NATURALEZA MUERTA


Rosa regaba todos los días las margaritas, aun cuando estuviera lloviendo. Mimaba sus violetas, las cobijaba de noche en casa y las sacaba de nuevo al sol por la mañana. A las azucenas les cantaba para que no se pusieran mustias y a las orquídeas les recitaba ripios que ella misma componía. Todo le parecía poco para sus flores de plástico.

EL PAN NUESTRO DE CADA DIA

Hacía tiempo que no veía reír tanto a mis chicas del departamento laboral al ver reflejadas en este vídeo sus penurias en las oficinas de la Seguridad Social.

Aunque parezca una caricatura no lo es, si acaso una parodia por lo que tiene de burla, pero, con todo y con eso, es el más fiel retrato de una realidad que en el despacho vivimos diariamente.


MICRORRELATO ReC

Altamar


ENCANTOS OCULTOS


A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias, me considera un cero a la izquierda, un torpe que estropea todos sus planes, por eso me esconde cuando llegan las visitas. El otro día, sin ir más lejos, me hizo pasar por una escultura hiperrealista apostada en el pasillo. Todo iba bien hasta que su ilustre invitada se empeñó en recorrer los pliegues de mi pantalón. Desde entonces viene todas las tardes a tomar el té en compañía de las más variopintas amigas y mi santa, aunque yo sea un patán, me exhibe encantada de haberse convertido en el centro de todas las envidias.

ENTRE ESTORNUDOS Y TOSES

Porporea

Se acaba este duro invierno y todo apunta a que podemos colgar el abrigo pero entramos en la primavera con la inevitable compañía de un cargamento de pañuelos para albergar esos mocos que no cesan, una tonelada de pastillas para esa tos que nos lleva hasta la arcada y un nutrido equipaje de antibióticos para cortar radicalmente la infección.

Y es que se veía venir, esos polvos trajeron estos lodos y esos malos hábitos acabaron con la frágil salud de este mundo. Tanto totalitarismo, tanta corrupción y tanta miseria consiguió que el pueblo egipcio, el tunecino, el libio, el argelino y el yemení, entre otros, se echara a las calles para luchar contra esos agentes patógenos que se llaman gobernantes.

No es por ser agorera pero no hay antibiótico eficaz contra unas bacterias letales que llevan tantos años minando silenciosamente la salud de un pueblo.

Yo cada día creo más en el poder curativo de la intención y en el papel activo que tiene el enfermo en su curación. Como muestra un botón, Islandia, se echó a la calle con las cacerolas y consiguió la dimisión del gobierno. Como no bastaba para recuperar su salud con erradicar esa tos perruna que le produjo la deuda pública y los bancos, decidió pasarse a la medicina alternativa para recobrar su bienestar y está reescribiendo su Constitución. Es posible, incluso, que darle un corte de mangas a la enfisémica Europa refuerce su sistema inmunitario.

Mientras tanto los españoles maquillamos nuestras ojeras para que no se note nuestra mala salud, nos alimentamos con la comida basura de la corrupción y nos atiborramos a tranquilizantes que adormezcan nuestras conciencias en vez de atrevernos a limpiar lo que está podrido.

Se acerca una primavera caliente y es que todavía no hemos conseguido remontar los hielos del invierno.

MICRORRELATO REC

Universallogic


MÉNAGE À TROIS


-Totalmente garantizada, se la ponemos en casa y la dejamos funcionando- apuntaba el vendedor con la inercia de un discurso aprendido. –Que su marido llega borracho, ella asume por usted sus vapores, sus hedores y sus torpes intenciones… Que lo que necesita es alguien que aguante sus ronquidos y sus tardes de futbol, ella lo hace sin perder la sonrisa y todo a un precio irresistible-.

-Mejor esto que un divorcio- pensé, así que contraté a “la otra” y desde entonces compartimos techo y colchón, aunque no sé por cuanto tiempo, esas miradas entre ellos me dicen que alguien sobra.

LOS PÉTALOS DEL INFIERNO

Simone Stefanini

No lo olvides:
caminamos por el infierno,
contemplando flores.

(Matsuo Basho)

Acababa de pasar el convoy de las siete sin que reparara en mí. Disponía de otro día por delante. En este viejo almacén de sucios cristales y techos caídos, la patrulla no buscaría ni a una rata. Aquí me refugié desde que decretaron mi busca y captura y aquí descubrí por primera vez que estaba vivo. Aprendí a llorar sobre un polvoriento cuaderno que rescaté de los escombros, descubrí cuanto te echaba de menos mientras el bolígrafo dibujaba tu ausencia en el papel y bailé con el recuerdo de tu piel en las interminables horas que pasé contigo sin que lo supieras. Hoy ha nacido una rosa entre los cadáveres sepultados bajo mis pies y me he abandonado en su olor y en tu aroma. Lo he grabado en mi memoria, quiero que sea el último recuerdo si no sobrevivo al convoy de la tarde.

