vm_ramos
Ayer volví a hacerlo, me quedé en el bosque hasta que llegó la noche. La luz del atardecer me seduce de tal manera que no puedo escapar a su magia, tampoco pueden las hojas del hayedo que se estiran y se entregan a los últimos rayos de sol, los mismos que erizan la hierba del sendero y hacen brillar los hilos tejidos por las arañas, que se tensan y destensan como la cuerda de un violín con los sonidos lejanos de los cencerros.
Los últimos destellos de luz se acurrucan en los majestuosos picos que rodean el bosque cubriendo las rocas de sábanas naranjas, hasta que se duermen y sueñan en las estrellas.
Y presidiendo el milagro, el silencio...
Por solo contemplarlo ha merecido la pena vivir.
11 comentarios:
Ainsss, Esperanza. Esa hermosa linea de naranja en el horizonte, que maravilla...Me transportas a tu bosque, yo también me quedaría dormida tapada con sábanas tan preciosas y soñando con estrellas.
Besos desde el aire
Esas sábanas naranjas con las que describes la puesta de sol....hoy me ha dado felicidad leerte. Se nota que formas parte del lugar en el que estás. Hay feeling. Es como si hubieses puesto parte de tu felicidad en las letras. Disfruta. Un abrazo.
Es un hermoso instante, Esperanza. Y presidiendo el milagro, el silencio... algo que escasea mucho.
Gracias por permitirme escuchar ese silencio.
Besitos
Siempre me ha gustado el mar que se traga los soles al anochecer, como tu relato, muy esperanzador... jeje
Abrazos!!
Bellísima prosa poética, Esperanza.
Has pintado un cuadro tan vívido que yo he estado allí, palpitando en tu semblanza.
Besos
ROSA que bien que sientas el bosque junto a mí.
Muchos y frondosos besos
MONTSE me reconforta que hayas captado mi felicidad, son instantes mágicos muy difíciles de retratar.
Muchos besos desde mi bosque.
ELYSA que bien que hayas percibido el silencio conmigo, es muy gratificante leer esto.
Un abrazo,
SUCEDE es espectacular como el atardecer se convierte en noche entre estas majestuosas montañas.
Un abrazo,
PATRICIA qué bien que lo hayas vivido tú también, es mi mayor recompensa.
Un verde abrazo,
No cuesta nada sentir lo que has descrito tan poéticamente.
Ni imaginar lo que tú has podido sentir al ver desplegarse a la naturaleza.
Un abrazo compañera
Desde luego, la naturaleza está llena de estos fugaces preciosos momentos que justifican vivir. Lo demuestran tus hermosas palabras.
Un abrazo
Escritora estas confidencias tuyas son hermosisimas, siempre con ese amante bosque en el que te rodeas. Magnifico.
Un abrazo.
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