COMO UN LAMENTO (47º Entrega)

Foto: Mazintosh


Gabriel se había ido del Café Vestal después de pedir disculpas a los camareros y al encargado que se había acercado por el revuelo. Cabizbajo y apesadumbrado salió a la calle, la oportunidad que llevaba años esperando se había esfumado en un instante por una aparición inoportuna. ¿quién sería ese energúmeno?.

Le resultaba muy violento utilizar sus técnicas marciales en público y mucho menos para inmovilizar a alguien, pero no le había quedado más remedio ¿qué relación tendría con Ángeles?

Cuando llegó a casa se dio cuenta de que se había dejado la orquídea y el libro en el café, pero no se sentía con ganas de volver, ya volvería a por ellos en otro momento.

Necesitaba soltar toda la frustración que sentía por lo que acababa de ocurrir, se cambió de ropa, se puso el pantalón de sipalki y empezó a hacer un duro entrenamiento teniendo por contrario a su propia rabia. Cuando ya hubo terminado con ella, remató la catarsis bajo la ducha para que el agua arrastrara cualquier resto de cólera que pudiera quedar.

Después buscó en el fondo de su armario el violín que le había acompañado desde que tenía uso de razón y que había sepultado junto con su pena la noche que murió Laura, su mujer, lanzándose al vacío. Lo afinó, y poco a poco empezó a sacar la música que había en él, y terminaron llorando juntos las lágrimas atrapadas durante estos años. Se mantuvieron en estrecha comunión hasta que el timbre de la puerta le devolvió al salón y al viernes por la noche.

Abrió la puerta y allí estaba ella.

Continuará ........................................

LA PEÑA ESTA FATAL


¡Lo que cambian las cosas! Si antes en el despacho siempre tenía a mano la colección de códigos legales por si tenía que tirar de ellos para solucionar alguna consulta, ahora lo único que me hace falta es la caja de pañuelos de papel.

Y es que hay mucha gente que no viene buscando consejo, sino consuelo. Necesitan que les escuches, te cuentan lo mal que se encuentran , lo mucho que sufren y cuando se te ocurre meter una pequeña cuña jurídica de solución de su problema, te miran sin verte durante unos segundos y reanudan su cantinela, sin haber escuchado ni una sola de tus palabras.

Un psicólogo puede pensar que es un caso claro de intrusismo profesional, pero se equivoca, sólo les prestó los pañuelos de papel para que lloren a gusto.

Ahora que si un cura me acusara de meterme en su terreno no estaría muy errado. Mi oficio cada vez se parece más a los servicios clericales que te ofrecen en cualquier iglesia.


Ellos le llaman feligrés, yo cliente; ellos utilizan un confesionario, yo una mesa de cristal; ellos lo resuelven con un par de padrenuestros y un avemaría, yo con unos cuantos artículos del Código Civil; el feligrés sigue pecando y el cliente errando. El feligrés expía sus culpas con un donativo en el cepillo y el cliente espera volcar sus miserias sin que le cepilles el bolsillo y al final, tanto el uno como el otro persiguen lo mismo, que les escuches, que les ayudes, aunque no se dejen, y en última instancia que se produzca el milagro.

Como dice mi amiga Almudena “definitivamente la peña está fatal”.

COMO UN LAMENTO (46º Entrega)

Imagen: Shakespearesmonkey


El cordón policial no le dejaba avanzar, tampoco sabía si quería hacerlo. Sintió una nausea que le subía hacía la boca. Tenía frente a sí una esperanza frustrada, una ilusión destruida y el final de una historia que ni siquiera había empezado. ¿porqué la vida se empeñaba en golpearla de esa manera? ¿por qué todo era tan difícil para ella? .

No le había dado tiempo de darle una explicación a su poeta urbano, tras la patética aparición de Nacho en el café y ahora ya era tarde.

Una señora que decía haberlo visto todo, relataba a la policía como el hombre atropellado venía por la acera, totalmente ausente, con una flor y un libro en la mano y la mirada perdida y como repentinamente se lanzó delante de la furgoneta cuando ésta pasaba, sin que ningún transeúnte pudiera evitarlo.

Ángeles quería irse a casa pero el cordón policial se lo impedía, estaban esperando que llegara el Juez para proceder al levantamiento del cadáver, según comentaban dos mujeres que tenía al lado y que habían bajado a curiosear.

-¿Y quien dices que era?- le decia una a otra.

-Sí mujer, ese hombre que vivía sólo, en el portal de la Paqui, ¡como no le vas a conocer!- respondía la otra.

-Jesús, que pena, no somos nadie- volvió a indicar la primera.

Ángeles iba a retroceder para salir por otra calle, cuando apareció la Comisión judicial con el Juez a la cabeza. Se acercaron al cadáver, levantaron parcialmente la manta que lo cubría y Ángeles palideció cuando consiguió atisbar un hoyuelo inconfundible en la barbilla del muerto. Era Nacho.

