UNO DE ESOS DIAS

Foto Caromicforever.-flickr

Hoy es uno de esos días en los que las lagrimas se colocan en la línea de salida y aprovechan cualquier oportunidad para escaparse, sin avisar, en busca de las emociones que las originaron.

Uno de esos días donde parece que has cambiado de frecuencia y consigues conectar con sensaciones que no percibes en la sintonía en la que habitualmente recibes y emites.

Uno de esos días en los que sientes tan cerca todo lo que está a tu alrededor, que realmente lo percibes como tuyo.

Hoy puedo sentir la soledad de Maria, que le hace enloquecer y echarse una y otra vez a la calle en busca de alguien que la escuche.

Hoy puedo ser ese hombre de avanzada edad y porte distinguido, con el que me cruzo a menudo por el barrio, siempre impecablemente vestido, siempre con un cigarro en su mano derecha y una carpeta de piel marrón en la izquierda, siempre en dirección a ninguna parte.

Hoy han descubierto que Amparo, mi vecina de enfrente, a la que hacía dos días que nadie veía, ha cruzado al otro lado, sentada placidamente en su sillón del salón, sin equipaje y sin despedidas.

Hoy es uno de esos días en los que la nostalgia y la tristeza se sientan en mi silla, se acuestan en mi cama y se aferran a mi alma.

COMO UN LAMENTO (17º entrega)

Foto: Arguez.-Galeria Flickr

Se disponía a navegar un rato por los blogs de los amigos, cuando una pequeña ventana apareció en la pantalla advirtiéndole de que tenía un mensaje no leído en su bandeja de entrada. Era ella, interpelándole, pidiendo explicaciones, exigiendo saber quien era. Este mensaje precipitaba sus planes. Tenía que pensar detenidamente la contestación si no quería que todo se fuera al traste. Estuvo un buen rato ante el ordenador, escribiendo y borrando alternativamente, finalmente se dio por vencido y abandonó.

Necesitaba despejarse, se puso la cazadora y salió a la calle en busca de la inspiración. Paseaba con la mirada perdida por una calle comercial, sorteando a los transeúntes que entraban y salían de las tiendas, intentando concentrarse en su respiración. Últimamente buscaba el silencio partiendo del bullicio más absoluto. Era un reto para él, trascender el ruido y alcanzar la calma en cualquier lugar y situación.

El olor a castañas asadas le envolvió y se dirigió al puestecillo donde la anciana castañera las estaba asando en una estufa improvisada. –Me pone media docena, por favor- la castañera le miraba fijamente mientras llenaba un cucurucho. Se empezaba a sentir incomodo con la mirada penetrante de la anciana, cuando ésta le dijo:” No tengas miedo, háblale desde el corazón y deja que la providencia haga el resto”.
Por un instante se sintió desnudo ante una extraña, pero rápidamente reaccionó diciendo: “No se de que me esta hablando” . La anciana le sonrió, y mientras guardaba en su mandil las monedas que él le extendíó, dijo: “ojalá que encuentres tu camino”.

El se alejó sintiendo aún la mirada de la anciana en su espalda, ¿Quién sería? La frase que le había dicho tenía todo el sentido, a pesar de que su pudor le impidiera reconocerlo. No era la primera vez que se encontraba con gente a la que no había visto nunca y que parecía conocerle bien.

Decidió seguir los consejos de la castañera, volvió a casa y se puso a escribir.

Continuará................................

COMO UN LAMENTO (16º entrega)




Llamó a la puerta del despacho de Nicolás y una voz desde el otro lado, le invitó a entrar. Alrededor de la mesa de juntas estaban sentados Nicolás y Ana Pineda. Fabo permanecía de pie, de espaldas a la mesa, junto a la ventana, con la mirada perdida hacía los coches que circulaban por la calle.

“Angeles, siéntate por favor” le indicó Nicolás, y acto seguido empezó su discurso bajo la atenta mirada de Ana Pineda: “ No te descubro nada nuevo si te digo que la situación de la empresa es desesperada. Nadie sabe mejor que tu que nuestras cuentas arrojan resultados negativos y no nos queda más remedio que adoptar soluciones que nos ayuden a superar esta crisis, aun cuando algunas sean muy dolorosas para mi hermano y para mi”.

Ángeles observaba atentamente a su interlocutor, pensando para sí “¡como puede ser tan falso!. La abogada permanecía en silencio y Fabo seguía dando la espalda a la mesa de juntas.

