminar tus sombras
Ilusión para seguir caminando
Zambombas y panderetas para alegrar estas fiestas

Amor por encima de todo y a todo
Ñandutíes y gasas para recibir el Año Nuevo
Ojo avizor para que no se te escape ni un buen momento sin disfrutarlo

2 copas de cava, la tuya y la mía, para brindar por la amistad
0 espacio para las rencillas y amarguras
1 deseo de paz y felicidad
1 abrazo fuerte.

EL SUSURRO DEL DUENDE (76ª entrega)


Chelo les esperaba impaciente en la cocina, moviéndose de un lado a otro, con su frente pegada al cristal de la ventana, a cada instante. Cuando por fin vio detenerse el taxi en la puerta, salió de casa y corrió a su encuentro.

Abrió con ímpetu la puerta trasera del vehículo, gritando – ¡Ay mi chica!, ¡ay mi chica!, ¡que ya está en casa! - Arrebató a la niña de los brazos de su madre, la sacó en volandas del taxi, y se alejó con ella hacia la casa, dando, a voz en grito, las gracias a la Virgen del Amor Hermoso por su intercesión. Roberto pagó la carrera mientras el taxista seguía con una mirada sorprendida el recorrido de Chelo.

Roberto sintió que tenía que darle una explicación y lo hizo con lo primero que se le ocurrió – Es que la niña ha estado un tiempo fuera de casa, y ya sabe….. –

- ¡Que barbaridad! ¡ni que la hubieran secuestrado! – murmuraba el taxista mientras se alejaba de la casa.

Diana seguía profundamente dormida a pesar de los gritos de Chelo, sus abrazos y sus sonoros besos.
- ¿No le pasará nada a mi chica que no se despierta? – preguntó Chelo a Laura cuando ésta entró en casa.

- Que está muerta de sueño, nada más – respondió Laura mirando con extrañeza a su asistenta.

- Chelo……una pregunta……¿Cómo se ha enterado de que habíamos rescatado a Diana ?

La extremeña dudó un instante y titubeando, con cierto nerviosismo, contestó – Eh…..¿que como? …..porque les he visto llegar…..-

Laura se plantó delante de ella y cruzando sus brazos, le replicó con gravedad – Desde la cocina no has podido ver el interior del taxi, ¿Cómo sabías que éramos nosotros y que traíamos a Diana?

Roberto acababa de entrar, Chelo clavó su mirada en él y no respondió.
- ¿Me he perdido algo? – contestó Laura pidiendo explicaciones con la mirada.


(Continuará…..)

EL SUSURRO DEL DUENDE (75ª Entrega)


Arturo Hidalgo cayó fulminado por un impacto de bala en la cabeza. Javier Vielva, al que todos creían muerto, había conseguido, con su último halo de vida, dispararle, mientras los allí presentes contemplaban horrorizados la escena, sin poder hacer nada por evitarla. Laura sepultó la cabeza de Diana en su regazo y Roberto las abrazó a las dos con la intención de protegerlas del sórdido espectáculo que acababan de presenciar.

El susurro del duende se fue alejando cada vez más hasta que desapareció totalmente entre las sirenas que acapararon el sonido de la noche.

Estuvieron hasta el amanecer a merced de la policia y de sus preguntas. Eran muchos los interrogantes y casi ninguna las respuestas. Madrid empezaba a despertar cuando Diana, Laura y Roberto salían por la puerta de la Comisaría, libres por fin de la angustia y de los interrogatorios policiales y aturdidos aún por la intensidad de los acontecimientos que acababan de vivir.
Tomaron un taxi para volver a casa, Diana se acurrucó en el regazo de su madre y se durmió antes de que pararan en el primer semáforo.
La radio daba las primeras noticias de la mañana: “ Anoche se produjo un tiroteo en el Retiro que se saldó con dos muertos, la Policía investiga las causas, todo apunta a un posible ajuste de cuentas…..” .
- Como está el patio, ya no vamos a poder ni pasear por el Retiro, ¡ hay que fastidiarse! ¡La peña está fatal! – dijo el taxista mirando por el espejo retrovisor.
Roberto y Laura cruzaron sus miradas sin pronunciar palabra.
(Continuará…….)

ESTAMPAS NAVIDEÑAS


Fiel a su cita de todos los viernes, tomó su abrigo negro, que a fuerza de compartir inviernos, se había convertido en su segunda piel y salió de casa, cuando la ciudad aún no había despertado.
Sabía de sobra donde encontrar el mejor género de Madrid y le gustaba llegar la primera para poder elegir a sus anchas. “A ver que veo hoy ¿Una lubina? La última no salió muy buena. ¿y si pruebo con un besugo? Al fin y al cabo hoy es Nochebuena, a ver si hay alguno que me encaje”.
Entró como siempre, por la puerta de atrás, hacía nada que se había marchado el camión del pescado; miró, palpó, escogió y antes de salir eufórica con su botín, dejó la tapa del cubo de basura tal como la había encontrado.

NAVIDADES DE HIEL Y TURRON

Gorka Limotxo

Siempre me ocurre lo mismo cuando me pongo a parir una felicitación de navidad, sólo consigo escupir sapos y culebras incómodas e inconvenientes. De hecho acabo de escribir un retrato tan ácido de estas fiestas que hasta el papel, que lo soporta todo, se ha estremecido.

Buscando ese punto de equilibrio entre la protesta y los buenos deseos, este año, me paro en los que sobrecogen mi alma, en los que me calan hasta las entrañas y se convierten en un aldabonazo para mi conciencia.


A los que la suerte les dio la espalda hace tanto tiempo que ya no recuerdan el sabor de la alegría.

A los que han perdido el calor de su hogar y ahora buscan un plato caliente en los comedores de beneficencia.

A los que por más que cuentan y vuelven a contar, no llegan a fin de mes.

A los que la crisis les ha dejado sin trabajo, sin autoestima y sin ilusión.

A los que apenas les quedan fuerzas para seguir tirando de ese carro que cada día pesa más y vale menos.


A todos ellos, les deseo que encuentren en su camino la mano que les ayude, la palabra que les sane, el abrazo que les consuele y la fuerza y el coraje para descubrir que otra realidad es posible.

DOS MICRORRELATOS AL PRECIO DE UNO

Unlimited

Microrrelatos presentados en el concurso de la Cadena Ser (ReC) esta semana, no han sido seleccionados pero a mi me gustan, más el segundo que el primero, y por eso los cuelgo.
PALINDROMO

Más tarde, con el tiempo, plantaremos un árbol. Cavaremos un hoyo lo suficientemente hondo para enterrar la maleta donde transportamos nuestras miserias. Elegiremos un lugar idóneo, ni muy cerca ni muy lejos de ninguna parte, provisto de tierra fértil donde arraiguen nuestras ilusiones y florezcan nuestras esperanzas. Nos haremos el firme propósito de escribir un libro, tener un hijo y..............vuelta a empezar.



COMA

Más tarde, con el tiempo, plantaremos un árbol y observaremos juntos la inapreciable secuencia de su despertar. Cuando sus primeras hojas nos recuerden que brotan a pesar de nosotros, nos sentaremos a escribir un libro donde contar nuestras batallas, aquellas que forjamos a fuerza de creernos que así fueron. Y ya por último, tendremos un hijo que luzca tus ojos .....¿verdes? ¿pardos?. Ábrelos, por Dios, ya no recuerdo el color de tu mirada.


NO OS VAYAIS

Panteropinco

Ya sé, ya sé, os estaréis preguntando qué diablos pasa con la novela ahora que esta en la recta final. Pues os lo voy a explicar......... por un lado me invade un sentimiento de nostalgia por lo que llega a su fin, me pasa lo mismo con algunos libros, a medida que avanzo en su lectura, los empiezo a leer en pequeñas dosis para que no se terminen ............por otro lado, llegado este punto siempre me peleo conmigo misma buscando el final perfecto, la pieza del puzzle que encaje a la perfección y complete la escena, eso me conduce a constantes ejercicios de escribe, borra, escribe.

