Hace
ya muchas noches que Anselmo no consigue conciliar el sueño, en
cuanto cierra los ojos el ruido del agua cayendo sobre su cama e
inundando la habitación le hace levantarse sobresaltado. En el
pueblo no se habla de otra cosa: que a Marieta se le han llenado de
musgo los azulejos de la cocina; que una cascada baja por las
escaleras de Daniel y que a Bernardo le ha salido una fuente en medio
del salón. Los mayores del lugar dicen que ya sabían que esto iba a
pasar, que no se pueden poner puertas al agua ni alterar sus cauces,
pero las Autoridades dicen que solo son supercherías de viejos. Lo
cierto es que hace unos días que faltan Teodoro y Angelita y delante
de su casa ha aparecido un charco gigante en el que, si te asomas,
puedes ver sus caras pidiendo ayuda. Llueve desde hace meses y todos
miran al cielo pidiendo clemencia. Abajo, los arroyos y manantiales
se desbordan, no les gusta que toquen sus lindes.
Este año la V edición del Concurso de Microrrelatos «LEONARDO BARRIADA» tiene como tema "valle del agua". No podía resistir la tentación de escribir algo al respecto.
(Relato fuera de concurso)
3 comentarios:
Muy buen relato y actual como la vida misma. Me ha encantado. Lástima que no participes...
Besicos muchos.
Yo para otra vida me pido escribir como tú .... enhorabuena por el relato... bss
me ha encantado tu maravilloso blog
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