EL REENCUENTRO










Hoy va de ejercicios. Este es uno de mi curso de microliteratura. Entre los requisitos estaba hablar de personajes conocidos y que incluyera la frase Mientras encendía el cigarrillo, Mario recordó....







EL REENCUENTRO

Mientras encendía el cigarrillo, Mario recordó la razón de su vuelta, esta vez no venía a contar cuentos sino a enarbolar banderas y a defender trincheras. Recién llegado de donde dicen que no se vuelve, dispuesto a soltarle cuatro frescas a su tocayo Vargas Llosa y ponerle en su sitio, no lo encontró en casa. Esparció el humo entre el desorden de papeles de la mesa y husmeó entre ellos en busca de algún cuento del peruano. Ni rastro de su arte, tan sólo el borrador de un artículo escrito en su memoria. Necesitó un largo rato para sobreponerse al reconocimiento y cariño de su colega. Benedetti evocó sus propias palabras “Que volver no implica retroceder...Que retroceder también puede ser avanzar”. El sol se anunciaba tras la montaña del alba, haciéndole olvidar la razón de su vuelta. Regresó a la otra orilla pero antes garabateó sobre el borrador -¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?- .


NO ME DEJES


Cuando ella apretaba los labios y cerraba los ojos, mi mundo temblaba y empezaba a repasar rápidamente, quizá se había enterado que le había echado lejía en la leche del gato, o tal vez Paqui, la asistenta, se había chivado del escupitinajo al vecinito de abajo o peor aún, la profe le había ido con el cuento de que la había amenazado con cortarle el pescuezo. Yo rebuscaba en el saco de mis ausencias y sólo encontraba el miedo traspasándome los huesos. Finalmente me atreví a hacerle la fatídica pregunta -¿me vas a abandonar?- y su gesto se suavizó, sus labios temblaron y una lágrima se deslizó por su rostro mientras acariciaba el mío con el dorso de su mano. Sentí que esta vez estaba a salvo. No volvería al orfanato.

QUIEN SOY


Dicen los que me conocen que tengo la habilidad de cantarle las cuarenta al que tengo enfrente sin que se me mueva ni un músculo de la cara, o llamarle “perro judío” al contrario sin elevar en ningún momento mi tono de voz.

También dicen de mí los más cercanos que nunca pierdo la calma y en eso he de darles la razón, porque nunca la he tenido, ni siquiera la he encontrado.

Y es que la imagen que los demás tienen de nosotros, a menudo no coincide en absoluto con la percepción que tenemos sobre nosotros mismos.

Vestimos tantos egos como escenarios frecuentamos, el ego que va de visita y ofrece la mejor de las sonrisas para los amigos y las mejores palabras para quien las quiera escuchar. El ego de andar por casa, ese que no admite maquillajes y que muestra nuestra cara de recién levantada, bostezando y metiéndose el dedo en la nariz. El ego más interno, ese que llora en silencio, que sufre y que tiene miedo de que mañana amanezca lloviendo o de que nunca más brille el sol como lo hace hoy.

Yo no soy ninguno de esos egos y en cambio los tengo todos. No soy nada de lo que parezco y soy mucho más de lo que siento, de lo que digo y de lo que hago.

Sea quien sea, soy, que es lo importante.

LA SIESTA DEL FACTOR


LA SIESTA DEL FACTOR

Al abrir los ojos, se dio cuenta, uno dirección Sevilla, el otro dirección Madrid, dos trenes, dos destinos, mil historias, una misma vía, una sola tragedia. Solo sobrevivió el silencio.

MICRORRELATO REC


Este es el micro que he enviado esta semana a la Cadena Ser (ReC), no ha habido suerte, pero a mi me gusta y ¿a vosotros?



HOY DE CENA: SIRENA


¿Por qué me mira así?, ¿es que no ha visto nunca una sirena de campo?, pues vaya acostumbrándose, corren malos tiempos, caballero, con tanto vertido y tanto chapapote ya no hay quien sobreviva en el mar. Aquí me tiene ganándome la vida tierra adentro, remojándome en la alberca y comiendo latas de sardinas cuando aprieta la nostalgia. Lo peor es no poder pegar ojo, con esta carestía abundan los tiburones al acecho de convertir mi cola en rodajitas y luego comérselas a la romana y es que, qué quiere que le diga, con el precio que tiene el pescado, no me extraña.