Lo dicho, me cuesta aceptar que todo se acaba y por eso se me dan tan mal los finales y las despedidas.

Si os pudiera pedir algo, esto sería un poquito de paciencia y mucha fidelidad.

Gracias,

ES NOTICIA



Oscar Albert Rius


Me pregunto porque es tan difícil contar la verdad. Nos enteramos sólo de lo que quieren que sepamos. Nos mastican la realidad, nos dicen a qué sabe y nos dan instrucciones de lo que tenemos que sentir al respecto.

Me pregunto si es que no nos damos cuenta de cómo nos manipulan, de cómo juegan con nosotros y como vampirizan nuestro criterio. Necesitan que creamos a pies juntillas en sus mentiras, porque ni siquiera ellos son capaces de digerirlas.

Ellos deciden qué es noticia, cuando y donde, lo que es importante y lo que no y nosotros nos limitamos a escuchar o leer y muchas veces a creer.

He tenido la oportunidad de acercarme al conflicto de los controladores en vivo y en directo y vive Dios que dista mucho de lo que nos han vendido.

De ahora en adelante, a mi, por favor, me dan los hechos y no se preocupen de más, ya me encargo yo de interpretarlos, gracias.

DIAS DE ZAMBOMBA Y MARIMORENA

Huahe

Hacía mucho que no paseaba por las calles del centro de Madrid, y mira por donde, fui a elegir la tarde más fría de todo el otoño, aunque debo ser poco original, porque la misma ocurrencia la tuvieron miles y miles de madrileños que se lanzaron a la calle la tarde del sábado, no sé si con la intención de matar el frío o de matar el tiempo.

Pertrechados con buen abrigo y la buena compañía de Beatriz y Paco, nos sumergimos en el ambiente navideño que se respira estos días en los alrededores de la Puerta del Sol. Una parada en La Pajarita para llamar a la suerte el próximo miércoles, dia español de la salud, como todo el mundo sabe. La siguiente en Casa Mira, para deleitar la vista con sus señoriales vitrinas y el paladar con sus turrones artesanos, de donde salimos con la cartera dulcemente maltrecha.
Un paseo por la nostalgia nos llevó a las puertas de Las Cuevas de Sésamo, y a mi ya lejana época universitaria. Y tras pegar nuestras narices en el escaparate de la pastelería de la calle del Pozo para contemplar sus doradas balanzas de mármol, sin más preámbulos, nos adentramos en la vorágine de llamativas pelucas, cabezas de reno, mimos callejeros, artistas urbanos y gitanas vendiendo lotería con recargo.
Engullidos por la multitud intentamos salir ilesos de tanto despropósito pseudonavideño y de tanta alegría fingida y refugiarnos en una taza de chocolate caliente en la Chocolatería Valor, pero tampoco pudo ser, Paco y Juan no estaban muy receptivos, el primero porque le daba igual Valor que Zahor y el segundo porque lo único que quería era alejarse de tanta locura.

Finalmente entre villancicos rocieros en la Plaza de Oriente abandonamos el ruido y el gentío, y rematamos agradablemente la noche con una cena en el barrio que me supo a calma y a agradable charla entre amigos.

Dicen que la diferencia entre un capricho y una pasión es que el primero dura toda la vida. Así que ya sabes, Beatriz, lo del chocolate tenemos que resolverlo cuanto antes, pero eso sí, cuando se pasen estos infames días de zambomba y marimorena que tanto aturden y asustan.

"No hay más que salir a la Gran Vía madrileña para darte cuenta de que si el fin del mundo no se produce hoy, ocurrirá mañana."
Álex de la Iglesia

EL SUSURRO DEL DUENDE (74ª entrega)


Diana se vio libre de las invisibles ataduras que le impedían moverse y corrió hacia Laura. Madre e hija se abrazaron entre sollozos, besos, caricias y palabras que pugnaban por salir .


Una sombra se acercó en la oscuridad, dio un pequeño puntapié al cuerpo caido en el suelo, comprobando que no se movía y se dirigió hacia donde se encontraba el duende.


-¿Qué has hecho? ¡Te has vuelto loco! ¡Le has matado! – reprobaba Roberto con voz ahogada a Arturo Hidalgo, mientras a lo lejos se adivinaba el sonido de las sirenas de la policia.

-¡Que más da! Nadie le esperaba, al fin y al cabo ha sido un estorbo desde el principio. – contestó Arturo con indiferencia.


Las sirenas de los coches patrullas se oían muy cerca y ya comenzaban a verse sus destellos en la oscuridad de la noche.


Arturo presentía que el tiempo se le terminaba y buscó al duende desesperadamente, como no conseguía verle, gritó al viento –dime donde está mi hija, porque no la has traído contigo –


De repente, la sombra que desprendia un intenso olor a tierra mojada, se colocó delante de él y le dijo: - ¿Tu hija? No se de que me hablas -


-Tire el arma – gritó un policia que acababa de salir del coche patrulla empuñando su pistola.

-Tirela al suelo y ponga los brazos detrás de la cabeza – le seguía indicando el policia mientras le encañonaba.

Arturo Hidalgo seguía esperando una pista de la sombra que ahora no sólo no veía sino que ni siquiera olía y presa de la desesperación gritó - ¿dónde la tienes? maldito cabrón –

Un nuevo disparo atravesó el silencio de la noche y algo más

(Continuará .........................)

LA RUBI


Para Sonia



Cuando encontré tu curriculo encima de mi mesa con una nota de que vendrías al día siguiente para que te entrevistara, les pregunté a Pilar y a Marisa: ¿Pero como me habéis seleccionado a esta chica? ¡no me hagáis perder el tiempo!. Tu historia profesional se limitaba a ser la imagen de una fragancia, a hacer pequeños papeles en el cine y a un par de meses de prácticas universitarias en el área de recursos humanos.

Reconozco que te recibí a regañadientes y por cortesía te invité a sentarte esperando que estuvieras nuevamente de pie y saliendo de mi despacho antes de que hubiera transcurrido un minuto, pero jugaste muy bien tus cartas, antes de que me diera tiempo a abrir la boca, tomaste la delantera y pronunciaste la frase mágica que te abrió la puerta de esta casa: - ya se que soy muy joven, ya se que no tengo experiencia, pero me siento totalmente capacitada para realizar este trabajo- .

Viniste para cuatro meses y ya han pasado catorce. Siempre dispuesta a aprender, siempre con la sonrisa en los labios, desbordando simpatía. Bien mandada donde las haya, nunca nos ofreciste un mal gesto, ni una palabra inconveniente, a pesar del vertiginoso ritmo con el que se trabaja en esta santa casa.

Hoy emprendes nuevamente el vuelo en busca de nuevos sueños, pero nos quedamos con el recuerdo de tu alegría , el sonido de tu risa y la inocente frescura de tu forma de ser.

Te has quedado con “La rubi” ya sabes, esto de ser rubia y guapa....es lo que tiene, pero también te has quedado con todo nuestro cariño y con nuestra dirección, así que ya sabes, vuelve cuando quieras.

Solo tres deseos: Que la vida te sonría como lo haces tu, Que te permita vivirla como tu quieras y Que no nos olvides.

Hasta siempre.

EL PAIS DE LOS BORDILLOS

Foto: Pedro Ballesteros



Cuando una viaja a un país como éste, ha de dejarse los prejuicios en casa si lo que pretende es disfrutar de la experiencia.

A la mirada occidental le cuesta creerse lo que esta viendo, millones de personas viviendo entre basuras, escasez y arena, sin perder la sonrisa. El egipcio es un pueblo amable y tramposo, capaz de venderte lo que no está en el mercado y hacerte creer que has conseguido el mejor precio, cuando , realmente, el negocio lo han hecho ellos.

Un pueblo que vive de su pasado, del esplendor de una época faraónica que le reporta pingües beneficios sin necesidad de ponerlo en valor, pues de esto va sobrado. Un pueblo de mujeres tapadas y hombres con estigma en la frente por la oración, un pueblo que se sienta a la puerta de su casa para contemplar la vida pasar, mientras todo se desploma a su alrededor.

