Hasta que una no pierde la voz, no se da cuenta de todo lo que le queda por decir. Sensación parecida debe sentir el que pierde una pierna y entonces se hace consciente de que no ha recorrido ni la mitad del camino que pretendía. Aunque lo mío espero sea reversible, porque sino........
¿Qué qué me pasa? Me aqueja el mal del autónomo. Es una patología que va acallando y reteniendo todos los males, virus y dolencias que aparecen durante la semana y cuando llega el viernes por la tarde los suelta con su máxima virulencia. La sintomatología dura el fin de semana, y tanto si te has curado como si no, desaparece nuevamente el Lunes, para volver el siguiente viernes, caso de tener pendiente la liquidación de agentes patógenos rebeldes.
Es una enfermedad crónica para la que no existe remedio eficaz. Investigaciones médicas apuntan que la curación puede lograrse en el momento de la jubilación, si es que has conseguido alcanzarla vivo.
¿Qué qué me pasa? Me aqueja el mal del autónomo. Es una patología que va acallando y reteniendo todos los males, virus y dolencias que aparecen durante la semana y cuando llega el viernes por la tarde los suelta con su máxima virulencia. La sintomatología dura el fin de semana, y tanto si te has curado como si no, desaparece nuevamente el Lunes, para volver el siguiente viernes, caso de tener pendiente la liquidación de agentes patógenos rebeldes.
Es una enfermedad crónica para la que no existe remedio eficaz. Investigaciones médicas apuntan que la curación puede lograrse en el momento de la jubilación, si es que has conseguido alcanzarla vivo.
Me resulta frustrante abrir la boca para no decir nada, aunque algunos se ganen la vida con ello.
Buscaré consuelo en eso de que la mejor palabra es la que está por decir.
¡Que remedio!.
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