La calle iba quedándose vacía, la ambulancia y los coches de policía se alejaban, los pocos corrillos de curiosos que aún permanecían, se iban disolviendo lentamente y Ángeles seguía allí, conmocionada, sin poderse mover, reviviendo una y otra vez los últimos días con Nacho.

Empezaba a llover e inició lentamente el camino hacía su casa, mientras que la lluvia iba limpiando la calle, borrando cualquier rastro de lo ocurrido aquella noche.

Entró en el portal, cogió el ascensor y en vez de apretar el botón del cuarto piso, apretó el del segundo.


Continuará ...............................

COMO UN LAMENTO (45º Entrega)

Foto: LordFerguson


Las lágrimas iban empañando sus ojos a la vez que andaba por la acera con rumbo a ninguna parte. Se sentía tan golpeada, magullada y humillada que le dolía hasta el aliento. Estaba empezando a creer que todo era un mal sueño. No podía ser que esto le estuviera ocurriendo a ella.

De repente aparecía en su vida un hombre que le hacía sentirse más viva que nunca y en cuestión de unas horas se convertía en su peor pesadilla. Su mejor amiga se había transformado en el símbolo de la traición ¿quién sino le habría dicho a Nacho lo de la cita? y por último un hombre con el que se cruzaba todos los días pero en el que nunca se había fijado, le confiesa que la lleva amando en silencio desde la primera vez que la vio, pero la magia del momento es destruida antes de que pueda tomar forma.

Ángeles recreó el instante en que Gabriel había inmovilizado a Nacho y le había derribado, sin violencia, limpiamente, sin propinarle ni un golpe y se arrepintió de haber huido sin darle una explicación a su poeta urbano, que por fin ya tenía nombre.

Necesitaba respuestas. Las palabras de la castañera volvieron a martillar sus oídos “Nada es lo que parece, tienes la llave de tu camino, tan sólo has de encontrar la puerta tras del que se esconde” “Estas muy cerca, no permitas que los tropiezos te alejen del camino. Vé a tu cita, pero recuerda: Nada es lo que parece”.

¿Qué le había querido decir? Decidió salir de dudas e ir en busca de la anciana castañera. Con paso decidido iba golpeando con sus tacones los adoquines, como si ellos tuvieran la culpa de lo que le sucedía, sus lágrimas que se atropellaban unas a otras por salir, se convirtieron en llanto y la necesidad de saber se convirtió en ansía de resolver y corrió desesperadamente hacia la esquina donde estaba el puesto de las castañas.

No había nada, el lugar donde hacía tan sólo unas horas una anciana se había dirigido a ella portando un extraño mensaje, estaba vacío, ni rastro de la castañera. Miró a ambos lados con desesperación y se dirigió a un hombre que echaba el cierre en un comercio cercano -¿Dónde está? ¿Dónde se ha ido la castañera?- El hombre se giró para ver quien le preguntaba con tanto ímpetu y respondió: -¿Qué castañera? Aquí no ha habido nunca un puesto de castañas-.

Ángeles salió corriendo en dirección a la calle donde la había visto por primera vez, tenía que encontrarla, tenia que hablar con ella. Cuando llegó a su destino, comprobó casi sin aliento, que tampoco allí había rastro alguno de un puesto de castañas.

Se derrumbó en un banco de madera apostado entre dos alcorques y se hundió en el llanto hasta que no le quedo ni una lágrima más que derramar.

Le dolían los pies, le picaban los ojos y tenía malherido el corazón. Estaba profundamente cansada, se dio por vencida y decidió irse a casa.

Su calle estaba alumbrada por las sirenas de dos coches de policía y una ambulancia aparcada en frente de su portal. Una furgoneta de reparto estaba en medio de la calzada con las puertas abiertas, bajo su parachoques delantero y entre sus ruedas una manta que tapaba una figura humana.

La policía tomaba declaración al conductor de la furgoneta, presa de una crisis nerviosa que sólo le permitía decir: -Se me echó encima, se me echo encima- -No pude evitarlo-

Ángeles se abrió paso entre el grupo de curiosos que se agolpaba en el lugar y fue entonces cuando vío la orquídea y el libro de Rilke en el suelo a pocos metros de la manta que ocultaba la silueta humana.


Continuará ..........................................

LA HUELLA DEL TIEMPO


No es tarea fácil asumir y trascender el paso del tiempo. Cuando a una la llaman señora una o dos veces, piensas que es una torpeza del que así te nombra, pero cuando te lo llama todo aquel que se cruza en tu camino, acabas asumiendo que es una evidencia.

La huella del tiempo es visible en nuestro rostro y en nuestro cuerpo, pero a mi lo que me inquietan son las arrugas del alma. Esas que no se ven pero se sienten. Esas que si no las planchas y alisas acaban arrugándote la vida.

El paso del tiempo me ha hecho más vulnerable y más sabia, me ha enseñado a través del dolor por los que se fueron, que la vida hay que beberla y vivirla con la intensidad del que es consciente de que la puede perder.