Si quieres saber lo que es el riesgo, sólo tienes que ir al Cairo, que no es una ciudad, como todo el mundo cree, sino un disparate, con su contaminación, las bocinas de sus coches, los atascos, sus invisibles semáforos, ... allí uno no cruza las calles, se tira a ellas, confiando en la grandeza de Alá.

Bordillos por doquier vayas donde vayas, en las ciudades...en las pirámides.... en el barco...., bordillos por todas partes, aun cuando no haya aceras. El mundo al revés, escrito de derecha a izquierda, un mundo con barreras y sin normas, con policías y sin ladrones, con riqueza en los bolsillos y miseria en las calles, un país disparatadamente bello e irresistiblemente atractivo.

He tenido la suerte de recorrer Egipto de la mejor manera posible: Con el guía perfecto, porque para conocer un país, ha de enseñártelo alguien que lo ame profundamente, y ese ha sido Walid, un egipcio simpático y entrañable que nos ha enseñado a mirar con respeto a su pueblo y acercarnos a él...............Con la mejor compañía: Juan, Pedro, Antonio, Almudena y Guzmán, compañeros de viaje y de vida, sin ellos, nada sería igual ni siquiera este magnífico país y con un grupo de valencianos con los que compartimos barco, hotel, excursiones, taxis y comidas, que encajaron con nosotros como si de la horma de nuestro zapato, se tratara, Aurelio, Pilar, Oscar, Sonia, Nacho y Javier.

A todos ellos gracias por este maravilloso e irrepetible viaje.

EL SUSURRO DEL DUENDE (73ª entrega)


- ¿A quien persigues? ¿Contra quien luchas? – le preguntó Roberto con desprecio, al tiempo que de una rápida zancada se puso delante de él - ¿Contra Arturo Hidalgo.......contra Diana.......o contra tus propios fantasmas?. –


La cabeza de Roberto estaba a escasos centímetros del cañón de la pistola de Javier Vielva. Un escalofrio le recorrió la espalda, aún así, estaba dispuesto a jugar su última carta.

-Estabas apuntando a Diana, ¿no será que ella es tu objetivo? ¿no será que su existencia es lo que no te deja conciliar el sueño? Esa niña tenía que haber sido tu hija ¿verdad? y como no pudo ser, tampoco será de Laura ¿no es cierto? -

Javier Vielva seguía encañonándole y Roberto decidió continuar con su argumento – Tu sabias que tarde o temprano, ibas a poder tomarte la revancha, y mira por donde, te encuentras de sopetón dirigiendo esta investigación. Un golpe de suerte, te pone en el camino a Arturo Hidalgo, y ya tienes al chivo expiatorio, la excusa perfecta para que otro cargue con el asesinato de Diana ¡la coartada perfecta!

- No sabes ni lo que dices, apartate si no quieres que te vuele la cabeza – contestó el Comisario

-¿Si no es verdad lo que digo, porque no dejas que Diana se vaya con Laura? Reconócelo, vives sólo para que Laura muerda el polvo por perder el hijo que esperabas –

Javier Vielva apoyó el cañón de su pistola en la frente de Roberto, diciendo: -Eres hombre muerto -.

Un disparo rompió el silencio de la noche, despues, nada, tan solo el ruido sordo de un cuerpo desplomándose.

(Continuará) ..............................

EL SUSURRO DEL DUENDE (72ª entrega)


Laura intentaba escuchar la conversación entre Javier Vielva y Roberto, pero los gritos de Diana y su propia desesperación se lo impedían. Lo que no le pasó desapercibido es como Roberto se iba acercando al Comisario muy lentamente.

- Tal vez el que no te hayas enterado de nada seas tu – contestó Roberto sin poder reprimir la respuesta.

-Eres un imbecil, te calé en el primer momento en que te ví, no se como Laura ha podido caer en tus redes – dijo Javier Vielva con cierta crispación – Arturo Hidalgo es un psicópata, perdió a su hija y ha encontrado un repuesto en Diana y ha montado todo el paripé del duende y el absurdo jueguecito de las pistas para darle una cobertura a su coartada de llevarse a Diana.-

-Es un tio listo – siguió diciendo - ha jugado con la desesperación de Laura y se ha quitado de en medio a los que podían dar al traste con sus planes, como Esteban Herrera, ofreciéndole un caramelo que no podía rechazar, dirigir sus negocios en Bahamas. Luego el caldo de cultivo lo ha aportado un tonto como tu, salido de las montañas, que cree a pies juntillas en los elementales de la naturaleza –

Roberto extremó la precaución porque era consciente de que el Comisario estaba vigilando su lenta aproximación y porque en los últimos segundos, el arma de Javier ya no se movía buscando la sombra y apuntaba directamente a Diana.

(Continuará) ......................

EL SUSURRO DEL DUENDE (71ª entrega)


El tiempo se detuvo, la noche se alió con el misterio y Laura, inmovil, en medio de ninguna parte, a un paso de la salvación y a otro del infierno, contemplaba impotente a su hija, que intentaba desesperadamente acercarse sin conseguirlo, luchando contra una fuerza invisible que se lo impedía.


Javier Vielva empuñaba una pistola apuntando a la sombra que rodeaba a Diana, cambiando la dirección del tiro nerviosamente para localizarla según aparecía y desaparecía.

-Vete, por favor – le gritó Laura.


-Déjame recuperar a mi hija, márchate, Javier, sino te vas, la perderé para siempre –


Javier Vielva no se movió, siguió empuñando el arma y dijo con una voz grave que retumbó en la oscuridad – Suelte a la niña o disparo –

La respuesta fue una risa gutural despectiva y socarrona, cuyo eco aumentaba según pasaban los segundos.

Roberto presenciaba la escena a media distancia del Comisario. Diana lloraba lanzándo con impotencia los brazos hacia su madre y gritaba – Mamá, ayudame-


- Marchate de aquí, Javier , esta no es tu guerra – dijo Roberto acercándose lentamente al Comisario.


-Te equivocas, esta es mi guerra, no la tuya – contestó Javier Vielva sin quitar la vista de Diana, pero controlando la amenaza que se acercaba por su derecha.

-¿No te das cuenta de que no vas a poder disparar a una sombra que aparece y desaparece? No es un mortal, no le puedes matar – apuntó Roberto mientras seguía aproximándose muy lentamente.

-No te has enterado de nada, la sombra es un sicario, idiota – contestó el Comisario

-¿Un sicario? ¿De quien? – respondió Roberto.

-De Arturo Hidalgo, o ¿de verdad te creías que había un duende?

(Continuará) .........................

LA JUSTICIA DEL ABOGADO


Tarde de sábado. Siesta de pijama y orinal. Que deleite entreabrir los ojos y sentir los efectos pegajosamente placenteros del sueño, darme la vuelta y volver a dormir, sin hora y sin prisa, hasta que mi cuerpo decide que ya es momento de despertar. Me dispongo a dedicar el tiempo que me resta de tarde a escribir y leer, ¡como no!, pero un reportaje en televisión atrapa mi atención. La lucha de una madre por su hijo, que tras una operación de estética se queda en estado vegetativo y lleva veinte años pidiendo que se imparta justicia.

Me estremecen y conmueven tanto las declaraciones de esa mujer coraje como sus actos, vivir en una improvisada tienda de campaña cerca de la Puerta del Sol, durante diecisiete meses, llamando la atención para que revisen su caso.

No conozco los detalles del procedimiento y desconozco si realmente se produjo una negligencia médica o no, pero este asunto hace que destape de nuevo la caja de los truenos sobre el papel de los abogados en la justicia. ¿donde empieza nuestro encargo profesional y donde termina nuestra ética personal? Parece que un nuevo testigo apunta que si hubo negligencia, si fuera así ¿hasta donde es lícito que el abogado mantenga la inocencia de su cliente médico y arrastre a una familia a vivir por y para clamar justicia y pagar 400.000 € de costas?