Nicolás prosiguió:” Nos vemos obligados a prescindir de tus servicios, porque no podemos soportar el coste económico que supone tu puesto de trabajo, y hemos decidido externalizar las funciones que tu realizas, y a partir de ahora las va a llevar una Asesoría Fiscal,”

Extendió la carta a Ángeles y ésta la cogió con una actitud digna y desconfiada. Mientras la leía, bajo la atenta mirada de Ana y Nicolás, se sorprendió de lo tranquila que estaba y por primera vez en mucho tiempo se sintió con la energía necesaria para encarar la desagradable situación que estaba viviendo.

“No pretenderás que me crea todo esto” dijo tirando despectivamente la carta hacia donde estaba sentado Nicolás. La sorpresa le dejo perplejo durante unos instantes y dirigió su mirada a la abogada invitándola a hacerse cargo de la situación.

Ana Pineda tomó la palabra: -Mira yo te explico.- Ángeles no la dejo seguir: “No me tienes que explicar nada, lo he entendido perfectamente, con la excusa de la crisis, se deshacen de mí, por cuatro duros que , por lo que dice la carta, ni tan siquiera me van a pagar ahora.”

La Letrada intentó volver a tomar la palabra, pero en su lugar lo hizo Nicolás. “Mira, no te voy a tener en cuenta lo que acabas de decir, porque estas muy nerviosa, pero no voy a admitir que sigas dirigiéndote a nosotros en ese tono”.

Ángeles esbozando una sonrisa irónica dijo: “Nunca he estado tan tranquila” mientras alcanzaba la carta y tras firmarla ponía de su puño y letra “No conforme”. Después se levantó y dijo: “Ya nos veremos en los Tribunales”. Con ella se levantó Ana Pineda que se le acercó, le dio dos besos, que sintió sinceros y le susurró al oído: Que tengas suerte.

Cuando ya estaba en el pasillo, oyó la voz de Fabo a su espalda: “Ángeles espera”. Se paró en seco, él la alcanzó y se puso delante: “Quiero que sepas que yo me he opuesto siempre a tu despido, pero mi hermano se empeñó y ahora tiene la mayoría, hace una semana le he vendido una parte de mis participaciones en la sociedad. No sabes lo mal que me siento.” Ángeles le miró con desprecio y respondió: “Ya no tiene remedio” y siguió por el pasillo hasta que desapareció tras la puerta de su despacho.

Carmen la interrogó con la mirada “Ya esta, estoy despedida, como Matias, dentro de un mes, en la calle y sin indemnización” fue la contestación de Ángeles.

"No creí que se atrevieran a llegar tan lejos" dijo Carmen. “Pues ya ves que sí” replicó Ángeles mientras revisaba su bandeja de entrada en busca de respuestas. No había ningún mensaje nuevo.

Todavía no se creía que hubiera hecho frente a Nicolás, incluso se había quedado con ganas de haberle dicho más cosas, pero su educación y su carácter contenido se lo habían impedido.

¿Por donde empezar? Tenía mucho que hacer y muy poco tiempo, buscar a un abogado que defendiera sus intereses....................hacerse con todos los datos económicos de la empresa que necesitaría para su defensa, antes que le retiraran la posibilidad de acceder a ellos.............. Estaba dispuesta a ir a por todas.

Continuará.....................................

NO DA IGUAL

Foto: Daquella Manera- Flickr

Nos engañan como a chinos, con perdón de los susodichos. Nos dicen que todos somos iguales ante la ley, pero no es verdad, no somos ni parecidos. La tan manida igualdad no existe, aunque se empeñen en vendérnosla como real

En el despacho vivimos diariamente la teoría del embudo “para ti lo ancho y para mi lo estrecho” con absoluta impotencia y rechazo. Para muestra un botón:

- Yo despido a un trabajador, pierdo el juicio y tengo que pagarle intereses por las cantidades que le debí pagar cuando le despedí y no lo hice. En cambio el Juzgado puede tener esas cantidades , que yo he pagado, durante un año sin poner a disposición del trabajador y no paga intereses ¿POR QUÉ?