Los años me han quitado vitalidad pero me han dejado a cambio serenidad y consciencia para sumergirme y disfrutar de los pequeños placeres que se ponen a mi alcance cada día.

Si ser una señora es saber a donde te diriges, respetar y ser respetada, amar y ser amada, aceptar lo que eres y conformarte con lo que tienes, entonces, acepto de buen grado la denominación.

Cada año, por estas fechas me invade la nostalgia por lo que ya no es, pero respiro la calma por lo que es y cultivo la confianza por lo que espero que sea.

Hoy cumplo 47 años.

PALABRAS CON CORAZON

Foto: Annais

No he podido resistirme a colgar en este espacio las palabras con corazón que nos dejó Mario Benedetti en

DESDE LOS AFECTOS
Mario Benedetti (Uruguay, 1920)



Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida...
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...

Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

COMO UN LAMENTO (44ª entrega)

Imagen: Nicko.- Galeria Flickr


- Vaya, vaya, así que este es tu admirador secreto, ¡que tierno! – dijo Nacho al tiempo que Ángeles se levantaba y le decía:- Vete de aquí, por favor. -

Nacho se apoyó en la mesa y mirando a Gabriel le dijo: - Un montaje un poco rocambolesco para tirartela ¿no crees? –

Gabriel que permanecía sentado, miró a Ángeles buscando una explicación a lo que estaba ocurriendo, pero no encontró respuesta.

Ella se dirigió a Nacho y en un tono imperativo le dijo:- Márchate- pero él seguía acercándose a Gabriel hasta que le tuvo tan cerca que podía oir su respiración y entonces bajando la voz y mirándole fijamente le dijo: - ella venía a esta cita buscándome a mi, no a ti, es una zorra, te lo aseguro, me la he pasado por la piedra –

Gabriel seguía sin inmutarse y Nacho se ponía cada vez más nervioso -¿qué te pasa? ¿eres sordo?

Ángeles intentó alejar a Nacho de Gabriel , pidiéndole nuevamente que se marchara. Nacho se incorporó y tomándola violentamente del brazo, dijo: - Me voy, pero tu vienes conmigo –

- Déjala en paz – dijo Gabriel poniéndose en pie.

- ¡Mírale, el doncel enamorado al rescate de su dama!– exclamó burlonamente Nacho, empujando a Ángeles hacía la salida diciendo – pobre infeliz, no es una dama, es una furcia -

Nacho sintió que Gabriel se acercaba por detrás, soltó a Ángeles y dándose la vuelta lanzó su puño hacia la amenaza del intruso. Sin saber cómo ni por qué, se encontró tirado en el suelo, inmovilizado, con la cabeza aplastada contra el frio solado de mármol y humillado.

Ángeles se sentía profundamente avergonzada de ser la protagonista del incidente, tan sólo quería huir, alejarse de allí y aprovechó el revuelo creado por el altercado, para salir del café, dejando atrás la música del violin y la ilusión de un encuentro sorpresa.
Continuara ............................................

COMO UN LAMENTO (43ª entrega)

Imagen: hixaga

Gabriel tenía el porte de un hombre sereno y una profunda mirada de color miel. Los muchos años de entrenamiento en artes marciales se reflejaban aún en su complexión, ahora que ya había cumplido los cuarenta. Tenía una voz grave y modulada que a Ángeles se le antojó de locutor de radio y unas manos de pianista.

- Por favor- volvió a repetir él y ella finalmente se sentó diciendo: -¿Me puedes explicar que significa todo esto? -

- A ello, voy- respondió él, visiblemente nervioso.

- Me vine a vivir a esta casa hace cinco años, acababa de morir mi mujer y yo estaba totalmente hundido, no dormía, no comía, no salía y cada vez estaba peor, nada me hacía reaccionar, hasta que un día apareciste tu, en el portal, recogiendo las piedrecitas del collar que se te acababa de romper y que se habían desperdigado por el suelo ¿recuerdas? –


Ángeles asintió con una leve sonrisa.

- Ese simple gesto, ese encuentro fugaz, me marcó. Ya se que parece ridículo, pero fue así, me sentí instantáneamente atraído por ti. No se si te acuerdas, pero me puse a recogerlas contigo y te dije: - va a ser difícil que puedas reconstruir tu collar - a lo que tu me respondiste – si no lo intento, nunca lo sabré - . Recuerdo que fuimos a recoger la misma piedra a la vez y nuestras manos se encontraron y tras ellas nuestras miradas y acto seguido nuestras sonrisas. -

Ángeles recordaba perfectamente el momento que le relataba Gabriel, pero a diferencia de él, a ella no le había dejado huella.

Gabriel prosiguió: - A partir de ese momento fui poco a poco resurgiendo del pozo en el que estaba metido, ayudado de tu recuerdo, anhelando encontrarme contigo nuevamente, hasta que hace un par de años, empecé a trabajar en el turno de noche y empecé a coincidir todas las mañanas contigo cuando tu ibas al trabajo y yo volvía.