Me viene a la memoria el famoso caso de la joven sevillana desaparecida hace casi dos años y cómo sus asesinos confesos han dado todo tipo de datos contradictorios sobre la localización del cadáver. ¿Hasta que punto es lícito que reciban recomendaciones de sus abogados para que actúen así? ¿Es que el derecho de defensa no tiene límite?

Pasamos por la Facultad cinco años (ahora cuatro) estudiamos todo lo habido y por haber sobre las leyes, nos exploran y juzgan la suficiencia de nuestros conocimientos mediante los exámenes, pero empezamos a ejercer sin haber aprobado el más importante: El examen de conciencia.

“Honeste vivere, naeminem laedere et jus sum cuique tribuere” (Vivir honestamente, no dañar al otro y dar a cada quien lo que le corresponde)

Ulpiano


"Mea mihi conscientia pluris est quam omnium sermo" (Mi conciencia me importa más que el discurso de todos).

Cicerón


EL SUSURRO DEL DUENDE (70ª entrega)

(Este capítulo esta dedicado a Beatriz, a quien espero le parezca lo suficientemente largo y emocionante como para contar con su fidelidad hasta el final)

Laura sacó temblorosa la rosa blanca del bolso, la desenvolvió y se la tendió a la pequeña sombra que tenía frente a ella.

- Espera – terció Roberto capturando la rosa en el mismo momento en que la iba a recibir el duende. –Tu ya has visto la rosa, pero nosotros no hemos visto a Diana ¿dónde está?-

Una risa gutural seguida de un grave gruñido les hizo dar un respingo. La pequeña sombra que olía a tierra mojada estaba moviendose a su alrededor, aparecía y desaparecía hasta que se paró delante de Laura y le dijo:

– Me has traido una rosa marchita, blanca pero marchita, no sé, no sé, si te has ganado recuperar a tu hijita. –

Laura sintió como la furia y la impotencia contenida durante todos estos días de angustia afloraban con toda su fuerza y le gritó – No juegues más conmigo, he hecho todo lo que me has pedido, he conseguido descifrar los enigmas, he cumplido mi parte de este ridiculo juego, cumple ahora tú con la tuya y devuelveme a mi hija – .

La sombra desapareció, pero la risa con olor a tierra mojada flotaba en el ambiente. Roberto y Laura, cogidos de la mano, intentaban mantener la calma, estaban tan cerca de recuperar a Diana que no querían dar ningún paso en falso.

Laura apretó la mano de Roberto, parecía que alguien se acercaba, sentía la presencia de Diana aunque aún no la veía. Tras unos segundos, vio acercarse a su hija, se soltó de Roberto y empezó a correr a su encuentro cuando el ruido de un arma cargándose la paralizó.

- Alto, Policia –


(Continuará) ......

EL SUSURRO DEL DUENDE (69ª entrega)


La noche estaba oscura, la poca luz que había, la aportaba un gajo de luna oculta entre las nubes. No había nadie en la glorieta, tan solo una pareja de novios tomaba tranquilamente un refresco en la terraza de la esquina del Paseo Duque Fernan Nuñez. El susurro del duende se hacía cada vez más patente y venía de la zona deportiva aledaña a la glorieta.


Laura podía oir los latidos de su corazón, la tensión y el miedo le hacían temblar, buscó la mano de Roberto y la apretó fuertemente. Tenían toda la atención volcada en el susurro que se acercaba. Los segundos se hicieron eternos, esperaban oirlo con más nitidez , pero esto no ocurrió. El susurro no se acercó más. Se miraron buscando el uno en el otro una consigna a seguir, y como si se hubieran puesto de acuerdo con la mirada, se acercaron lentamente al area deportiva.


No veían nada tan solo escuchaban al duende, cuando percibieron el susurro a su lado, pararon y Laura preguntó con una gran dureza en su voz - ¿dónde está mi hija? .-


Una sombra pequeña surgió inesperadamente delante de ellos y una voz senil y juguetona anunció: - te cambio la rosa blanca que yo deseo por la niña que tu pretendes-


(Continuará ........)

TOCA UN MICRORRELATO

Heart Industry

Hoy toca una de microrrelatos. Este es el que he enviado al Concurso de la Cadena Ser de esta semana. A mi me gusta, se ve que el jurado no comparte la misma opinión.


AVARUS

Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, desde que transformó el desagüe de sus miserias en el cofre de sus tesoros, es habitual encontrarla así. Se cree que no me he dado cuenta de que ha vaciado la cisterna para que nadie moje sus sueños, pero yo la he llenado de agua y he tirado de la cadena. Puedo oír sus gritos desde la calle, mientras me alejo esperando que alguien asome exultante por la alcantarilla

UNA VEZ AL AÑO

Angel M.Piñán

No se que pasa, pero siempre, llegado a este punto, me pongo a ordenar. Esta vez le ha tocado a mi mesa de trabajo, otras veces le tocó el turno al armario de mi habitación, o a la librería, o incluso a los cacharros de la cocina.

No se porqué lo hago, si por conocer que es lo que tengo y así saber qué es lo que me falta, o por deshacerme de lo inservible y andar por la vida cada vez más ligera de equipaje.

Es curioso ese interés porque todo esté en su sitio, ese afán en utilizar la palabra precisa en el instante adecuado, en que las cosas se muestren como realmente son y no como deben ser, ese empeño en no perder el tiempo en lo que no me interesa y derrocharlo en lo que me apetezca.

Debe ser fruto de la madurez esa lágrima siempre preparada para acompañar una emoción, esa risa que estalla ante lo absurdo y que te deja tan buen sabor de boca que se te olvidan los nubarrones que viven encima, ese dolor por lo sufrido y por lo perdido, que reaparece cuando menos te lo esperas.

No se que pasa, pero siempre, cuando cumplo años, me pongo a ordenar.

Si alguien está realmente interesado en saber cuantos me caen, que se atreva a preguntármelo, es fácil.

EL SUSURRO DEL DUENDE (68ª entrega)

Humanofuma

- Fuimos novios durante unos cuantos años en la facultad. Eramos muy jovenes. Un día descubrí que estaba embarazada y para mi la noticia fue como un mazazo, pero para él fue todo lo contrario, se puso a buscar trabajo y se empeñó en que nos casáramos. Para mi seguir adelante con ese embarazo era dar por finalizados mis sueños, sin, ni siquiera, haberlos empezado.


Ahí comenzaron nuestros problemas, yo le propuse abortar y él se negó en rotundo. Al final, la vida resolvió el conflicto, sufrí un aborto espontaneo cuando iba a cumplir el tercer mes de embarazo. Javier se puso como loco, me acusó de que yo lo había provocado de alguna manera. Rompimos de muy malas maneras y no le volví a ver hasta que Diana desapareció -

Se produjo un silencio entre los dos mientras seguían caminando en círculo alrededor de la fuente.

- Javier había hecho ya todo tipo de planes para nuestro hijo, que él estaba convencido que sería una niña. Se había montado ya todo tipo de películas, me decía que la protegería de todo lo malo......... que se convertiría en su guardaespaldas........en fin....... por eso cuando le volví a ver, calificó la desaparición de Diana como una ironia del destino.- concluyó Laura

-Ahora entiendo – dijo Roberto.

Se habían quedado solos en la glorieta y el tiempo transcurría sin que ocurriera nada. Roberto se paró de repente y dijo – ¡La rosa blanca! No tenemos la rosa blanca y en la segunda pista decía que nos haría falta. Tengo que ir a por ella –

Laura se dio una palmada en la frente y dijo – me había olvidado de ella – rebuscando en su bolso sacó un envoltorio de papel celofán y aluminio, - me la llevé al despacho para ponerla en mi mesa, pero como luego se precipitaron los acontecimientos me olvidé de ella. -

Roberto aguzó el oido - ¿no lo oyes?...... Es el susurro del duende....... Se está acercando - .

(Continuará......)

EL SUSURRO DEL DUENDE (67ª entrega)

Atajo de locos

Llegaron en un santiamén a la glorieta del Angel Caido, rodearon cada uno por un lado la fuente que alberga la estatua y cuando se encontraron de nuevo, se miraron esperando cada uno que el otro tuviera la solución.