- Yo cometo un delito de estafa y voy a parar con mis huesos en la cárcel. Lo comete un personaje público de la llamada “gente guapa” y cambian escandalosamente la interpretación de la ley para que la querella no prospere. ¿estafa? ¿estafa? ¿dónde está la estafa?
- Yo tengo plazos para recurrir, plazos para interponer demanda, plazos para contestar y si no los cumplo estoy muerta, procesalmente, hablando. Los jueces también están sujetos a plazos, pero nunca los cumplen y no les pasa nada ¿POR QUÉ?

- La violencia de género según esta tipificada, sólo es posible de hombre a mujer. ¿POR QUÉ ? ¿Es qué no hay mujeres maltratadoras?


- Yo tengo que pagar a alguien porque así lo dice una sentencia y si no lo hago, me empluman. En cambio un Organismo Público me tiene que pagar a mi y no lo hace porque no tiene dotación presupuestaria para ello y encima me dice que no tiene ni idea de cuando me pagará y no pasa nada ¿POR QUÉ?

Si esto es igualdad que venga Dios y lo vea. Ya lo apuntaba Georges Orwell en su “Rebelión en la Granja” todos somos iguales pero unos somos más iguales que otros.” .

COMO UN LAMENTO (15º entrega)

Dibujo: Alberto Cerriteño.- Galeria Flickr


Entraba de vez en cuando en su correo para ver si recibía respuesta, pero iba pasando la mañana y no había noticias. Estaba absorta en los balances de la empresa, intentando cuadrar los números cuando Fabo entró en la oficina. Se le veía nervioso a pesar de que lo intentaba disimular adoptando una actitud altiva. Se dirigió a la mesa de Ángeles y abrió la boca con la intención de decirle algo pero no le salió palabra alguna. Ella le observaba con gesto grave, él se dio la vuelta y dijo mientras salía: -ahora vuelvo-.

No sabía como interpretar la visita de Fabo, cuando le vio entrar pensó: -viene a despedirme- pero cuando vio su actitud nerviosa y dubitativa empezó a barajar la hipótesis de que tal vez él fuera el poeta urbano que venía a darle explicaciones. En definitiva eran más o menos de la misma edad, Fabo hacía menos de un año que se había divorciado y Ángeles sabía que era un gran aficionado a la poesía. A lo mejor esa actitud distante e incluso cortante hacía ella, fuera tan sólo una pose.

En esos pensamientos estaba, cuando vio pasar a la abogada de la empresa hacia el despacho de Nicolás. Sus miradas se cruzaron por un instante y tuvo la certeza de que traía su carta de despido.

Ana Pineda llevaba los asuntos jurídicos de la compañía desde los tiempos de Don Fabricio y había tenido mucho trato con Ángeles en aquella época en la que ella era la mano derecha del jefe. Siempre que la abogada iba por allí, se paraba a charlar un ratito con ella, pero esta vez había pasado de largo, resolviendo instantáneamente el enigma que la tenía ocupada cuando la vio.

-¿Esa que acaba de pasar era Ana Pineda? preguntó Carmen. Ángeles asintió con la cabeza y Carmen prosiguió: “Que raro que no se haya parado a saludar” . No había terminado la frase cuando el teléfono de Ángeles sonó: al otro lado de la línea Nicolás preguntaba ¿puedes venir a mi despacho?. Carmen la contemplaba en silencio, Ángeles bebió un largo trago de agua y se dirigió a la puerta, no sin antes decirle a Carmen: “Esto se acabó”.

Continuará......................................................

HEMOS PERDIDO EL NORTE

Imagen: Heart Industry- Galeria Flickr

Nos estamos acostumbrando a desayunarnos con noticias tales como que una disminuida psíquica de 13 años ha sido violada por siete menores….. que un sujeto de 21 años graba a su novia de 15 mientras mantienen relaciones sexuales y por despecho cuelga el video en youtube…….. que la policía busca todavía el cadáver de otra menor asesinada por su ex novio...

¿Qué está pasando? ¿qué estamos haciendo mal? Estamos dando paso a una generación que vive la violencia como algo cotidiano, porque la ve en la tele y la practica en los videojuegos, cuando no la sufre en su propia casa.

Muchos chic@s que todavía tienen edad para jugar con muñecas y camiones ven con total naturalidad practicar sexo, porque así se lo venden en las múltiples series televisivas. Si a todo ello le añadimos la falta de coherencia y límites en su educación, y las malas compañías, nos encontramos con el prototipo de gamberro sin escrúpulos, y sin compasión capaz de llevarse por delante lo que se le ponga en el camino, con tal de disfrutar de una bestial noche de juerga.

