GANADORA EN WONDERLAND



Tempus fugit

Aún doblaban las campanas cuando corrió al sitio donde tantas veces había ido con él. Allí le había enseñado a leer el cielo, a escuchar los poemas del firmamento y a reconocer los vientos favorables. Escarbó con los dedos, enterró el reloj de bolsillo del abuelo y se incorporó de nuevo a la comitiva fúnebre. Volvió de noche, y al día siguiente y al otro, pero no ocurrió nada. El tiempo no se detuvo ni volvieron aquellos momentos juntos bajo las estrellas, aunque, a veces, podría jurar que era el abuelo y no el viento quien le acariciaba el flequillo.


(Este ha sido el relato ganador de esta semana en el programa cultural Wonderland de rne4, estoy muy bien acompañada por Yolanda Nava, Lorenzo Rubio, Towanda Martín, Rafa Olivares, Asun Gárate... Así da gusto.)



FAMILIA MODERNA




En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica, los dos lo sabíamos, tú desde que Elsa te besó en los labios y te gustó, y yo desde que Enrique me miró y se me llenó el estómago de burbujas y mariposas. No quisimos verlo, pero esto no hay quien lo pare, a ti se te siguen yendo los ojos detrás de cada escote que te encuentras y yo sigo perdiendo el sentido por los cuerpos musculosos y tatuados. No te preocupes por los niños, en un pispás verán normal eso de hablar de la mujer de su madre y el marido de su padre.

                (Otra semana más de sequía, ay, qué penita, madre, qué penita)

ACOSO



Pero ya nada sería igual en el cole sin ti. No volveríamos a compartir las bolsas de chuches, ni el cine, los sábados por la tarde. Se acabarían las risas y las burlas a Don Amancio y a sus muletillas y se esfumarían tus sueños de llegar a ser un famoso cantante de rock. No les hagas caso, la banda del móvil tiene los días contados, el director pronto tomará medidas, ya verás, te dejarán en paz. Hace frío aquí arriba y se está haciendo de noche, vámonos a casa— dije.

Entonces dio un paso al frente y se precipitó al vacío.

(Intento sin éxito de Relatos en Cadena, cada día está más difícil.)


LA ÚLTIMA VEZ



Esperó hasta dormirse y soñó con otra navidad en la que los camellos no llevaran las alforjas cargadas de miseria; los reyes del polvo blanco cayeran fulminados por la estrella que les guió y el portal de Belén fuera el cobijo de sus deseos y no la antesala de gritos y discusiones. Una patada en el costado le sacó del sueño. Se hizo el firme propósito de que nunca más actuaría de mula. Algo se rompió dentro cuando recibió el segundo golpe. Cerró los ojos al tiempo que un hilo de sangre empezaba a asomar por la nariz.    

Este fue el intento (fallido) para Relatos en Cadena, con la frase de inicio: Esperó hasta dormirse y soñó con otra navidad.

SEGUNDO PUESTO CONCURSO MICROSEÑALES DE HUMO




Intercambio



Me he apuntado a un programa de intercambio cultural y desde Minnesota ha venido a vivir conmigo un sioux. Mi apartamento no da para más y se ha instalado en el baño, ha vaciado todos los tiestos y ha extendido la tierra por el suelo, allí duerme. También ha abierto la jaula del canario y lo ha echado a volar por la ventana. Desde que está conmigo, me resulta difícil sentarme ante el televisor a ver una película de indios y americanos, porque me dirige profundas miradas de reproche y se me acaban atragantando las palomitas. Cuando hay luna llena sale a cantarle y danzarle al jardín, y se ha convertido en el centro de atención del vecindario, hasta tal punto que, desde la semana pasada, se forman colas de gente en la calle que terminan en mi apartamento, al principio venían a hacerse una foto con él, pero han descubierto que es un hombre sabio y ahora vienen a consultarle sobre sus problemas. Dentro de una semana me iré con él a Shakopee, no sé lo que pasará cuando descubra que no tengo nada que enseñarle.

(Con este relato me hice con el segundo puesto del Concurso promovido por David Moreno. Gracias a todos los que lo habeis votado y a los que lo habéis leído y gracias a David por promover y organizar el concurso.)        

EL TIRAMISÚ



Deberías airearte un poco, estás pálido. Te lo tengo dicho, a las horas a las que llegas a casa solo andan por la calle los murciélagos y los borrachos, ¿he dicho borrachos? perdón, pero el que se pica... Oye, se te están poniendo los labios blancos, quería decir que a esas horas solo andan sueltas las busconas, por cierto, ¿qué tal sigue esa secretaria tuya tan exuberante? Estás sudando, toma otro poquito más de tiramisú, lo he hecho especialmente para ti ¿a que está rico? Venga, acábatelo que está de muerte.



EL HOMBRE PÁJARO






Como un bigote a lo antiguo debajo de la nariz, imitando a mi padre ¿recuerdas? Hasta que no me hacías reír no parabas. Luego escapabas saltando de rama en rama, burlándote de su escopeta de perdigones. Siempre supe que fuiste tú quien dirigió la bandada de palomas que arruinaron su traje en la boda, nunca le perdonaste que no te quisiera como yerno. Tenía sus razones, no ha sido fácil crear una familia contigo, ni que nuestros hijos volaran tan pronto y menos aún que suelas volver a casa con un ala rota y el pico partido por merodear en nidos ajenos, o en coma, como ahora.  


Tras un período de parón, vuelvo al ataque. Nueva temporada de Relatos en Cadena, a ver si en esta edición suena la flauta y consigo meter algún relato en la final.  

LA VIDA SECRETA DE LOS LIBROS





Tuve un abuelo que leía, un tío que recitaba sonetos a la estatua del parque y un padre que escribía nanorrelatos en las paredes. Así crecí, entre letras, versos e historias. Mi madre, que solo leía entre líneas, me mandó a trabajar a la librería de Don Esteban, porque en casa había mucho bohemio y poco dinero, y allí aprendí lo que nunca me enseñarían en la escuela: que los libros nuevos poseen el eco de una casa sin estrenar —hasta que no se vive en ella no se convierte en hogar—, y que los libros viejos huelen a vainilla y humedad y llevan impresa, con tinta invisible pero indeleble, la huella de las manos por las que han pasado. Me alimenté de poemas de amor, novelas de ficción y aventuras y fui adentrándome cada vez más en las historias que leía hasta que un día me colé en una de ellas, convirtiéndome en uno de sus protagonistas y aquí estoy, huyendo del ejército enemigo, padeciendo todo tipo de vicisitudes y deseando llegar a la página 321 donde me espera la dulce Susan, a la que amaré con pasión. No está previsto qué pasará cuando llegue a la página final.