La primera en romper el hielo fue Laura con la pregunta fatídica - ¿y ahora qué?-.

Roberto se mostraba nervioso y parecía desorientado, miraba incesantemente de un lado al otro, buscando respuestas, sin encontrarlas, a la vez que buscaba con la mirada la sombra que les seguía.
- No lo se, Laura, no lo se, si lo supiera, no estaría aquí parado como un pasmarote ¿no te parece?- el tono de Roberto estaba cargado de irritación y una buena dosis de reproche. Laura parecía haber tirado la toalla y a Roberto le exasperaba verla derrotada.

Estaba empezando a anochecer pero todavía quedaba gente paseando por el lugar, decidieron permanecer allí , si era el lugar acertado pronto tendrían noticias.
Cogidos de la mano daban vueltas lenta y repetidamente alrededor de la fuente del Angel Caido, mientras esperaban pacientemente que algo ocurriera.

- ¡Que bonitos son los atardeceres de Madrid! Son casi, casi, tan bonitos como los de Loya – exclamó Roberto apretando con complicidad la mano de Laura.

-Oye Laura.....me gustaría preguntarte una cosa ¿Qué relación has tenido con Javier Vielva? . No es que me quiera entrometer en tu vida, pero, tal y como se comporta, parece como si éste fuera un asunto más personal que profesional para él-.
(Continuará......)

MAL DEL AUTONOMO

La Granell

Hasta que una no pierde la voz, no se da cuenta de todo lo que le queda por decir. Sensación parecida debe sentir el que pierde una pierna y entonces se hace consciente de que no ha recorrido ni la mitad del camino que pretendía. Aunque lo mío espero sea reversible, porque sino........

¿Qué qué me pasa? Me aqueja el mal del autónomo. Es una patología que va acallando y reteniendo todos los males, virus y dolencias que aparecen durante la semana y cuando llega el viernes por la tarde los suelta con su máxima virulencia. La sintomatología dura el fin de semana, y tanto si te has curado como si no, desaparece nuevamente el Lunes, para volver el siguiente viernes, caso de tener pendiente la liquidación de agentes patógenos rebeldes.

Es una enfermedad crónica para la que no existe remedio eficaz. Investigaciones médicas apuntan que la curación puede lograrse en el momento de la jubilación, si es que has conseguido alcanzarla vivo.

Me resulta frustrante abrir la boca para no decir nada, aunque algunos se ganen la vida con ello.

Buscaré consuelo en eso de que la mejor palabra es la que está por decir.

¡Que remedio!.

EN CAPILLA

Jose Antonio Carretero

Hoy me he regalado un paseo nocturno por Oviedo, que ha despertado esa serenidad que vive sepultada en no se qué sitio escondido de mi interior, y que a determinados estímulos aflora, recordandome que sigue conmigo.


El frio de la noche me acaricia mientras voy paseando por sus calles desiertas, ni un alma por el centro de esta elegante y estirada ciudad y a pesar de ello ninguna sensación de temor me acompaña. Al bajar una calle empinada, veo una coqueta iglesia iluminada, embutida entre dos sobrios edificios, y la curiosidad me llama a atravesar su puerta abierta. Hacía mucho tiempo que no escuchaba con tanta intensidad el ensordecedor sonido del silencio. Algunos sitios de culto estan impregnados de una energía especial y éste, sin duda, es uno de ellos.


Terminado mi paseo me refugio en la soledad de una habitación de hotel, un frio lunes de noviembre y me acurruco en mis palabras para conseguir el calor que le falta a estos sitios, que son casa de todos y hogar de nadie.


Sitios de paso que no llegan a impregnarse de alma, no se si por las altas dosis de lejia que emplean para eliminar cualquier rastro o porque sus ocupantes entran por una puerta y salen por otra.


Miro por la ventana al cielo de la noche asturiana y le pido a La Santina que me acompañe mañana al juicio que me ha traido a esta bellisima ciudad, que se siente con Su Señoria y que le susurre al oido que ye mi cliente quien merez ganar. Como no interceda, estoy perdida.


(no quisieron los duendes que habitan en las redes de internet que anoche publicara este post. A quien le pueda interesar, la Santina escuchó mis plegarias y empujó a la parte contraria a negociar. tras muchas horas de yo pongo, tu quitas, se alcanzó un acuerdo y todos contentos)

EL SUSURRO DEL DUENDE (66ª entrega)


Roberto se olvidó por completo de su perseguidor en cuanto arribó la primera caseta de la Cuesta de Moyano. Los libros eran una de sus pasiones, sentía debilidad por los ejemplares únicos de ediciones especiales. Cuando conseguía hacerse con alguno, los trataba con especial esmero, acariciaba sus hojas lentamente para aspirar su textura, recorría con la yema de los dedos sus ilustraciones, como si necesitara sentirlas, además de verlas y repasaba sus letras impresas como el escribano que, celosamente, revisa la grafía de su obra.

Laura, mientras tanto, permanecía alerta, mirando a un lado y otro, intentando descubrir la identidad del que seguía sus pasos, aparentando pasear distraidamente entre las casetas, fijándose en los rostros de las personas con las que se iba cruzando, con la esperanza de encontrarse cara a cara con su rastreador.

Roberto encontró el libro de botánica que iba buscando y tras una larga ceromonia de compra, que incluyó una amena conversación con el librero sobre las mejores ediciones de flores y plantas jamas publicadas, salió con su joya bajo el brazo, volvió a la realidad y se dispuso a buscar a Laura.

Estaba feliz con su adquisición, se sentía tan eufórico como las mañanas del día de Reyes, cuando era niño. Recorrió lentamente las casetas, ojeando según pasaba su contenido, contemplando a lo lejos la valla del Retiro y de repente cayó en la cuenta.

- Eso es – exclamó. - ¡Como no me he dado cuenta antes! - Laura se acercó a él. -¿Qué pasa, Roberto? – preguntó ella. El seguía totalmente absorto en sus propias reflexiones.

- Buen retiro......el duende dijo “Buen Retiro” no “Buen refugio” - dijo Roberto excitado y recitó en voz alta la frase exacta: Buen retiro te has procurado para buscar la paz......pero no has de descansar todavía, el diablo está al acecho, ni siquiera los más antiguos tratados te ayudaran a vencerle, tan sólo te conducirán a él. -

- Buen retiro.......el diablo al acecho.....los antiguos tratados te conducirán a él .... ¿no lo ves, Laura? –

Ella le miraba intentando comprender sin conseguirlo.

Roberto concluyó: - El Retiro............ la entrada de la Cuesta de Moyano ...... La estatua del ángel caido, allí esta la clave.-

Cogió a Laura de la mano y se dirigieron rápidamente al Parque del Retiro, mientras alguien seguía discretamente sus pasos.
(Continuará .........)

UNO DE ESOS DIAS

Heart Industry

Hoy es uno de esos días en los que al caer la noche te arrepientes de haberte levantado por la mañana.

Uno de esos días que te caen como un tiesto en la cabeza y no sabes si es peor el golpe que recibes o la mala leche que se te pone.

Uno de esos días que te agarra por el cuello y te aprieta y aprieta lentamente y cuando crees que no puedes más, que vas a desfallecer, una nueva sorpresa te recuerda que aún no ha acabado.

Uno de esos días en los que el aire se vuelve tan denso que no sólo cuesta respirarlo, sino atravesarlo andando, ¡figúrate si intentas salir corriendo!

Uno de esos días que ni siquiera un espectacular bollo de chocolate puede endulzar.

Hoy es uno de esos días en los que al caer la noche te preguntas si quedará alguien más por venir a fastidiarte y te das cuenta que te ha bajado la regla y con una desinflada resignación confirmas :” Ya estamos todos”.

UN MICRORRELATO


Habrá que dar un poco de cancha a los que no seguís la novela, que sé que sois unos cuantos. Aqui va el microrrelato de esta semana de la Cadena Ser. La frasecita de inicio se las traía: Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas.