Pero, no nos engañemos, esto no es más que otra de las muchas caras de la crisis de valores que nos ha invadido hasta las entrañas.

Hemos pasado en poco tiempo de una rígida educación cargada de prohibiciones y presidida por el pecado, a otra en la que prima la permisividad total y absoluta, la ausencia de límites y la superprotección de la prole.

Antes cuando el padre hablaba, los hijos callaban; ahora cuando el hijo habla, grita o exige, el padre calla y asiente.

Creo firmemente que los límites son necesarios para que los menores se sientan seguros, crezcan felices y el día de mañana sean personas equilibradas y gente de bien, que tanta falta hace para esta sociedad.

No es que yo sea partidaria de una rígida educación, en absoluto, pero los patrones actuales no me gustan ni un pelo, por incoherentes y por ineficaces.

Hemos perdido el norte, presenciamos espectáculos vergonzosos como el procesamiento y orden de alejamiento de una madre por darle un bofetón a su hijo, sin darnos cuenta que estas medidas fomentan la expansión de malhechores. Eso sí, a liberales y progresistas no hay quien nos gane: liberalizamos la píldora del día después, pero en cambio, no permitimos la venta de alcohol a los menores de dieciocho años. ¿dónde nos hemos dejado la coherencia?

Definitivamente, no tenemos ni idea de cómo guiar a nuestros menores, y como señalaba mi admirado Antonio Blay Fontcuberta: “la mejor manera de educar a un hijo, es educándose a sí mismo”.

COMO UN LAMENTO (14º entrega)

Foto: chippitta-Flickr

El sonido de la intensa lluvia golpeando los cristales despertó a Ángeles antes de que lo hiciera el despertador. Se tomó todavía unos minutos para repasar todos los acontecimientos del día anterior y cuando el reloj le recordó que se tenía que levantar, salió de la cama, rumbo a la ducha con pocas fuerzas y menos ganas.


En su rostro quedaba la huella de los intensos momentos vividos el día anterior: el encontronazo con su madre, la memoria de su padre cuidadosamente sepultada a lo largo de una década, que una simple nota hizo emerger en unos segundos y la extraña figura que pedía paso para entrar en su vida.


Buscó una solución de emergencia en el cajón donde guardaba sus pinturas y maquillajes y escogió una barra de labios en tono rosa intenso y brillante que le diera color a su apagado aspecto. El carmín produjo los efectos deseados tanto en su imagen como en su ánimo.

Entró en la cocina para prepararse el desayuno y allí estaba su madre, sentada, esperándola. -Te he preparado un café- dijo Doña Elvira, -Gracias- contestó Ángeles sin mirarla a los ojos. -No he pegado ojo en toda la noche del disgusto que me has dado- siguió diciendo su madre. Ángeles no estaba dispuesta a aguantar chantajes emocionales a esas horas de la mañana , se bebió de un trago la taza de café, y salió de la cocina a la vez que decía : “Me tengo que ir, adiós ” A lo lejos oía a su madre decir: ¡pero si nunca sales tan pronto!.

Se quedó unos minutos en el portal, respirando el frío de la mañana y el olor a tierra mojada del pequeño jardín que rodeaba la finca, haciendo tiempo y ganas para empezar una nueva jornada. Finalmente, abrió el paraguas y salió. En la calle se cruzó, como todos los días con el vecino del segundo que volvía a casa corriendo y sin paraguas, esta vez fue ella la que le saludó y él el que no pareció percatarse de su presencia.

Cuando llegó al trabajo, se pasó por el taller antes de subir a su oficina, para ver a Matías e interesarse por su estado de ánimo, pero tan sólo estuvo unos minutos con él, Fabo la vigilaba a través de las cristaleras de la zona de oficinas. Entró en su despacho, encendió su ordenador y abrió su bandeja de correo. Tenía muchos mensajes, aunque sólo le interesaba uno, que remitía Poeta Urbano, y que se apresuró a abrir. “Te queda bien ese carmín, aunque no le hace falta a tus labios, ¿para qué alumbrar la luz si brilla por si misma?.


Ángeles decidió, de una vez por todas, averiguar la identidad de su admirador anónimo y respondió a su mensaje preguntándole: ¿Quién eres?



Continuará .............................................................