He vivido todo este tiempo, creándote, sólo me bastaban los segundos en los que te veía cada día para alimentar tu imagen y mi atracción por ti. Ya te decía en la carta que he amado apasionadamente la imagen de una Diosa en el espejo y ahora busco el cuerpo y el alma que dan vida a ese reflejo.-

Ángeles estaba impresionada por las palabras de Gabriel, por la fuerza que despedían y por el sentimiento que las inspiraba, pero no estaba dispuesta a bajar la guardia, y por ello, rompiendo la magia del momento preguntó:-¿Cómo conseguiste mi correo electrónico? -

- Me lo dio tu madre hace unos meses, para que te adelantara la previsión de derrama por obras que hay que hacer en la Comunidad de Propietarios, yo pertenezco a la comisión de vecinos que se ha creado para ello. –

- Sé que quizá no he utilizado el mejor método para acercarme a ti, pero necesitaba aterrizar en tu vida poco a poco, y no sabía como hacerlo sin que tu salieras huyendo. –

Gabriel paró de hablar y clavó su mirada en alguien que acababa de acercarse a la mesa y estaba justo detrás de Ángeles. Ella se dio la vuelta y comprobó con estupor que era Nacho.

Continuará ...............................................

COMO UN LAMENTO (42ª entrega)

Foto: Ciudadano poeta.- galeria flickr (Curioso que haya tantos poetas en la novela)

Allí estaba él, Gabriel, esperándola, recibiéndola con el corazón encogido por el miedo a no ser correspondido, trayendo consigo, además de una orquídea y un libro de Rilke, una pasión que de tanto respirarla se había convertido en su razón de ser, y una ilusión tan frágil e intensa, que igual podía convertirse en realidad que estallar en mil pedazos.

Alli estaba ella, de pie, frente a él, como una diosa, más bella que nunca, con esa mirada triste y profunda que le había robado el corazón, y con una expresión de asombro, imposible de disimular, que se iba transformando por momentos en un gesto de incredulidad y enojo.

No se podía creer lo que le estaba pasando, Ángeles nunca pudo imaginar que su misterioso poeta urbano, fuera él, su vecino del segundo. Tras superar el asombro inicial, le quedó la sensación de que la vida le estaba gastando una broma y dejó caer sus hombros hacia delante, haciendo una ruidosa expiración y sin cruzar palabra alguna con Gabriel, se dio media vuelta con intención de marcharse.

Él alcanzó su muñeca y la retuvo con suavidad: -Espera, no te vayas, por favor- -Déjame que te explique-


Ella mantenía su actitud de marcharse, pero él insistió apretando un poco más su muñeca – Por favor –

Ángeles sintió la fuerza de la mano de Gabriel sobre ella y antes de que pudiera rebelarse, él la retiró lentamente, dejando que su dedo índice fuera escurriéndose por la piel de su brazo, acariciando por primera y última vez una ilusión que nunca tomaría cuerpo.

La suavidad de su caricia y la ternura de su retirada, le hicieron interesarse por ese desconocido con el que se cruzaba durante unos segundos casi todas las mañanas y al que nunca hasta ahora, había prestado atención.

Continuará ...............................................

AMIGOS Y RESIDENTES EN ...................


Una cree que ya lo ha visto todo en el mundo de la justicia, pero nada más lejos de la realidad, nunca sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, porque algunos (dejémoslo en algunos) de nuestros jueces, esos ilustres seres investidos de la noble e insigne facultad de administrar uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad, también tienen el don de superarse a si mismos y de qué manera.

Pongamos que hablo de un litigio que se ventila en un juzgado de una capital de provincia. Mi despacho se encarga de la defensa de una de las partes, y nos toca jugar en campo contrario. El otro abogado, hombre maduro, con despacho en la zona noble de su ciudad, y que ostenta la categoría de Don, tiene toda la apariencia y modos de un gentleman, si no fuera porque al hablar no respeta la distancia de seguridad.

Pongamos que a lo largo del procedimiento, apreciamos que el Juez muestra una clara inclinación a favor de la parte contraria, que juega en casa, diciéndole al “gentleman” en el estrado y en nuestra presencia: “magnífica defensa, Sr. Letrado, páseme una copia de la instructa ( latinajo utilizado en nuestra jerga para definir la chuleta que usa el abogado para desarrollar los argumentos de la defensa)" o cuando esta parte propone una prueba, que consiste en que el contrario presente un documento y Su Señoría se dirige a él y en un tono jocoso le pregunta: " se la aceptaremos ¿no?"

Pongamos que tras varios meses de mosqueo reconcentrado por nuestra parte por lo ya expuesto y porque el “gentleman” hace caso omiso de la prueba finalmente admitida y no aporta nada de nada, ante la pasividad absoluta del juez, que no hace ni puñetero caso a nuestros requerimientos, nos llega un escrito del Colegio de Abogados de esa ciudad, alertándonos de que el “gentleman” esta inhabilitado para ejercer desde hace más de un año.