EL ARCA DE NOE


Rutinariamente intercambio sus pulseras identificativas y observo sus reacciones, veo como ladra el gato, relincha la oveja y grazna la jirafa. Tan fácil como decirles que son un perro, un caballo y un cuervo, para que se comporten como tales. Lo mismo pasa con mi familia, mi hijo cree ser mi padre y éste cree ser mi nieto. Hoy volvió la paloma con una corona de laurel en vez de una hoja de olivo,creyéndose un león. Solo pido al cielo que vuelva la lluvia para no tener que poblar el mundo con tanta confusión. Trae más cuenta morir ahogado que vivir avergonzado.

EL SUSURRO DEL DUENDE (65ª entrega)

humanofuma


Cuando volvió a su despacho, abrió la ventana de par en par, le faltaba el aire, no podía ser verdad, estaba viviendo la peor de sus pesadillas, deseaba gritar, pero se había quedado sin voz, deseaba llorar, pero se había quedado sin lágrimas, deseaba actuar pero se había quedado sin fuerzas.

Alguien llamó suavemente a la puerta, Laura cerró fuertemente sus ojos y negó con la cabeza sin poder articular palabra: “no estoy para nadie” pensó. Menos mal que la voz que oyó fue la única que podía reconfortarla en ese momento, Roberto acababa de entrar en su despacho.

Laura se abrazó a él como el que se abraza a su última esperanza, y tras unos minutos, las palabras surgieron y las lágrimas afloraron dando rienda suelta a todo lo que acababa de pasar en el despacho de Esteban.

-Vámonos a dar un paseo, hace tiempo que quiero pasarme por la Cuesta de Moyano a ver si encuentro un libro sobre plantas que es una autentica joya. Después te invito a cenar – dijo Roberto.

- No me siento con ánimos, de verdad – contestó Laura pero Roberto no aceptó un no por respuesta, la tomó de la mano y salió con ella del despacho.

Laura andaba con desgana y ausente por la calle, a pesar de que Roberto tiraba de ella con energía, sin parar de hablar.

Al doblar una esquina, ella sintió que alguién les seguía y aceleró el paso, él ya llevaba un rato mirando de reojo para atrás, mientras fingía normalidad.

-Mira que es agotador Javier Vielva – pensó ella.

-¿Qué andará buscando Arturo Hidalgo?- penso él.


(Continuará.............)

EL SUSURRO DEL DUENDE (64ª entrega)

Humanofuma

Laura se quedó contemplando la rosa blanca que reposaba en un pequeño jarrón con agua. Se había abierto totalmente y aunque aún conservaba su lozanía se adivinaba en la textura de sus pétalos un inminente deterioro.

-Todo se marchita – pensó – hasta mi energia. Si no encuentro pronto a Diana voy a enloquecer, cada día me cuesta más mantener la cordura y la calma. Todo se ha derrumbado a mi alrededor: mi relación de pareja con Luis se ha ido a pique........ tengo el despacho abandonado....... la estupenda relación profesional con Esteban se ha deteriorado........Tan sólo ha hecho falta una semana para perder lo que he conseguido en toda mi vida. ...Menos mal que tengo a Roberto.......... ¿realmente le tengo?.

El sonido de su movil la sacó de su reflexión. Estebán la estaba llamando:

- Hola Laura, ¿qué tal va todo? ¿Hay novedades en la investigación? – sin esperar la respuesta inició una nueva pregunta

-¿Tienes pensado pasarte por el despacho en estos días? Necesito hablar contigo-

- No se lo que va a ser de mi vida en los próximos segundos, como para saber lo que voy a hacer en los próximos días – respondió secamente Laura y añadió - podemos hablar ahora. -


-No, no, lo que tengo que decirte no es para hablarlo por teléfono, ¿por qué no te pasas esta tarde? – preguntó Esteban.

- De acuerdo, nos vemos esta tarde. -


Las providencias y resoluciones judiciales se amontonaban ordenadamente en su mesa. A su lado, otro pequeño montón de notas de llamadas le recordaban que llevaba varios días desconectada del despacho. No se sentía con fuerzas ni para leerse los escritos del Juzgado ni para contestar las llamadas. Marga entró en el despacho y la abrazó con cariño. Laura sintió en la fuerza de su abrazo el aprecio sincero de su secretaria y la empatia con su dolor y su angustia y se sintió momentaneamente reconfortada.

- Qué tal va todo? – preguntó Laura.

-Bueno...va. Se te echa mucho de menos – contestó Marga – además, el ambiente está raro.... No sé.... Esteban está muy raro. Está volcado en la venta de la empresa de Arturo Hidalgo y se tiran los dos, horas y horas encerrados en su despacho –

- ¿Cómo? ¡no me lo puedo creer!, pero...... ¿a que esta jugando Esteban? ¿se ha vuelto loco?, voy a salir de dudas rápidamente – dijo Laura dirigiéndose con decisión al despacho de Esteban.


Entró sin llamar en el despacho de su socio y le dijo – A ver, cuentame, que es eso de que estas vendiendo la empresa de Arturo Hidalgo –

Esteban ni se inmuto, estaba acostumbrado a las explosiones de ánimo de su socia y esperó a que bajara la marea, pero Laura parecía no calmarse.

-Estoy esperando una explicación – insistió ella.

Esteban suspiró ruidosamente y empezó a hablar: - Me voy, dejo el despacho, me marcho a Bahamas a gestionar los negocios de Arturo Hidalgo, ya he últimado la venta de su empresa en España y me ha pedido que me ponga al frente de sus negocios allí. No he contado contigo porque me dejaste muy claro que no querias saber nada del tema -

Laura no daba crédito a lo que estaba escuchando.

- qué .... qué te vas!, pero...... ¡me dejas! Y.. ¿ los clientes? ¿ el personal? –

-Me voy, pero no voy a abandonar lo que es mio, he pensado que tu te quedes con todo y me pagues un alquiler mensual por mi parte de negocio – respondió Esteban pausadamente.

- ¿tu parte de negocio? ¿un alquiler? - Laura se puso en pie y le dijo: -Esteban - guardó unos segundos de silencio y concluyó - vete a la mierda –

(Continuará ..................)

EL SUSURRO DEL DUENDE (63ª entrega)

Si, soy Pablo Valle

- Llevo toda la mañana leyendo jurisprudencia y no he conseguido nada, déjame leer la nota que tomaste - le pidió a Roberto.

- Buen refugio te has procurado para buscar la paz, pero no has de descansar todavía, el diablo está al acecho, ni siquiera los más antiguos tratados te ayudaran a vencerle, tan sólo te conducirán a él – releyó Roberto en voz alta.

- Creo que eran estas....... pero no tengo la certeza absoluta – confesó Roberto.

La mirada de Laura era el reflejo de un cansancio sostenido y una derrota recien llegada, era el espejo de un alma que ha perdido su camino, y ya no le quedan fuerzas para volver a buscarlo.

El intentó animarla pero el desaliento también le había alcanzado y se había hecho más patente tras la conversación con Arturo Hidalgo. Intentó reponerse y empezó mentalmente a colocar delante de él los últimos acontecimientos para poder observarlos desde la distancia. Decidió desandar los pasos equivocados y con el pretexto de bajar a beber agua, fue en busca de Chelo.

La encontró llorando en la cocina mientras sacaba brillo, una y otra vez, a las cacerolas.

- Chelo, perdóname, por favor siento mucho lo ocurrido – le dijo tomando sus manos.

- He perdido los nervios, llevamos mucha tensión acumulada con la desaparición de Diana y no me gustaría que nada entorpeciera su regreso –

Chelo lloraba abiertamente, limpiandose constantemente las lágrimas con el dorso de su mano y con su manga

-Si es que toa la vida ma pasao lo mismo, por mejor, por mejor y siempre la picio - decía entre hipos y llanto.

