LA LEYENDA DEL LAUREL
—Con ser selva, o río, quizás ciudad, no me basta, no me vale con ser el agua que bebes, la tierra que pisas ni el aire que respiras, con eso no tengo ni para empezar, quiero ser tu beso en mi boca, tu piel bajo mi caricia y tus caderas cuando me reciben. Quiero dejar de ser un Dios para convertirme en la ninfa que eres y abandonarme en la magia de tu belleza-
Dafne huyó despavorida ante la sorpresa de Apolo que decidió seguir su huella. Ella se convirtió en árbol de laurel para que no pudiera poseerla y a él no le quedó otro remedio que coronarse con sus hojas para mostrar al mundo que había triunfado.
(Este microrrelato se ha hecho con el primer premio por votación popular de la Cofradía del Cuento Corto dentro del Concurso de Minificciones en Cadena que se celebra quincenalmente. También ha merecido una mención del jurado literario. La frase de partida era : "Con ser selva, o río, quizás ciudad" . Estoy en racha... días de mucho, vísperas de nada)