Pongamos que el Juzgado es informado también de la imposibilidad de subirse a los estrados del susodicho letrado y en vez de anular el juicio, nos da traslado a las partes para que aleguemos lo que a nuestro derecho convenga.

Pongamos que llevamos meses con dimes y diretes por escrito y Su Señoria todavía no ha tenido a bien anular el juicio.

Pongamos que tengo que convencer a mi cliente de que no se avalance sobre la autoridad togada y se lie a golpes contra todo lo que se menee y que luzca toga con puñetas.

Digamos que si algo está claro es que el gentleman y el juez son amigos y residentes en Vitoria, que rima con escoria, o en Extremadura que rima con basura o en Andalucía que rima con sinvergonzonería, o en la ciudad que tu elijas que rima con sabandijas.

COMO UN LAMENTO (41ª entrega)

Foto: L.Lemus


Ya había tomado la decisión de no ir a la cita, por eso intentó olvidar las palabras de la anciana castañera, pero no lo consiguió. Volvió a casa, se refugió en su habitación y encendió el ordenador con la intención de navegar por internet un rato y evadirse del pensamiento recurrente que la tenía atrapada.

No consiguió su objetivo y a medida que la tarde avanzaba se sentía más nerviosa. Probó a relajarse con música, pero tampoco surtió efecto, las palabras de la castañera le retumbaban cada vez, con más intensidad, en los oídos.

Miró el reloj, eran las 8, tras un profundo suspiro se puso en pie, sacó del armario los altísimos zapatos de ante negros que tenía reservados para las ocasiones, y el vestido negro que acababa de comprar, y se dispuso a prepararse para la cita.

Adornó su cuello y el escote del vestido con un collar de perlas, tomó su abrigo y salió en busca de su poeta urbano, aún a riesgo de encontrarse con alguien que no deseara.

Cuando llegó a la puerta del Café Vestal un escalofrío le recorrió la espalda y sintió por un instante deseos de salir corriendo.

El Café Vestal era desde hacía 50 años el lugar de encuentro de los intelectuales y artistas que habitaban el barrio. Tenía un aire bohemio y decadente, con sus mesas de mármol blanco, sus sillones de cretona roja y los espejos picados por el tiempo que adornaban sus paredes. La música en vivo de un violín suavizaba todos sus rincones.

Ángeles entró en el local y se dispuso a buscar entre las mesas y sus ocupantes al poeta urbano, buscaba a Nacho pero deseaba con todas sus fuerzas que no fuera él. Estaba llegando a las últimas mesas cuando, una pequeña orquídea y un libro de Rilke “Cartas a un joven poeta” captaron toda su atención.

Continuará ....................................

MI DECLARACION DE PRINCIPIOS

Foto: Pialet

Me declaro abiertamente partidaria de expresar lo que siento, sin cortapisas, sin censuras, sin más límite que el respeto a los demás.

Me declaro totalmente contraria al quiero y no puedo, al que dirán, al tanto tienes tanto vales y a comulgar con ruedas de molino a cambio de que me acepten.

Me declaro a favor de los pequeños gestos porque ellos son el verdadero motor del cambio social.


Me declaro en contra de faustos y oropeles porque son el maquillaje de nuestras miserias.

Me declaro más partidaria de las pequeñas conquistas que de los grandes empeños.

Me declaro abiertamente en contra de aquellos que son siempre del último que llega y de los que cambian de opinión como de chaqueta.

Me declaro partidaria de reírse de uno mismo, de no tomarse la vida muy en serio, porque, al fin y al cabo, como dice Le Luthiers , no vamos a salir vivos de ella.

Y finalmente, como decía Groucho Marx: Estos son mis principios, sino le gustan, tengo otros.

COMO UN LAMENTO (40ª Entrega)

Foto: 9dedos

Estuvo un largo rato en la ducha, permitiendo que el agua cayera sobre su cabeza refrescando sus ideas. Haber tocado el cielo con las manos para, en menos de 24 horas, bajar nuevamente a los infiernos, había sido un buen descalabro para ella.

Había decidido pasar capítulo y olvidarse de su peculiar poeta urbano, y centrar toda su atención en los proyectos profesionales que asomaban en su vida, pero su inconsciente no compartía esa decisión y se descubría a sí misma, constantemente, dándole vueltas al enojoso asunto de su admirador secreto.

Decidió salir de compras y despejarse un poco. Su madre la esperaba en la cocina y Ángeles entró a prepararse el desayuno resignada a aguantar el chaparrón. Se llevó una sorpresa cuando su madre le dijo que había pasado un par de días en casa de su hermano Carlos.
Dos días antes, cuando Ángeles salió a dar un paseo, tras discutir con sus hermanos y se encontró a Nacho, su hermano Carlos volvió a casa y recogió a su madre. Luego Doña Elvira no sabía que su hija no había dormido en casa, y Ángeles estaba tan ensimismada en sus propios acontecimientos, que la noche anterior no reparó en si su madre estaba en casa o no, cuando llegó.

