LA ESPAÑA PROFUNDA

Gonzalo Deniz

Ya no quedaba aire que respirar en la casa, ni tardes que compartir en el pueblo, todo estaba muerto, hasta la cigüeña del campanario.

Abrió la puerta del armario mientras sus bisagras gritaban la intrusión y entre el olor a alcanfor rescató unas blusas amarilleadas por el tiempo y unas faldas hartas de esperar la ocasión; las metió en esa maleta llena de sueños que vivía debajo de la cama y bajó los crujientes peldaños de madera que le conducían a la cocina.

- Padre, me voy, - él siguió comiendo sin levantar la cabeza del plato.

Ella permaneció largo rato en el quicio de la puerta, esperando un beso, un “no te vayas”, un milagro….

Después se alejó lentamente sin mirar atrás, ni siquiera se volvió cuando oyó cargar la escopeta de su padre apuntando a su espalda.

TAUTOGRAMA DEDICADO


¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS BEATRIZ !!

Avanzo años… abrazo afectos… aligero alforjas…afianzo amigos… así aspiro aire, así acaricio almas, así aliento alegrías.

Abrazos Amiga.

DIALOGO PERRUNO

Oscar Albert Rius

Ese que se acerca… ¿será el dueño?

Bahh, ¡que más nos da! ¡No va a lanzar piedras sobre su coche!

¡O si!.

Nos bajamos si eso.

¿Del mundo o del coche?

CUANDO NOS ATRAPA LA PASION


Lo nuestro, sin duda, es una relación tan intensa como tormentosa. Me digo constantemente que puedo vivir sin él, pero cuando van pasando los días sin sentirle, la inquietud se apodera de mí y la sensación de ahogo empieza a asomar amenazando con quedarse.

Este fin de semana he vuelto a su lado, no he podido resistirme más y lo he encontrado más bello que nunca, acariciado por el sol, soplado por la brisa, cantado por los pájaros, abriéndome sus brazos, esperándome…

Me abrazó, me besó en la boca y entró en mí. Me abandoné en él y en el instante, sentí como se esponjaba mi pecho, como mis músculos se aflojaban y por todos los poros de mi piel entraba la calma. Después trascendí el momento y me convertí en árbol, en arroyo, en bosque, en pájaro, en vuelo, en viento…

Mañana me volveré a marchar sin él, sin mi bosque, y me diré una y mil veces que no le necesito, que puedo vivir entre tanto asfalto y tanto ruido sin echarle de menos, y me creeré que lo creo hasta que ya no pueda respirar y entonces volveré a cobijarme en sus brazos.

(En alguna vida anterior he tenido que ser duende…hada…árbol….musgo o tal vez piedra, sino no se explica esa atracción hacia el bosque y la seducción que ejerce sobre mí)

EL BOSQUE HUMANO

Noa Velasco

Cuando le vi pensé que era un árbol, las hojas crecían en su pecho y se alzaban por las ramas hasta cubrir su cabeza buscando el sol, una gruesa corteza le cubría los brazos y se sostenía sobre diez largos dedos que se proyectaban por debajo de la tierra.

Una tormenta me hizo cobijarme bajo sus ramas, me pegué a su tronco y comprobé que respiraba, retrocedí temerosamente y descubrí que sus ojos se movían rápidamente siguiendo mi rastro. En mi huida choqué torpemente con otro que después de emitir un quejido bajó una de sus ramas y me ayudó a levantarme. Salí corriendo pero mis pies se hundían cada vez más en la tierra mojada hasta que ya no pude avanzar más y me quedé plantada en un claro del bosque.

Ayer me descubrió una niña, la sonreí a través de mi corteza. La vi alejarse mientras se convertía en arbusto.