Roberto la abrazó al tiempo que le decía – saldremos de esta, ya verás, pero ni una palabra de todo esto a Laura. No puede saber que has hablado con Arturo Hidalgo ni que Javier Vielva nos pisa los talones, se derrumbaría del todo ¿estamos?.

- Chitón – contestó Chelo haciendo el gesto de cerrar su boca como una cremallera.

- Pero.... el Arturo este.... nos ayudará ¿no? El tambien ha perdio a su hija –

-No lo sé, Chelo, no lo se, no me fio de él, creo que nos puede traer más problemas que soluciones – respondió Roberto.

-Pero........- empezaba a decir Chelo, cuando Roberto la interrumpió – Tal vez Arturo Hidalgo sepa más de lo que parece de la desaparición de Diana –

Lejos de alli...............................

- Ya estoy cansada de jugar a este juego, quiero volver con mi mamá, la echo de menos. ¿Cuándo podré volver a casa ? –


- Cuando mamá venga a buscarte, todo depende de ella -

(Continuará ......................)

EL SUSURRO DEL DUENDE (62ª entrega)

Alia

Su cabeza parecía estar a punto de estallar, llevaba leídas un centenar de sentencias y su aturdimiento estaba llegando al límite. Ya no era capaz de discernir si arrojaban alguna pista de interés o no, incluso ya ni sabía lo que estaba buscando. Escondió la cabeza entre sus brazos y empezaban a aflorar sus primeras lágrimas de desesperación cuando oyó que se abría y cerraba la puerta de la calle.

Roberto entró como una bala en busca de Chelo. La encontró en la cocina ultimando un guiso de lentejas para la comida.

-¿Donde está Laura? - le preguntó.

Cuando le dijo que estaba arriba en el despacho, se acercó a la extremeña, la cogió del brazo conteniendo su irritación y en voz baja y ahogada, le espetó - ¡Como se te ha ocurrido pedir ayuda a Arturo Hidalgo! - - ¿porque no me dijiste a mi que habías hablado con Javier Vielva? ¡dime! ¿porqué? ¡se ha complicado todo!-

A Chelo le temblaba la barbilla y los ojos se le empezaban a llenar de lágrimas. Se oyó a Laura bajar por la escalera y Roberto soltó rápidamente a Chelo.

Laura preguntaba - ¿eres tu Roberto?- al tiempo que entraba en la cocina. Chelo se dió la vuelta para quedar de espaldas a la puerta y Roberto abrazó cálidamente a Laura en cuanto ésta pisó la estancia.

-¿Donde estabas? - le preguntó.

- Sali a dar un largo paseo, para que no se me olvide lo mucho que te echo de menos cuando no estoy contigo- le respondió Roberto suavemente al oido.


Laura esbozó una media sonrisa, pero no le pasó desapercibida la alteración de colores que rodeaban a la extremeña.


(Continuará) .....................

AGUA

Paco CT

Debía estar sedienta la madre naturaleza para pedir al cielo tanta agua. No se calma su sed y sigue lloviendo, la tierra ya no puede tragar más y rezuma agua por todos sus poros. En cada rincón nace una fuente, en cada cuesta un riachuelo, en cada monte una cascada, y el rio se acrece y lleva imparable sus aguas revueltas a chocar contra los desprevenidos puentes que va encontrando en su camino y me recuerda su fuerza y me escupe en la cara su poder.

Cuando cae la noche, el viento se pone de su parte y juegan conmigo, me empujan del uno al otro, como una marioneta, me mojan por fuera, me limpian por dentro. Me escondo en mi refugio al calor del hogar, donde no me puedan encontrar, pero lo hacen y una gota de agua consigue traspasar mi seguridad y resbalar por las vigas de madera que me protegen y la veo sonreír anunciando que otra viene detrás y que no tengo donde escapar.

Cada cinco segundos me recuerda que sigue ahí, que no puedo competir contra su fuerza y me relajo como lo hace el que sabe que ha perdido la batalla y me rindo a los pies de su sonido hasta que caigo en un profundo sueño.

No se me ocurre una forma más poética de definir unas malditas goteras, que habrían arruinado mi fin de semana si no hubiera sido porque la exultante belleza del hayedo en otoño, puede con todo, hasta con el agua.

EL SUSURRO DEL DUENDE (62ª Entrega)

Alia


A Roberto le gustaba perderse por las mañanas en la Casa de Campo, necesitaba respirar naturaleza viva para arrancar el día con energía. Sentía nostalgia de los amaneceres en Loya, de los sonidos del bosque, del frescor de los hayedos, y como un niño indefenso que necesita protección, buscaba el arropo y cobijo de la madre naturaleza. Solía alejarse de los caminos para no ser molestado, y cuando encontraba un lugar idoneo, practicaba distintas asanas de yoga que le ayudaban a encontrar el equilibrio entre su cuerpo y su mente.
Pero esa mañana tenía una sensación extraña, se sentía vigilado. Paró sus ejercicios en varias ocasiones, mirando en rededor intentó descubrir al intruso, pero finalmente decidió que eran imaginaciones suyas y se concentró en su práctica.

Cuando la hubo terminado, se sentó en postura de medio loto para hacer una breve meditación. En cuanto cerró los ojos, sintió una presencia tras de sí, incluso podía sentir la respiración del intruso en su cuello. Se levantó sobresaltado y se dió la vuelta rápidamente. Un hombre de mediana edad le observaba a una distancia de un par de metros, le había sentido mucho más cerca de lo que realmente estaba. De pie uno frente al otro, alerta a cualquier movimiento del contrario, observandose con la respiración contenida, midiéndose ambos, pasaron unos segundos hasta que el intruso preguntó: -¿Tu eres Roberto, amigo de Laura Semprun?-.

Roberto frunció el ceño, y adoptando una postura de resistencia con los brazos en jarras contestó:- ¿quien eres y que haces aqui?-.
El intruso levantó la palma de su mano en señal de paz y se fue acercando hacía Roberto hablando: -Necesitaba hablar contigo en privado y te he seguido hasta aquí, soy Arturo Hidalgo - dijo extendiéndole su mano.

Roberto la estrechó sin parar de mirarle a los ojos, expectante y con actitud desconfiada, le preguntó - ¿que quieres?- .

Arturo le miró unos segundos y con gran rotundidad le contestó: -Encontrar a mi hija-

(Continuará)...............

LAGRIMAS DE COCODRILO


Se cuelgan de tu conciencia y la hacen dar vueltas y más vueltas hasta que pierdes la noción de quien eres y donde estás.

Son capaces de todo con tal de salirse con la suya, se valen de su delicada salud, apelando a tu bondad, para ponerte la última en la cola del cobro. Son expertos en dar la vuelta a la tortilla y en vez de sentirse ruines y rastreros porque no te pagan los trabajos encargados, pasan la oración a pasiva y te conviertes tú en la villana que no tiene corazón al intentar cobrar, con lo mal que lo está pasando.

Conducen coches caros, viven en los mejores barrios y frecuentan los ambientes más selectos, aparentan más de lo que son y no son nada de lo que aparentan. Van por la vida dando pena a los que deben y envidia a los que aspiran a parecer y a ti, mientras tanto, te dan una palmadita en la espalda, para que tengas paciencia y no te quejes.

Ellos se creen sus propias mentiras, pero yo no me las creo, y por muchas vueltas que den a mi conciencia, no pienso perder el equilibrio, tampoco pienso perdonar los honorarios por un trabajo bien hecho, que, por suerte o por desgracia es con lo que me gano dignamente la vida. El perdón esta reservado para otros menesteres.

Yo creo que la única razón de que siempre pidan mi indulgencia a través de terceras personas es porque no son capaces de sostenerme la mirada.

EL SUSURRO DEL DUENDE (61ª entrega)

Alía


No quiso ni desayunar, Laura quería resolver el enigma cuanto antes, desde hacía unos días tenía una sensación extraña, como si estuviera en el centro de un círculo que poco a poco se iba cerrando, hasta que se convertía en una especie de agujero negro que la engullía. Necesitaba trascender ese mal presentimiento, antes de que se hiciera realidad. Se encerró en el despacho para concentrarse en la jurisprudencia del día 25 de octubre de 2004, día en que nació Diana, pero necesitaba las pistas escritas por Roberto para acotar la búsqueda.

