Roberto se olvidó por completo de su perseguidor en cuanto arribó la primera caseta de la Cuesta de Moyano. Los libros eran una de sus pasiones, sentía debilidad por los ejemplares únicos de ediciones especiales. Cuando conseguía hacerse con alguno, los trataba con especial esmero, acariciaba sus hojas lentamente para aspirar su textura, recorría con la yema de los dedos sus ilustraciones, como si necesitara sentirlas, además de verlas y repasaba sus letras impresas como el escribano que, celosamente, revisa la grafía de su obra.
Laura, mientras tanto, permanecía alerta, mirando a un lado y otro, intentando descubrir la identidad del que seguía sus pasos, aparentando pasear distraidamente entre las casetas, fijándose en los rostros de las personas con las que se iba cruzando, con la esperanza de encontrarse cara a cara con su rastreador.
Roberto encontró el libro de botánica que iba buscando y tras una larga ceromonia de compra, que incluyó una amena conversación con el librero sobre las mejores ediciones de flores y plantas jamas publicadas, salió con su joya bajo el brazo, volvió a la realidad y se dispuso a buscar a Laura.
Estaba feliz con su adquisición, se sentía tan eufórico como las mañanas del día de Reyes, cuando era niño. Recorrió lentamente las casetas, ojeando según pasaba su contenido, contemplando a lo lejos la valla del Retiro y de repente cayó en la cuenta.
- Eso es – exclamó. - ¡Como no me he dado cuenta antes! - Laura se acercó a él. -¿Qué pasa, Roberto? – preguntó ella. El seguía totalmente absorto en sus propias reflexiones.
- Buen retiro......el duende dijo “Buen Retiro” no “Buen refugio” - dijo Roberto excitado y recitó en voz alta la frase exacta: Buen retiro te has procurado para buscar la paz......pero no has de descansar todavía, el diablo está al acecho, ni siquiera los más antiguos tratados te ayudaran a vencerle, tan sólo te conducirán a él. -
- Buen retiro.......el diablo al acecho.....los antiguos tratados te conducirán a él .... ¿no lo ves, Laura? –
Ella le miraba intentando comprender sin conseguirlo.
Roberto concluyó: - El Retiro............ la entrada de la Cuesta de Moyano ...... La estatua del ángel caido, allí esta la clave.-
Cogió a Laura de la mano y se dirigieron rápidamente al Parque del Retiro, mientras alguien seguía discretamente sus pasos.
(Continuará .........)
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