SIEMPRE LA MISMA HISTORIA

Imagen shawe ewahs

Todos los años se repite la misma historia, cuando la hoja de junio se consume en el calendario, aparece el mes de julio tomando carrerilla, convirtiendo la tan ansiada jornada intensiva en extensiva y transformando todo lo que toca en urgente.

Y es que cuando se acercan las vacaciones aparece la necesidad de resolver, antes de irse, todo aquello que no se ha hecho durante el resto del año. Es como si necesitáramos convencernos de que nos hemos ganado un merecido descanso porque lo hemos resuelto todo, en el último momento, pero, todo, al fin y al cabo.

Para conseguir nuestro objetivo qué mejor que recurrir a un abogado, que te saque del atolladero y te resuelva la papeleta que te sirve de pasaporte para tus vacaciones.

El despacho se transforma en el mes de julio en una jaula de grillos: prisas y más prisas, llamadas y más llamadas, Marisa me amenaza con un montón de papeles en la mano: “cuando tengas un momento necesito ver esto contigo”. Pilar se pega a mis talones como si fuera mi sombra: “Por favor fírmame esto que lo tengo que enviar” Oigo a Ramón discutir acaloradamente por teléfono con el abogado de la parte contraria y cuando me ve pasar, interrumpe su conversación para espetarme: “No te vayas, necesito hablar contigo de este asunto, es urgente.” Suena mi teléfono y del otro lado del hilo, llega la pregunta fatídica “¿qué hay de lo mío?.

Cierro los ojos, respiro profundamente y me digo a mi misma: CALMA, lo hago varias veces para asegurarme de que mi alterado sistema nervioso lo ha escuchado. Tras unos segundos vuelvo al hervidero y a la vorágine y me pregunto: ¿por qué todos los años cunde el pánico en estas fechas ?

No tengo ni la respuesta ni la solución, si alguien encuentra alguna de ellas, por favor, que me lo haga saber. Se gratificará.

COMO UN LAMENTO (13ª entrega)



Tan sólo pasaron unos segundos hasta que la pantalla del ordenador mostró la leyenda que Ángeles ávidamente buscaba:

Cuenta la mágica historia que en una hermosa mañana en la costa de Java una diosa cubierta con un chal se hizo presente. Paseaba en un bosque en el que abundaban robles, castaños y sándalos y la luz solar se filtraba delicadamente entre sus ramas.
Al anochecer la femenina figura desapareció y en una de las ramas dejó su prenda. El chal lleno de su esencia divina se convirtió en una deslumbrante flor, la orquídea tan misteriosa y delicada como la diosa.
Ciertos hombres necios incapaces de ver todo lo que transmitía la flor la pisaron y la dejaron en el suelo sin piedad alguna. La planta lógicamente murió.
Pero la diosa no iba a permitir tal injusticia por eso hizo que los restos de la marchita flor se convirtieran en fértiles semillas para que desde ese momento todos los hombres pudieran admirar a esta nueva especie y para que aquellos mortales que logran ver más allá de sus propios ojos reconocieran en ella su visita fugaz a la tierra.”


La leyó repetidas veces, para no perderse ninguno de los mensajes que recogía y antes de que pudiera evitarlo, se encontró evocando uno de los muchos momentos felices vividos junto a su padre. El siempre se refería a ella como si fuera una diosa y siempre le decía que el hombre que la amara de verdad, la trataría como tal. Le echaba tanto de menos que le dolía su recuerdo.


Sacudió su cabeza para intentar alejar de ella la memoria de su padre y el dolor de su ausencia y procedió a entresacar las frases que le parecieron más significativas del texto que tenía delante: la orquídea tan misteriosa y delicada como la diosa......................... Ciertos hombres necios incapaces de ver todo lo que transmitía la flor la pisaron y la dejaron en el suelo sin piedad alguna. La planta lógicamente murió..................................... aquellos mortales que logran ver más allá de sus propios ojos reconocieran en ella su visita fugaz a la tierra.

La leyenda le devolvía una y otra vez al recuerdo de su padre, a las veces que él le recordaba que las diosas eran invisibles para los mortales y cómo sólo algunos hombres eran capaces de descubrirlas y de amarlas.

Fuera quien fuera quien le había mandado estas flores con esta nota, era alguien muy cercano que la conocía bien.


Continuará .........................................

