Ivz57
Este gordo ocupa mucho lugar. Se precisa una acción inmediata: aislar el objetivo. Dispongo de un par de minutos para ejecutar la acción y huir del lugar antes de ser descubierto. Todo parece en calma, ahora es el momento: atisbo la presa, sigilosamente me acerco a su localización, le pillo por sorpresa y antes que le dé tiempo a gritar le saco de su guarida, pongo la banqueta, abro la ventana y le dejo caer al vacío mientras oigo acercarse por el pasillo a mamá - ¿Quién se va a tomar este biberón? -
12 comentarios:
Glups, madre mía Esperanza ¡se lo ha cargado! ¿Será puñetero? impactante, y muy bien narrado, pasito a paso como los profesionales ;-)
Abrazos
Ostras, que durísimo. Bueno, seguro que a pasado por ahí abajo alguien y lo ha parado en vuelo.
Un beso, Esperanza.
Esto sí es el legado de Caín y Abel, madre mía, jeje
Un saludo indio
Qué bruta!!! ja ja ja
He rebuscado por todas partes en el relato un atisbo de esperanza, que lo que tiraba era otra cosa, pero ni modo, no das cancha...
Muy bueno pero demasiado malvado...
Abrazos
Hay hermanos mayores que no aceptan dejar de ser el pequeño de la casa...
Gran micro, y tan cruel que gusta!
Un abrazo!!
Ja,ja,ja, reconozco que se me ha ido un poco la mano pero ¿ a cuantos hermanos mayores se les ha pasado por la cabeza esta escena?
Rocio, Tor, No Comments, Anita y Sucede gracias por comentar. Prometo ser más benévola la próxima vez.
Un abrazo para todos,
Joer, Esperanza. Menos mal que no soy la única con crueldad manifiesta.
Pero es muy bueno el micro, compañera-
Un abrazo
ELENA gracias compañera de crueldades, ja,ja.
Besos y buen finde.
Que fijación tienes con los críos y sus perrerías. Sigue así, a ver si pillas algo. Te mando el mío:
Cena de confraternidad
Este gordo ocupa mucho lugar, pensé mientras le arreaba un codazo en las costillas para que corriera aire. Nuestro anfitrión se recolocó el peluquín, ladeado con tanto apretujón y anunció que serviría la comida. Los invitados metimos estómago para pudiera llenar las copas. “Para mi, ketchup con gaseosa, por favor, estoy a dieta” y la luz de las velas reverdeció en los colmillos de aquel vampiro rollizo. “¡Mis muertos, lo olvidé en la cocina!”, dijo el conde. Suspirando, empujó con estrépito la tapa del ataúd.
Un abrazo, Esperanza
María Dolores Rubio
DOLORES original el tuyo de vampiros.
Gracias por pasarte.
Un abrazo.
Me ha encantado haberme topado con tu blog y que este haya sido el primer texto tuyo que leo, tan retorcido y cruel que no puedo sino saborearlo una y otra vez.
HEREJE me alegro que te haya gustado. Si, un poco retorcido y cruel si que es.
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