A Doña Elvira le había sentado bien este cambio de aires, porque estaba de buen humor, pero Ángeles no estaba dispuesta a bajar la guardia, por si acaso.

-Bueno, ¿ya has pensado lo que vas a hacer con tu vida?- dijo su madre con una amplia sonrisa.

Ángeles se sorprendió de la pregunta y del modo en que su madre la había formulado, por primera vez le reconocía el derecho a tener una vida propia, pero, a pesar de todo, no se fiaba y respondió con otra pregunta -¿qué quieres decir?-

- pues lo que he dicho, que tendrás que hacer planes de futuro, ¡digo yo! ¡yo no voy a vivir eternamente!- indicó Doña Elvira mientras le extendía unas tostadas a su hija. –

- ¡que tendrás que echar a volar tu sola, que ya tienes edad para ello!-

Ángeles no daba crédito a lo que acababa de escuchar: - Mamá, eso es lo que llevo intentando hacer desde hace años-

-¡pues no se a que esperas!- exclamó Doña Elvira.

- a que te dieras un golpe en la cabeza y reaccionaras- murmuró Ángeles de forma ininteligible mientras salía de la cocina.

-¿Qué has dicho, cariño?- preguntó su madre.

-Nada, que te ha sentado bien estar en casa de Carlos- contestó Ángeles y remató en voz baja:- me gustaría ver como les ha sentado a ellos.-

- No me esperes a comer- le gritó mientras alcanzaba la puerta de la calle.

Recorrió muchas tiendas, respiró el ambiente de los comercios, de los mercadillos, se paró a escuchar a varios músicos callejeros, se paseó por una feria de artesanía que acababan de inaugurar en una plaza cercana, y se tomó un par de sandwiches mientras descubría un maravilloso vestido negro en un escaparate. Entró en la tienda, se lo probó y sintió que estaba hecho para ella.

Iba paseando por la calle, satisfecha de su compra, cuando, al girar la esquina se encontró a la castañera que el día anterior le había lanzado la extraña consigna que aún le retumbaba en su cabeza: “Nada es lo que parece, tienes la llave de tu camino, tan sólo has de encontrar la puerta tras del que se esconde”

Ángeles se sorprendió porque el puesto de castañas estaba en otra calle distinta de la del día anterior. Se quedó parada ante ella e intentó preguntarle quien era, pero tan sólo le salió un balbuceo: - pe......pero....... quien ..........-

La anciana la miraba con unos ojos inmensamente grises como su pelo y con una ternura que le caló en las entrañas y la sumió en una profunda calma. Podría haberse quedado allí eternamente.

Se dirigió a ella y le dijo: “Estas muy cerca, no permitas que los tropiezos te alejen del camino. Vé a tu cita, pero recuerda: Nada es lo que parece”.

Como en la anterior ocasión, Ángeles se quedó paralizada por la extraña energía que transmitía la anciana, sin poder pronunciar palabra alguna. Tras unos instantes, reanudó su marcha, con las palabras de la castañera grabadas en su corazón.

Continuará.........................

COMO UN LAMENTO (39ª Entrega)

Foto; hireen.- galeria flickr



La melodía de su movil la rescató de un profundo sueño. Tardó una eternidad en localizar el teléfono y contestar la llamada.

- Soy Marta. -

-¿Qué hora es?- dijo Ángeles todavía desorientada.

-No me puedo creer que estuvieras durmiendo ¡¡Son las 10:30!!.-


-¿Qué día es hoy?- insistió Angeles intentando aún ubicarse.

-Es Viernes. Escucha, me ha pedido Nacho que te llame para decirte que hay un principio de acuerdo con la empresa para pagarte tu indemnización como despido improcedente. Creo que Fabo está jugando un papel importante para que te lleves todo lo que te corresponde.-

Ángeles se incorporó sentándose en la cama intentando asimilar la información que le acababa de dar Marta. Tras unos instantes que necesitó para despejar su mente le preguntó:

-Marta ¿qué está pasando? ¿por qué te manda Nacho que me llames? ¿estás con él? Ten cuidado.-

-No pasa nada. La razón de que te llame yo en su nombre es porque él tenía un juicio y ya llegaba tarde y finalmente, no estoy con él ¿te he respondido a todas tus preguntas?-

- Si, pero sé que me estás ocultando algo y no sé porqué, Marta, ayer tuve un incidente muy desagradable con él y te prevengo para que tengas cuidado.-

-No te preocupes por mí. Oye ¿qué vas a hacer con la cita de esta tarde con tu admirador secreto? ¿vas a ir? -

-Por supuesto que no-. contestó Ángeles- ya se que Nacho es el poeta urbano y no quiero tener ninguna relación personal con él. Ójala que se arregle pronto lo de mi despido, y desaparezca de mi vida para siempre.-

¡Que barbaridad! Ayer por la mañana bebías los vientos por él y ahora no le quieres ni ver ¡ni que te hubiera pegado!!! contestó Marta con una cierta ironía. – De todas formas, ya te dije que no creo que él sea tu poeta urbano.