COMO UN LAMENTO (12ª entrega)


Imagen: Airin (i-renic hii)


Necesitaba que esta relación saliera bien, por ello, planeaba una y mil veces la forma en que debía producirse el primer encuentro. No se sentía capaz de soportar un nuevo fracaso. La maldita historia de Laura pendía todavía sobre su cabeza y sobre su vida como una sombra imposible de superar.

Habían sido novios desde los catorce años, cuando por fin decidieron casarse ya llevaban juntos tanto tiempo que no quedaba atisbo alguno de ilusión en la relación, aún así, y victimas de la inercia siguieron adelante con los planes de boda. El matrimonio nació ya herido de muerte y terminó por irse al traste tras dos embarazos de Laura que no llegaron a buen término.

A pesar de que no quedaba nada entre los dos, él insistió en seguir intentando salvar la relación, y ella cayó en un estado de depresión profunda que motivó el que, una noche de primavera, se lanzara a volar desde el noveno piso en busca de una ansiada paz interior, encontrando la parca en su lugar, esperándola según se estrellaba contra el asfalto.

Habían pasado ya cinco años desde la muerte de Laura y todavía muchas noches se despertaba sobresaltado reviviendo una y otra vez el sonido del golpe seco del cuerpo al contacto violento con el suelo.

Pero esta vez, todo iba a ser distinto, tenía que ser distinto, nada podía fallar. Ángeles, esa mujer de mirada triste y profunda, había cautivado su corazón y se había convertido en su principal razón de ser. Se sentía tan pleno que a veces pensaba “quiero quedarme así para siempre” amándola en silencio, sin riesgos, pero en otras ocasiones, se convencía a sí mismo de que tenía que pasar a la acción, aunque le aterraba la posibilidad de no ser correspondido .

Continuará ................................

COMO UN LAMENTO (11ª entrega)

Dibujo: 1996 mondrian.- flickr


Definitivamente, no tenía ni la más remota idea de quien podía encarnar el misterioso personaje que hacía aparecido en su vida, sin que nadie le hubiese llamado. Estaba claro que era alguien de su empresa, cómo sino iba a conocer su correo electrónico e iba a saber cómo iba vestida ese día.

La pieza que no le encajaba es que conociera su dirección particular. Aunque llevaba muchos años en la empresa, Ángeles tenía un carácter reservado y no recordaba haberle dado sus señas privadas a ninguno de sus compañeros, a pesar de que era un dato que obraba en la base de datos de la empresa. Se paró a pensar quien tenía acceso a esa aplicación y tan sólo le salieron 4 nombres: Fabo y Nicolás, los gerentes de la empresa, Carmen, su compañera de despacho y Miguel, el informático.

Ni Fabo ni Nicolás tenían ojos para ella, además últimamente estaban especialmente frios y distantes, con lo cual quedaron automáticamente descartados y una vez excluida Carmen por su condición de mujer, tan sólo le quedaba Miguel, que si bien era una persona muy correcta, nunca había percibido que tuviera interés alguno por ella ni por ninguna otra hembra, su homosexualidad. era de dominio público.

Los sollozos que provenían de la habitación de su madre se fueron convirtiendo, poco a poco, en lamentos, y aunque sentía la culpa como una aguja clavada en el pecho, su enfado le impedía correr hacia ella para pedirle perdón.

Decidió quedarse en su alcoba y seguir investigando sobre la nota que acompañaba a las orquídeas. Encendió su ordenador, fue a un buscador de internet y escribió “La Leyenda de la Orquídea” y apretó la tecla buscar


Continuará................................

DEL MONOLOGO AL DIALOGO

Foto FJTU.flickr

Segunda jornada de descanso y reposo en casa


Uno no se da cuenta de la cantidad de sensaciones que le quedan por descubrir hasta que se apea del ritmo diario y entra en una nueva dinámica.

Llevo cuatro días sin reloj y no me ha pasado nada. Ayer el día se me fue volando, sin agenda, sin programa, sin presiones, sin fuegos que apagar, haciendo en cada momento lo que me apetecía, y sin ningún interés ni necesidad de ubicarme en franja horaria alguna. El intruso no dio señales de vida hasta el anochecer, momento en que reapareció en forma de fiebre, produciendo efectos devastadores no tanto sobre mi maltrecho cuerpo como sobre mi frágil ánimo. Menos mal que un paracetamol le hizo salir huyendo y aún no ha vuelto, confío en que se le olvide el camino y no sepa regresar.