MI SOPLO EN EL VENDAVAL

(Este es el micro que participó en el Vendaval de Microrrelatos de 2011 celebrado hoy, aprovecho para felicitar a los organizadores por tan magnífica iniciativa)



LORD HOMELESS

Acaba de llegar y ya se ha puesto el primero: se ha hecho con el mejor sitio para dormir, con las mejores tajadas en el comedor de las monjitas y le ha levantado al “Gilito” la esquina más rentable. Dicen por ahí que un día fue marqués y que perdió el título y el castillo en una partida de póker; hasta se ha agenciado al “Arrastrao” de mayordomo para que le espante las ratas y las cucarachas todas las noches. La última que se le ha ocurrido es que paremos de pedir a las cinco para tomar el té. Menos mal que a la hora prevista un vendaval se lo ha llevado con viento fresco. Se ha alejado despegando en primera clase sobre una brisa mientras se despedía con un toque en el ala de su sombrero. En los posos que dejó su taza de té se lee “Pobres”.

A LAS MUJERES DE MI VIDA

A las mujeres de mi vida


A todas las que os abrís camino cada mañana, a las que os subís a los tacones para que se oigan vuestros pasos, a las que dais portazo al miedo, a las que siempre tenéis una sonrisa en el bolso, una lágrima en la recámara y un abrazo en la chaqueta, a las que buscáis la salida sin regodearos en el fango, a las que os sentís bellas sin que os lo diga el espejo, a las que nadáis contracorriente, a las que amáis contra pronóstico, a todas vosotras… las mujeres de mi vida

A mi madre que aún me enseña cada día a disfrutar del aroma de las flores, a saborear una puesta de sol y a resguardarme de los rayos y truenos de la más oscuras tormentas.

A mi hija que apunta maneras, a su fuerza, a su rebeldía y a ese proyecto de gran mujer en que día a día se está convirtiendo.

A mis chicas del despacho que nunca me han dejado tirada entre tanta locura; en los peores momentos siempre he sentido el calor de sus manos en mi hombro.

A mis amigas con las que comparto mis más oscuras sombras y mis mejores momentos de luz.

A mis compañeras blogueras de travesía, a las que regalo mis palabras y ellas me emocionan con las suyas…

A las mujeres de mi vida.

EL CUENTO DE LA LECHERA

Oscar Albert Rius
gracias por dejarme mostrar tus magníficas fotos


- Es pequeño pero tiene dos balcones a la calle, para empezar nos sobra. La casera nos lo deja a muy buen precio porque es amiga de la familia. En cuanto pueda, dejo a Don Honorio y abro mi propia tienda de ultramarinos, luego nos compraremos un 600 y nos iremos al pueblo a pasar las vacaciones con mis padres, ya verás que bien.-

Respiró hondo, se despojó ansiosamente del guardapolvo y corrió a buscarla para contárselo y de paso presentarse. Se la encontró saliendo del portal del brazo de un militar, pasaron a su lado sin ni siquiera reparar en él.

- Bueno, vale, nos iremos de vacaciones con tus padres - murmuró como un pasmarote solitario en medio de la acera.

TRAMPA REAL


A simple vista parecía un gentilhombre, un cortesano que pregonaba a los cuatro vientos su condición de confidente del rey. Las doncellas que aspiraban servir a la reina pasaban por su casa implorando su ayuda y él tras palpar con detenimiento el porte y señorío de cada una de ellas despojadas de sus enaguas, les prometía interceder ante la soberana. Ocurrió que una noche, llamó a su puerta una recatada damisela cubierta con un manto de seda implorando su saber hacer ante la Corona. “Dejadme veros, quitaos la ropa”. La recién llegada echó su manto hacia atrás dejando al descubierto su corona. Ruidos de lanzas y espadas llenaron en un instante el zaguán. Su tiempo había concluido.


(Este Micro es mi pequeña contribución al cuarto juego del Vendaval de Microrrelatos)

LOS CELOS DE MI TOGA


Hace mucho que no le dedico palabras a mi toga, será porque sigo enfadada con ella, ese afán que tiene de ser la única en mi vida me saca de quicio.

Le he dedicado más tiempo que a nadie y todavía quiere más, en cuanto bajo la guardia se va apoderando poco a poco del hueco de mi familia y del mío propio. Desde que sabe que escribo anda chantajeándome con que corren malos tiempos para dejarla aparcada en el armario y me susurra constantemente al oído: “Sin mí no eres nadie”.

