SEGUNDO PUESTO CONCURSO MICROSEÑALES DE HUMO




Intercambio



Me he apuntado a un programa de intercambio cultural y desde Minnesota ha venido a vivir conmigo un sioux. Mi apartamento no da para más y se ha instalado en el baño, ha vaciado todos los tiestos y ha extendido la tierra por el suelo, allí duerme. También ha abierto la jaula del canario y lo ha echado a volar por la ventana. Desde que está conmigo, me resulta difícil sentarme ante el televisor a ver una película de indios y americanos, porque me dirige profundas miradas de reproche y se me acaban atragantando las palomitas. Cuando hay luna llena sale a cantarle y danzarle al jardín, y se ha convertido en el centro de atención del vecindario, hasta tal punto que, desde la semana pasada, se forman colas de gente en la calle que terminan en mi apartamento, al principio venían a hacerse una foto con él, pero han descubierto que es un hombre sabio y ahora vienen a consultarle sobre sus problemas. Dentro de una semana me iré con él a Shakopee, no sé lo que pasará cuando descubra que no tengo nada que enseñarle.

(Con este relato me hice con el segundo puesto del Concurso promovido por David Moreno. Gracias a todos los que lo habeis votado y a los que lo habéis leído y gracias a David por promover y organizar el concurso.)        

EL TIRAMISÚ



Deberías airearte un poco, estás pálido. Te lo tengo dicho, a las horas a las que llegas a casa solo andan por la calle los murciélagos y los borrachos, ¿he dicho borrachos? perdón, pero el que se pica... Oye, se te están poniendo los labios blancos, quería decir que a esas horas solo andan sueltas las busconas, por cierto, ¿qué tal sigue esa secretaria tuya tan exuberante? Estás sudando, toma otro poquito más de tiramisú, lo he hecho especialmente para ti ¿a que está rico? Venga, acábatelo que está de muerte.



EL HOMBRE PÁJARO






Como un bigote a lo antiguo debajo de la nariz, imitando a mi padre ¿recuerdas? Hasta que no me hacías reír no parabas. Luego escapabas saltando de rama en rama, burlándote de su escopeta de perdigones. Siempre supe que fuiste tú quien dirigió la bandada de palomas que arruinaron su traje en la boda, nunca le perdonaste que no te quisiera como yerno. Tenía sus razones, no ha sido fácil crear una familia contigo, ni que nuestros hijos volaran tan pronto y menos aún que suelas volver a casa con un ala rota y el pico partido por merodear en nidos ajenos, o en coma, como ahora.  


Tras un período de parón, vuelvo al ataque. Nueva temporada de Relatos en Cadena, a ver si en esta edición suena la flauta y consigo meter algún relato en la final.