Llevo cuatro días sin mirarme al espejo, sin pasar por el despacho, sin coger el coche, sin correr, y no me ha pasado nada, sigo siendo la misma, pero mucho más relajada, si encima consiguiera deshacerme del intruso, sería capaz de alcanzar el éxtasis. La pena es que tienes que coger el “pack” completo: Si estas en casa es porque hay un intruso y si no hay intruso no estas en casa.

He intentado hacer mi sesión de yoga diaria y en los primeros estiramientos he descubierto que me dolían músculos que ni siquiera sabía que tenía, lo he dejado para mejor ocasión y me he puesto a escribir. Lo siento por vosotros, que vais a tener que poner una vela a Santa Gema para que me ponga buena y cese mi verborrea.

Tal vez sea un buen momento para que el monólogo se convierta en dialogo y os decidáis a mandarme algo de vuestra cosecha, para colgarlo en mi blog, Sé de vuestros talentos, así que no seáis egoístas y compartirlos, estoy deseando daros entrada en mi espacio, que es vuestro espacio.

CONVALECIENTE

Dibujo: Somos medicina

Hacía muchísimo tiempo que no me quedaba en casa un día de diario. Creo recordar que la última vez fue hace once años, cuando nació mi hijo. Yo como buena trabajadora por cuenta propia me pongo mala los fines de semana y fiestas de guardar, como manda el protocolo y cuando llega el Lunes estoy repuesta y con fuerzas suficientes para empezar la semana. Pero esta vez no ha sido así, el jamacuco en cuestión ha sido de suficiente entidad como para que haya llegado el lunes y siga a mi lado.

Es una experiencia nueva para mi, sola en casa con todo el tiempo del mundo para cuidarme, para hacer lo que yo quiera, escribir, leer, dormir, sentarme en mi orejero y no hacer nada, clavar la mirada en el infinito y abandonarme con los ojos abiertos, escuchar música............. eso si, con el jamacuco encima.

Dicen los que me conocen que no aguantaría mucho tiempo así, yo les digo que se equivocan, si se llevan al intruso, podría sobrevivir con este ritmo toda la vida.

La verdad es que no hay mal que por bien no venga, un proceso gripal como el que me ha dado el fin de semana sirve de catarsis, le he dado a mi cuerpo, por prescripción facultativa, lo que llevaba pidiéndome, a título personal, desde hace tiempo y no atendía: reposo y descanso.

Pero la catarsis no queda ahí, estos procesos tienen otros efectos depurativos, como servir de recordatorio sobre aquellas personas de las que tienes que huir como de la peste. Son los que reaparecen ahora, tras más de un año de ausencia, mostrando un exagerado interés por tu estado de salud, cuando sólo les mueve el morbo de averiguar si eres una victima de la gripe A, y como no se atreven a preguntar en la primera entrada, lanzan todo tipo de suposiciones para que tu entres al trapo, olvidándose de que una no tiene parangón en el arte de dar capotazos, porque me gano la vida con ello y además me divierto haciéndolo.

Como el primer intento les ha resultado fallido, prueban una segunda vez con una nueva llamada donde ya hacen una pregunta un poco más directa. ¡No se pueden imaginar el jardín en el que se están metiendo! ya es tarde para huir, la plaza es mía y el estoque también. Salen de la plaza con el rabo y las orejas cortadas, y con la frustración de no poder disfrutar de una desgracia ajena. Lástima no haber cumplido vuestras expectativas. !!!!!!.

Es reconfortante comprobar que la fiebre no ha mermado en absoluto mi capacidad para luchar contra los necios.

COMO UN LAMENTO (10ª entrega)



Cuando estaba abriendo la puerta de casa recordó el encargo que le había hecho su madre de pasarse por el mercado, pero ya no volvió atrás, estaba deseando ver el mensaje que traían las orquídeas.

Doña Elvira estaba sentada en un sofá, viendo la televisión, era una gran aficionada a esos programas donde la gente cuenta sus miserias, y así mientras se compadecía de las ajenas no pensaba en las propias.