No puede soportar que a estas alturas, la comparta con un amor tardío pero intenso al que reservo mi ternura y mis instantes más cálidos.

“ A mi me debes todo lo que tienes” me reprocha oscureciendo aún más su negrura. “Es cierto, pero nunca podrás tener todo lo que soy” le respondo yo.

Nadie me ha hecho sufrir como ella, aunque hayamos vivido juntas momentos de éxtasis también hemos compartido las más oscuras tormentas.

Mi toga impone, inspira respeto, incluso temor, diría yo, pero os aseguro que debajo de ese negro y envarado ropaje se esconde un espíritu soñador en busca de la justicia que se muere de celos porque un intruso, saltándose todas las normas, haya conseguido aligerar mis alforjas y elevar mis pies del suelo.

ANGUSTIA VITAL


Después de perder la mañana, me asomé a la ventana y vi caer la tarde, se estrelló contra la acera y no pude hacer nada por evitarlo. Entonces se acabaron los días de perros y empezaron las noches en blanco.

(este micro participa esta semana en el concurso SMS de eñe)

SOR PRESA

dormil_ona

¿Y cuándo será el incendio? preguntaba insistentemente Clarita, la novicia.

-Calla y reza, holgazana- le reprendió la madre superiora- si unimos nuestras plegarias, tal vez pasen de largo y no reparen en nuestro convento-

Las turbas revolucionarias no acababan de llegar y Clarita sentía que el tiempo se le acababa. Dejo caer una tea encendida sobre la tarima de madera, tomó su maleta y partió en busca de su amado.


(Este relato se ha presentado al concurso de ReC de la Cadena Ser sin éxito, la frase de inicio era " ¿y cuando será el incendio?")

CÓDIGO DE BARRAS

Paskalarla

Ordenó los billetes por importes, terminó la recaudación y cerró la caja. Era el mejor momento del día, por un instante soñaba que eran suyos y olvidaba la rutina de cajera de supermercado y los malditos códigos de barras que pasaba por el lector, una y otra vez.

Tampoco en casa se podía librar de ellos, allí no necesitaba lector, los sabía de memoria: la boca babeante de su marido apestando a vino identificaba una noche de torpes intentos con una libido borracha que terminaría buscando el placer a golpes. La mirada ausente de su hijo identificaba a la perfección el producto: ya no cabía más polvo blanco en su cerebro. La tosecilla nerviosa del abuelo alertaba de una nueva quemadura en el sofá mientras dormitaba con el cigarro encendido entre los dedos.

Esa noche había demasiadas estrellas en el cielo como para irse a casa, volvió a abrir la caja, volvió a soñar que los billetes eran suyos, los metió en el bolso y partió en dirección opuesta a su vida.

EL RASTRO DE LA PALABRA

Darco TT

Llevaba años merodeando por la acera sin atreverme a entrar. Un día, tras el absurdo y diario ritual de hacerme la despistada frente al escaparate, salí y me dije: -¿Por qué no pasas de una vez y te dejas de historias? - No tenía escapatoria.

Las estanterías estaban ordenadamente llenas. Al fondo reposaban algunas bellezas cubiertas de polvo y olvido y en primera línea se mostraban exultantes las que se habían puesto de moda y circulaban en boca de todos.

Suspendidas en el aire bailaban otras tantas, de distinto pelaje y condición, a la espera de ser elegidas, mientras sobre mi cabeza, algunas, las más atrevidas, se ofrecían sin pudor prometiendo una satisfacción sin límite.

No tuve que escoger, ellas lo hicieron por mí, se alojaron en mi boca, durmieron en mis sueños y coquetearon con mis miedos, riendo a carcajadas de su tamaño en cuanto se mostraron desnudos.

Desde entonces soy una cliente fiel del rastro, me he convertido en una consumidora compulsiva de palabras y me confieso adicta a su magia y a sus efectos sedantes.

Esta deliciosa droga me hace volar…

MOVIOLA



Fueron felices y comieron perdices, partiendo cada uno por su lado y en direcciones opuestas, descubrieron que no estaban hechos el uno para el otro, tras muchos días intentando quererse, una pareja triste, hubo una vez…