-¿Se lo has preguntado?- replicó Ángeles.

Marta contestó con evasivas “Te dejo que tengo otra llamada”.



Continuará..............................

COMO UN LAMENTO (38º entrega)

Imagen: Lanpernas 2.0

Ángeles sintió como la magia surgida entre los dos se rompió en mil pedazos y supo, en aquel preciso instante, que todo había sido un sueño.

Nacho intento recobrar la compostura sin conseguirlo del todo: -Perdona pero es que daba por hecho que tu sentías por mí lo mismo que yo siento por ti. -

-No des nada por hecho si no quieres sufrir un desengaño- dijo ella al tiempo que le hacía una seña al camarero pidiendo la cuenta.

Él jugando nerviosamente con los cubiertos le preguntó: -No estarás pensando en dejarme ¿verdad?-

Ángeles se pensó detenidamente la respuesta, empezaba a tener miedo de Nacho e intentaba evitar cualquier reacción violenta por su parte. Se armó de valor y le dijo: “No hay nada entre nosotros” y entonces comprobó aterrada como brotaba la sangre del puño derecho de él que apretaba con saña el filo de su cuchillo de carne.

Tenía que salir de allí, sacó de su bolso 50 € que dejó encima de la mesa y levantándose apresuradamente dijo: “Lo siento, pero me tengo que ir” . Ya salía cuando él le dio alcance agarrándola de un brazo: -Las cosas no son así ¿entiendes?, tu no me puedes dejar ahora tirado como una colilla-

Ángeles aterrorizada intentaba escaparse sin conseguirlo, mientras Nacho iba levantando cada vez más la voz –Todas sois iguales, no valéis ninguna una mierda-.

-Suéltame, por favor- pedía ella con un tono enérgico teñido por el miedo.

El maitre se acercó y con la excusa de que necesitaba su DNI para hacer el cargo en su tarjeta, se llevó a Nacho, nuevamente a la mesa, momento que Ángeles aprovechó para salir del restaurante.

Tomó el primer taxi libre que pasó y se alejó de allí sin mirar atrás.

Continuará..............................

NORMALES Y RAROS

Imagen: Cremo

Mi masajista coreana es la bomba, es capaz de colocarte la espalda en un asalto y deshacerte las tensiones musculares con una simple aguja. Su palabra preferida es “genial”, y su filosofía de vida también lo es.

Mi homeópata mantiene que las emociones tóxicas generan a la larga más muertes que los accidentes de tráfico y que la mejor medicina para erradicarlas es el perdón.

Mi reflejoterapeuta sostiene que en los reflejos del pie se encuentran todas nuestras vivencias y memorias y que es necesario amainar los vientos del pasado para evitar las tempestades del futuro.

Mi profesor de yoga insiste en potenciar la consciencia y respirarla y sentirla en cada acto de nuestra vida.

Todos ellos pertenecen a lo que gustamos en llamar “terapias alternativas” y es que cuando alguien no se ajusta a los envarados protocolos sociales, es calificado o bien de transgresor, si ejerce con vehemencia su oposición a la normalidad social aceptada o bien de iluminado si desoye las pautas marcadas y contra todo pronóstico sigue los dictados de su corazón.

Según los criterios al uso, ellos son los raros y nosotros los normales. Fíjate si somos normales que, somos capaces de hacer varias cosas a la vez, eso sí, ninguna bien, porque nos falta impregnar de consciencia lo que estamos haciendo.

Nos atiborramos de ansiolíticos y analgésicos que nos ayudan a amordazar nuestra angustia y nuestro dolor, en vez de buscar dentro de nosotros mismos el origen de nuestro sufrimiento.

Desarrollamos distintas dolencias, úlceras de éstomago e infartos de miocardio, cuando las cosas no salen como queremos, perdiendo el control y olvidando que nunca lo hemos tenido.

Regimos nuestras vidas con la cabeza y no con el corazón no vayan a pensar los demás que nos hemos pasado a la categoría de “los iluminados” y seamos objeto de mofa y regodeo público.

¡Que queréis que os diga!, me siento mucho más cerca de mi entorno alternativo que del resto de los mortales, gran parte de los cuales, avanzan por caminos que no tienen salida.

¿Quiénes son los raros?

COMO UN LAMENTO (37ª Entrega)

Foto: Guesus.- Galeria flickr

Nacho llegó puntual a la cita, salió del coche, condujo a Ángeles al asiento del copiloto y se colocó nuevamente al volante, diciendo: “te voy a llevar a un sitio muy especial a comer” . Iban charlando animadamente, cuando llegaron al restaurante.

-¿No te resulta familiar este sitio?- le preguntó él, mientras bajaban del coche. Ella miraba en todas las direcciones, intentando ubicarse, sin conseguirlo.