Ángeles, se acercó a su madre, le dio un beso y al no ver por ningún sitio el paquete recibido, le preguntó: ¿Donde están las orquídeas?. “Las he puesto en la cómoda de mi habitación, porque en la tuya no he encontrado un sitio” contestó Doña Elvira. Ángeles se dirigió a la alcoba de su madre, mientras ésta le seguía comentando el programa que estaba siguiendo: Fijate, a esta rubia le pegaba el marido, que era marroquí y luego el desgraciado, se ha llevado a los hijos a Marruecos, pobrecilla, así tiene el aspecto que tiene.

Allí estaban, donde le había anunciado su madre, colocadas al lado de una figura del Sagrado Corazón, pero no había ni rastro de la nota que las acompañaba. ¿Y la nota? Mamá ¿dónde esta la nota? preguntó Ángeles subiendo la voz y mostrando una irritación que ya no podía disimular. ¿La nota? contestó Doña Elvira ¡pero si ya te leí lo que ponía! No se lo que he hecho con ella.
Ángeles se puso en dos zancadas en el salón y descargó toda la ira contenida contra su madre: “Abres un paquete que viene para mí, sin mi permiso, decides ponerlo en tu habitación, lees el mensaje que trae y no contenta con ello, por tu cuenta y riesgo, decides tirarlo, ¡no me lo puedo creer! ¿realmente te importo algo? .

Doña Elvira no estaba acostumbrada a que le hablaran en ese tono y tras unos segundos utilizados en reponerse de la sorpresa, poniéndose de pie le dijo: ¡No te consiento que me hables así!.

Ángeles se encerró en su habitación dando un portazo, estaba a punto de echarse a llorar cuando su madre entró de improviso en su cuarto, lanzándole la nota. “Toma aquí la tienes ¿ya estás contenta?”. La había utilizado para apuntar por detrás la referencia de algún producto de un teletienda, pero a Ángeles ya no le importaba, sólo quería tenerla entre sus manos, leerla y escudriñarla. Leyó lentamente el mensaje:

“Su leyenda es tu leyenda. Siento cerca el momento del encuentro”

Era una nota manuscrita, sin firma, y con una letra que le resultaba totalmente desconocida. ¿Por qué no lo había firmado? ¿sería quien decía llamarse poeta urbano? ¿quién sino?.

Un sollozo lejano la retornó a su realidad, se dirigió al dormitorio de su madre para pedirle disculpas y consolarla, pero cuando entró y reparó de nuevo en las orquídeas, olvidó el propósito con el que habia entrado, cogió sus flores y se encerró de nuevo en su habitación.

Los sollozos de su madre se oían cada vez con más intensidad, pero Ángeles estaba inmersa de nuevo en la nota, la releía una y otra vez, buscando su significado, la tocaba buscando pistas hasta en su textura, incluso, se la acercó a su nariz esperando encontrar respuestas. Un momento................, ese olor, ................volvió a inspirar profundamente sobre el papel, con los ojos cerrados, definitivamente ese olor le resultaba familiar.

Continuará.............................................

MIS PEQUEÑAS COSAS

Foto: Xabel Ferreiro.- Galeria Flickr

Mi vida esta llena de pequeños placeres: saborear un helado de chocolate; contemplar un atardecer en Madrid; compartir té y confidencias con una amiga; vibrar con la música de un violín callejero en Nuevos Ministerios……….……………………………………………………… de pequeños recuerdos: el olor a alcanfor del armario de la abuela; el cuento de la cerillera cada Nochebuena en televisión; el sabor de las pastillas de leche de burra; las tardes de mi infancia haciendo deberes, mientras mi madre planchaba escuchando el consultorio de Elena Francis……………………….. de pequeños inconvenientes: como tener que acompañar a mi hija adolescente de compras; como llegar a casa a las diez de la noche, comprobar el eco de la nevera vacía y sentir el aliento de tres almas hambrientas en mi nuca; como descubrir que los dolores que vienen, ahora se quedan, no como antes, que hacían una visita rápida y se iban……………………………. y como no, de pequeños proyectos : trabajar menos, hacer más ejercicio, dedicarle más tiempo a mis hijos…………………….……..; de pequeños gestos : una sonrisa; una lágrima; una mirada; un silencio, ……………………pero además todavía queda sitio para las pequeñas cosas que cambiaria de mi misma: como mi sentido del deber que, a veces, no me deja respirar; como mi nivel de autoexigencia, que actúa como un cilicio sobre mi alma ……………………………………………………………………………….

Todas estas pequeñas cosas forman los pedazos de mi pequeño ser y me conectan diariamente con la grandeza de estar viva.