Salió en busca de él, pero no lo encontró, en su lugar halló a Chelo, a la que percibió un poco alterada. -¿Ocurre algo?- le preguntó a la extremeña.

- ¡Que va a pasar! ¡Pos nada! – dijo encogiéndose de hombros, pero Laura percibía su nerviosismo y volvió a insistir - ¿Seguro que está todo bien? -

- ¿No le digo que sí? – respondió la asistenta, siguiendo a Laura con el rabillo del ojo.

- ¿Ha visto a Roberto? –

- No, no, no, yo no he visto a nadie – contestó Chelo exculpándose.

Laura volvió al despacho intentando recordar las palabras que el duende había dicho: " lugar de paz", "diablo" y "antiguos tratados", esas eran las ideas a perseguir que le sonaban. Se puso manos a la obra y le salieron 245 sentencias de ese día, acotó la búsqueda con las palabras : "lugar de paz", "diablo" y "antiguos tratados", y no le salió ninguna. Se puso pacientemente a leerse una a una todas las sentencias.

¿Dónde diablos se había metido Roberto? .

(Continuará) .............................

APOSTANDO POR LA PAZ


Hay palabras que a lo largo de la historia, se han ido manchando, ensuciando por las mentes que las envilecen y las prostituyen, como por ejemplo la palabra “PAZ”.

Parece que cuando hablamos de paz, nos transportamos inconscientemente al ámbito religioso. Si yo te saludo con un “La paz sea contigo” me calificarás inmediatamente de santurrona y meapilas.

Ayer estuve en el V Congreso de “Contigo somos más paz” que se celebraba en el Palacio de los Deportes de Madrid y si bien estaba de acuerdo con casi todo el contenido que allí se expuso, no puedo estar más en desacuerdo con las formas .

La mayor parte de los ponentes parecían sacerdotes arrancados de un púlpito en plena homilía que lejos de convencer, ejercían el efecto contrario, el deseo de salir huyendo en perfecta estampida.

Y es que el lenguaje que se utiliza, los símbolos que se exhiben acompañando al mensaje están pervertidos.

Estoy de acuerdo en que la paz empieza por uno mismo, está clarísimo, también estoy de acuerdo en que un mundo mejor es posible y que el futuro del cambio reside en los miles y miles de personas que anónima y diariamente con pequeños gestos consiguen grandes logros, pero...........hay maneras menos estereotipadas para vender el valor añadido que la paz aporta a nuestras vidas.

Es necesario que nos concienciemos que no es patrimonio de un grupo de románticos lunáticos e iluminados, sino que es asunto de todos, y en esto tiene gran importancia el mensaje que se lanza y como se lanza.

Si realmente lo que se pretende es que cada día haya más gente implicada en estos movimientos, habrá que convencerles que merece la pena, pero no con discursos almibarados y de devota apariencia sino con un lenguaje con el que empaticen.

Desde expresiones como “la paz sea contigo hermano” hasta “paz y amor y el plus pa el salón” hay todo un abanico de posibilidades para vender la paz como el producto que no debe faltar en ningún corazón, ni en ningún otro rincón de este planeta.

¿PORQUE ÉL Y NO ELLA?

Sebastian Dario

Las sobremesas de las cenas con amigos son el momento perfecto para la confidencia, para los chascarrillos y para el debate por el mero placer de debatir.

En la del sábado pasado nos enredamos en la discusión de si la creatividad es patrimonio de los hombres o de las mujeres o por lo menos si unos son más proclives que otras al arte o viceversa.

Como casi siempre, no llegamos a ninguna conclusión clara, tampoco lo pretendíamos, pero la mesa se salpicó de datos que hacían inclinarse la balanza ostensiblemente hacia el lado masculino. A lo largo de la historia encontramos grandes poetas, pero pocas poetisas, aun así parece haber más que pintoras frente a innumerables famosos pintores. Es fácil hacer la prueba, intenta recordar: tres pintores/ras, tres escultores/ras, tres directores/as de orquesta, tres directores/ras de cine, tres poetas/tisas. Es fácil en masculino pero ¿y en femenino?.

Se presenta como una incoherencia, parece que las mujeres siempre han tenido más facilidad para expresar sus emociones, para dar rienda suelta a sus sensaciones y fantasías, y ¿qué es el arte sino la expresión de ideas y sentimientos utilizando recursos como la música, la palabra o el lienzo? .

No se cual es la razón, tal vez “haberlas haylas y las ha habido” en toda época y lugar, pero casi nunca han llegado a la cima porque estaba vedado para ellas, tal vez tienen menos necesidad de expandir su alma, porque son espíritus libres, que raramente se encorsetan en un envarado modelo. No sé ..... ¿lo sabes tu?.

Confío, no obstante, en que este siglo XXI el panorama cambie ostensiblemente. Este mismo mes, hemos abierto boca con el premio internacional de poesía Federico García Lorca que ha recaído en la poetisa malagueña Victoria Atencia de 79 años. .........Nunca es tarde.

......Y LLEGAMOS A LOS 300!!!!!

Bleakmoul

Llevo un rato perdida en el hoja vacía de la pantalla, esperando ese momento mágico con el que sueño desde hace tiempo, ese momento en el que las palabras se unan en perfecta comunión con su intención.

Me recreo soñando que las leo a media voz, que me emociono cuando las oigo cantar la música que llevo dentro, que se me eriza la piel cuando descubro que son el espejo de lo que no se conscientemente reflejar.

Sueño que escribo ese relato al que no le falta una coma ni le sobra un párrafo, ese relato en que la vida contada se convierte en belleza relatada, y descubro sorprendida y satisfecha que lo que dice, es exactamente lo que quería decir.

Mientras tanto sigo intentándolo día tras día, y en este intento he llegado a los 300 posts con no poca ilusión y con mucha compañía. Sin vosotros no sería posible.


¡Gracias a todos!

EL SUSURRO DEL DUENDE (60ª entrega)

Alia


El Metro era un hervidero de gente a esa hora de la mañana. Chelo se apretó contra los que iban delante para poder entrar en el vagón. La mezcla del olor a humanidad con la música bacalao que emanaba de los cascos de una jovencita que viajaba a su lado, le produjeron una leve sensación de mareo –Menos mal que aquí no me caigo – pensó ella. Cuando finalmente salió a la calle, se sintió mejor aunque su estomago seguía revuelto.

Entró en la cafetería justo cuando daban las 8:00, se paró en la puerta buscando con la mirada a la persona con la que se había citado, a la que atisbó al fondo del local. Se dirigió a su mesa y antes de que la invitara a sentarse, ya lo había hecho y había empezado a soltar lo que desde la tarde anterior la estaba envenenando.

-Mire uste, no he pegao ojo en toa la noche. Yo no quiero hacerlos daño. Sólo quiero que “La Diana” aparezca. No tengo otra cosa en este mundo, son mi familia, aunque ahora esté cada uno por un lao, el Señor se ha ido pal extranjero, que, también qué oportuno, no podría haber elegio otro momento, aunque ya sabe uste que los negocios son los negocios y aunque la Señora esté con otro, que a mi me llevaban los demonios, pero que luego no ha resultao tan malo y la está ayudando mucho, aunque se meta en su cama, está ahí dale que te pego buscando a la chica. -

- De verda le digo que no se como pagar mi pecao, ese Comisario que mal rayo le parta, me acagazó con mi chico y aunque yo se que esta perdio, sigue siendo mi hijo ¿sabe uste? Ay!!! ¡maldita sea mi sombra!! Por eso le he llamao, si por mi culpa, la Señora y su futuro no pueden encontrar a La Diana, yo mihma me rebano el pescuezo. Tiene que ayudarme, se lo pido por lo que máh quiera –

- Vamos a hacer un trato, yo la ayudo a usted y usted me ayuda a mí ¿le parece? – contestó Arturo Hidalgo.

(Continuará..............)