-¿No te suena aquella loma?- dijo Nacho apuntando a la lejanía, -aquí aprendimos a montar en bicicleta ¿no te acuerdas? Los domingos por la mañana nos traía tu padre hasta aquí.-

Como una chispa de luz saliendo de lo más profundo de su memoria, le vino una imagen de uno de esos domingos de su infancia: se vió sentada en la loma, que ahora tenía delante, enfurruñada porque el amigo de su hermano Jose, le robaba la atención de su padre que, al verla alejada del grupo, se acercó y le explicó que Nacho provenía de una familia con problemas, su padre era un animal que se hacía respetar a fuerza de golpes y su madre una pobre mujer que no era capaz de salir de ese infierno, por eso permitía que Nacho estuviera tanto tiempo con ellos, tan sólo buscaba cariño.

- ¿Te suena o no?- la pregunta de Nacho la retornó a la realidad. -Algo me suena- contestó Ángeles zanjando la cuestión.

La comida transcurrió entre los suculentos platos de cocina de autor y el relato de los duros inicios en el oficio de abogado de Nacho. Ángeles sonreía, escuchaba, pero apenas intervenía, las palabras de la castañera le resonaban una y otra vez en su cabeza.

-Tengo la sensación de que no me estás escuchando- dijo Nacho tomando la mano de Ángeles.

-No es eso- contestó ella. –Lo que ocurre es que me han pasado tantas cosas en esta última semana que aún estoy aturdida-

-¿Cómo qué?- replicó Nacho.

-Pues no sé, mi despido, que aparezcas de repente en mi vida, el encuentro de anoche........., Ángeles dejó la frase inacabada porque no sabía como abordar la pregunta de si él era el misterioso poeta urbano.

-¿y que más?- preguntó él

-No sé, dímelo tu- respondió ella.

Nacho se la quedó mirando con una cautivadora sonrisa y le respondió:- si piensas que te han ocurrido muchas cosas, espera y verás lo que la vida te va a deparar a mi lado.-

A Ángeles no le agradó esa contestación, desde que la noche anterior se había encontrado con Nacho, éste había dado por hecho que ella aceptaba todo lo que él propusiera.

¿Y que te hace suponer que voy a pasar mi vida a tu lado? no recuerdo que me lo hayas preguntado – soltó Ángeles con una sonrisa juguetona.

El rostro de Nacho se transformó, su mirada despedía una frialdad que sobrecogía y su sonrisa se tornó dura y congeló su semblante, dándole el aspecto de un perfecto psicópata.

Continuará..............................

COMO UN LAMENTO (36ª Entrega)

Imagen: Deniman.- Galeria Flickr

Iba transcurriendo la mañana y Ángeles no daba señales de vida. Arturo había pasado en varias ocasiones por el pasillo donde se encontraba su despacho y había visto que no estaba, por lo que decidió llamarla por teléfono. Al otro lado encontró una voz distante y ausente que, no obstante, parecía la de Ángeles.

-Soy Arturo, no se si te pillo en buen momento -

Si, si, dime – contestó ella al tiempo que caía en la cuenta de que se había comprometido a darle una respuesta hoy.

No se si te has pensado la propuesta de ayer- insistió él y esperó la respuesta de ella.

Ángeles titubeo al otro lado: - La verdad, es que...... mira es que....... me están pasando tantas cosas que ......-

- Ángeles ¿estas bien?- preguntó Arturo. -

-Pues no lo sé, no se si estoy bien, ni tan siquiera sé si estoy, en fin, te soy sincera, no he pensado en tu propuesta-

- No te quiero presionar, pero necesito una respuesta, tengo que solucionar ya el tema de la gestión – dijo él con cierto desánimo.

- Mira, primero tengo que ver como se resuelve mi despido y después podemos hablar de las condiciones, una vez que conozca tu proyecto, si me convence y tengo el dinero de la indemnización, a lo mejor podemos valorar que yo entre como socia. – Ángeles se sorprendió de sus propias palabras ¿por qué había dicho eso? ¡si no había pensado en ello!

Arturo también se sorprendió, pero no obstante le contestó: “Bueno, todo se puede hablar, ¿te parece que quedemos mañana viernes a cenar?

-Mañana no puedo, tengo una cita- respondió Ángeles. Arturo tenía muchas posibilidades , desde que apareció en escena, de ser el personaje misterioso que la había citado en el café Vestal, hasta que ella descubrió, la noche anterior, el libro del atril en casa de Nacho.

-Si, no me daba cuenta que yo también he quedado mañana, ¿qué tal si comemos el sábado?-

- De acuerdo- contestó Ángeles –Hasta el sábado entonces-

Apagó el teléfono y se quedó parada en medio de la calle ¿cómo se le había ocurrido decirle a Arturo que a lo mejor entraba como socia en su empresa? ¿Quién era esa castañera que le había dado esa consigna tan extraña? ¿Dónde estaba Marta, porqué se había ido de la cafetería sin decirle nada ¿ ¿Por qué había montado Nacho todo este montaje del poeta urbano?.

Su vida que, hasta ahora, había transcurrido a cámara lenta, estaba cogiendo carrerilla y la llevaba sin resuello, con la lengua fuera.

Continuará.............................