FINALISTA EN PUNTO DE LIBRO


De la noche a la mañana 

Siempre me he negado a tener perro, por eso cada mañana saco a pasear a la correa que espera ansiosa el momento de salir a la calle. Hoy hemos esperado en casa a ver si por fin amanecía pero parece que a la mañana no le ha sonado  el despertador y ha obligado a la noche a hacer horas extras. 

Me acerco hasta la panadería guiada por los brincos y tirones  de mi alegre acompañante, pero en su lugar encuentro un local vacío con  un cartel de "SE ALQUILA". ¡Qué raro! si anoche pasé por aquí cuando Roque echaba el cierre, dejando preparadas las bandejas de bollos para hornear al día siguiente…

Decido comprar el pan en la tienda de Sole, que siempre huele a harina de otro costal   y que tiene de todo un poco y casi de nada. La correa se sabe el camino y me lleva casi a rastras hasta la puerta de un bazar oriental. Desorientada mira hacia los lados para finalmente volverse hacia mí y esconderse en mi bolsillo.  Una joven china se asoma a la puerta:

 ─¿Y la tienda de Sole?─  le pregunto desconcertada.

─ Si tenemos, en la planta de abajo─ me contesta sin entender una palabra.


Vuelvo abatido a casa, sigue sin amanecer y se han ido los de siempre. Me paro ante una papelera  y tiro la correa, menos mal que nunca le puse nombre para no cogerle cariño.

(Este relato ha sido elegido este mes como finalista en el Concurso de Relatos que promueve la Revista Literaria Punto de Libro, accediendo a la final anual) 

14 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Así además, te levantas un día sin día y todo ha cambiado. Solo falta preguntarte si tú serás tú ¿te has mirado al espejo?
Besos y ¡enhorabuena!

Nicolás Jarque dijo...

Esperanza, un microrrelato que juega con el absurdo y que incluye critica social y económica. Que yo lo he visto.

Me han encantado esas imágenes a medias entre el surrealismo y la poesía.

¡Enhorabuena por este merecido reconocimiento!

Un beso, Escritora.

Marta López (Claudia) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marta López (Claudia) dijo...

Enhorabuena Esperanza.
Así sin más, ya no hay nada conocido, todo ha desaparecido como por arte de magia. Todo cambia. Eso nos ocurre cada día en la vida real.
Está genial.
Un abrazo

Unknown dijo...

Hacía tiempo que no encontraba algo tan original. Precioso.

Anónimo dijo...

enhorabuena, apañera. Me ha gustado mucho el juego de la ironía con la realidad.
Y sale una china, jejje, me acuerdo yo de aquel relato de chinos.

A seguir así, que los reconocimientos animan mucho.

Muchos besos y abrazos

Elisa dijo...

Pues así se nos van yendo las cosas, que ya lo dijo Jorge Manrique. La correa sin perro y la china diciendo que sí tienen son dos detalles impagables.
Un beso, Esperanza.

Sara Lew dijo...

Enhorabuena, Esperanza. Muy original tu relato.
Un abrazo.

jaal dijo...

Las correas todavía no discriminan entre noches, días o tiendas de chinos.

Muy original. Enhorabuena.

arktos-temis dijo...

Tú si que eres harina de otro costal Esperanza.
Enhorabuena por la selección, y por vestir con tanta fantasía esta cotidianidad que nos abruma.
Un besazo.

Javier Ximens dijo...

Enhorabuena, Esperanza.Cuando el surrealismo se hace realismo. Suerte en la final

Petra Acero dijo...

Es importante el hecho de poner nombre a los animales, a las cosas, como señalas en el relato.
Un relato original hasta el final.

Mi enhorabuena, Esperanza. El micro se sale, te descoloca con una sonrisa irónica (solo para escritores inteligentes).

Un abrazooooo grande, guapísima.

Josep Mª Panadés dijo...

Cuando el surrealismo hace reflexionar, se acerca mucho a la realidad, como es el caso. Magnífica narración que, con ese aire irónico, me ha hecho pasar unos breves aunque muy buenos instantes. Un abrazo.

Mar Horno dijo...

Ese punto surrealista sabes que me encanta. Y es verdad, los de siempre están desapareciendo. Me ha encantado. Enhorabuena Esperanza. Un beso.