Tras un largo tiempo
sufriendo trastornos intestinales y un
malestar generalizado, han dado con lo que tengo. La semana pasada me dieron el
diagnóstico: padezco intolerancias. Me
han prohibido seguir de cerca a nuestros políticos, so pena de envenenarme definitivamente
y me han restringido la lectura de la prensa, solo se me permiten las buenas
noticias y aquí tengo a mi familia filtrando los diarios sin que hasta el
momento hayan dado con ninguna.
También presento graves
intolerancias a los potenciadores del sabor, lo que coloquialmente se conoce como oportunistas, que medran a costa de las
penalidades de otros, me han prescrito huir
de ellos como de la peste si quiero terminar de una vez por todas con esta
acidez.
Los derivados de palma ni olerlos,
sea en aceite o en duque, no solo inciden
directamente sobre mi salud cardiovascular sino que además me producen ronchas y picores
muy molestos que tardan en desaparecer.
Llevo cinco días en la fase de
desintoxicación y aún no noto mejoría aunque el médico me asegura que, a la larga, ganaré en salud si elimino todas las sustancias nocivas que me van envenenando
poco a poco.
8 comentarios:
Difícil lo tienes Esperanza, pero este mal que te afecta se está extendiendo y nos afecta a todos...
Besos desde el aire
Esperanza, complicada tarea, no por el buen hacer de la familia sino porque son tantas noticias nocivas que es inevitable no toparse con ellas. ¡Qué país!
Un beso, Escritora.
Pues no le veo yo muchas posibilidades. Pero por lo menos sabes lo que no te va bien porque otros ni se enteran.
Me gustaron tus temas encabalgados.
Un abrazo
Uyyyyy,ya sé el motivo de tener esta alegia que tengo, creí que era la primavera, la floración del olivo, pero ya sospechaba que al leer la prensa, poner la radio o ver la tele, los estornudos se acentuában y cada vez peor. Pero creo que un poco difícil lo tenemos...
Me ha gustado mucho tu micro Esperanza, es muy ingenioso y tiene mucha miga, como dicen en mi pueblo.
Besicos muchos.
Buenos latigazos críticos estos que nos regalas, Esperanza.
Lo más difícil es poder cumplir con el tratamiento. Ya me gustaría poder apuntarme.
Un abrazo,
Te he comentado, pero no aparece.
Te decía que los enfermos son ellos, sin duda, que no saben que nosotros somos su cura.
P.D: Un placer "luchar" contigo en las Justas. Tu reto, sin saber que eras tú, me sedujo. Intuyo que pronto nos volveremos a encontrar...
Un beso.
Lo malo del tratamiento es que te curas de esa intoxicación pero enfermas de desconocieminto y eso es lo que pretenden todos ellos.
Besos sanos.
Jajajajajaja, el mismo tratamiento, igualito, llevo yo, debo tener también intolerancia al veneno espiritual. Me ha encantado tu post. Saludos.
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