Esta mañana cuando volvía del Juzgado tomé conciencia de que en el platito de caramelos de recepción, tan sólo había un tornillo entre los restos de azúcar sobrante de unas ya devoradas gominolas. Desconozco quién lo ha perdido, tampoco me importa, pero si me llama la atención que el tornillo, llevara un par de semanas ahí y no hubiera reparado en él.
Vivimos tan deprisa que nos dejamos llevar por la inercia de lo urgente y vamos olvidando lo importante, las pequeñas cosas que nos rodean y que nos endulzan la vida: hoy son las gominolas que dejamos de reponer, mañana las plantas que mueren porque dejamos de regar, otro día el amigo que perdemos porque le dejamos de llamar y poco a poco vemos como dejamos de vivir por dejar pasar lo urgente pisoteando lo importante.
No quiero perder el placer de compartir charlas y silencios con un amigo, sin mirar el reloj. No quiero renunciar a contemplar un atardecer hasta que se pierda en la noche, sin pensar que ya tenía que estar en otro lado. No quiero acotar el tiempo a la ternura, a la contemplación, a la risa, a la amistad, a la vida.
Mañana, lo primero que haré cuando llegue al despacho, será llenar de caramelos el platito de recepción, aun a riesgo de que alguien piense que la propietaria del tornillo soy yo.
Vivimos tan deprisa que nos dejamos llevar por la inercia de lo urgente y vamos olvidando lo importante, las pequeñas cosas que nos rodean y que nos endulzan la vida: hoy son las gominolas que dejamos de reponer, mañana las plantas que mueren porque dejamos de regar, otro día el amigo que perdemos porque le dejamos de llamar y poco a poco vemos como dejamos de vivir por dejar pasar lo urgente pisoteando lo importante.
No quiero perder el placer de compartir charlas y silencios con un amigo, sin mirar el reloj. No quiero renunciar a contemplar un atardecer hasta que se pierda en la noche, sin pensar que ya tenía que estar en otro lado. No quiero acotar el tiempo a la ternura, a la contemplación, a la risa, a la amistad, a la vida.
Mañana, lo primero que haré cuando llegue al despacho, será llenar de caramelos el platito de recepción, aun a riesgo de que alguien piense que la propietaria del tornillo soy yo.
2 comentarios:
Aparte de lo que escribes, me encantan las imágenes que seleccionas. Te debe llevar tiempo encontrarlas.
La verdad es que me lleva tiempo. Hay imágenes fantásticas en la red, pero que puedas utilizar sin lesionar derechos de autor, no hay tantas.
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