Los días empiezan a tomar carrerilla y se esfuman cada vez más rápido, entro en la recta final de mis vacaciones y no he hecho ni la mitad de lo que pretendía ¡siempre me pasa lo mismo!, cuando hago recuento de lo planeado y lo realizado, nunca obtengo resultados positivos.
Los tres libros que me traje para leer, siguen intactos, ni un momento para entregarme a la lectura. Mi hamaca orientada hacia las montañas, apenas me ha visto este verano. Mis solitarios paseos por el bosque no han sido tan frecuentes como hubiera deseado. El verano sabático que pedí a la Asociación como condición para seguir ejerciendo la secretaría, no ha resultado tan sabático y ayer acabé sirviendo vinos y pinchos ibéricos tras la barra de un improvisado bar en el marco de unas jornadas gastronómicas que habíamos organizado.
Nunca aprendo, sin darme cuenta me sigo metiendo en todos los charcos, y cuando soy consciente de ello ya no tiene remedio. Creo que el año pasado por estas fechas escribía lo mismo, se ve que esto es una asignatura pendiente que no acabo nunca de aprobar.
Atrás quedaron las expectativas de un verano tranquilo dedicado a mi misma, he escuchado más la voz de los otros que la propia, he consolado y compartido lágrimas y penas ajenas, y me he dedicado, en definitiva, como todos los veranos a ejercer de quijote, erigiéndome en feroz luchadora contra las injusticias, practicando la locura bondadosa, diciendo las verdades sin temor a las consecuencias y, como no, nadando contra corriente y complicándome la vida por el simple placer de hacerlo.
No tengo remedio, está visto que no puedo conmigo.
Los tres libros que me traje para leer, siguen intactos, ni un momento para entregarme a la lectura. Mi hamaca orientada hacia las montañas, apenas me ha visto este verano. Mis solitarios paseos por el bosque no han sido tan frecuentes como hubiera deseado. El verano sabático que pedí a la Asociación como condición para seguir ejerciendo la secretaría, no ha resultado tan sabático y ayer acabé sirviendo vinos y pinchos ibéricos tras la barra de un improvisado bar en el marco de unas jornadas gastronómicas que habíamos organizado.
Nunca aprendo, sin darme cuenta me sigo metiendo en todos los charcos, y cuando soy consciente de ello ya no tiene remedio. Creo que el año pasado por estas fechas escribía lo mismo, se ve que esto es una asignatura pendiente que no acabo nunca de aprobar.
Atrás quedaron las expectativas de un verano tranquilo dedicado a mi misma, he escuchado más la voz de los otros que la propia, he consolado y compartido lágrimas y penas ajenas, y me he dedicado, en definitiva, como todos los veranos a ejercer de quijote, erigiéndome en feroz luchadora contra las injusticias, practicando la locura bondadosa, diciendo las verdades sin temor a las consecuencias y, como no, nadando contra corriente y complicándome la vida por el simple placer de hacerlo.
No tengo remedio, está visto que no puedo conmigo.
7 comentarios:
A ver si lo he entendido.
¿No te has tomado vacaciones de tí misma?
No sé si es bueno o malo, pero sí habitual,entre todos nosotros.
No obstante, te echábamos de menos.
Besos.
Pues no, yo no me tomo vacaciones de mi misma, me caigo simpática y estoy a gusto conmigo misma. Tan sólo procuro descansar de mis ocupaciones y dedicarme a mis devociones, y eso es lo que no he conseguido.
Besos
Estimada Hidalgo, no entiendo el lamento del placer de la autoflagelación.
Piensa en lo triste y aburrido de tu verano planeado. Tu y tres libros que ya leeras, pues la ventaja de los libros es que siempre estan ahí esperando.
Tu y el bosque solitario mirando tu ombligo, por cierto ya lo tienes muy visto, os conoceis de hace tiempo.
Has disfrutado de la esencia del ser humano vivir en sociedad, haciendo algún traje que otro, recordando tiempos pasados.....
Por tanto, nada de excusas y a currar. Tu discurso hule a despresión posvacacional y te estas buscando una semanita más de vacaciones y eso no pude ser que la cosa esta muy mal.
¡que mala es la envidia! eso de que los demás sigan de vacaciones....... que mal se lleva ¿verdad?. Lo mio no es depresión postvacacional es desesperación prelaboral.
Esto huele ya a pretemporada.....
No sé si se han reforzado los equipos, pero observo que los pilares fundamentales de cada uno de ellos, siguen igual, fieles a su estilo de juego....
¡Venga, a por la próxima temporada!
No sabes hasta qué punto me identifico contigo en lo que cuentas en este artículo. Seguro que me crees.
Elena, te creo a pies juntillas. Estamos hechas de la misma pasta
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