No
creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde: el
jefe, que se pasa el día al teléfono, hoy no ha descolgado el
auricular y sigue hablando, como si tal cosa, con el hombro pegado a
la oreja. El contable dice ser un balance de pérdidas y ganancias y
vagabundea por los pasillos llamando al arrepentimiento y anunciando
que el fin está cerca. La secretaria no le va a la zaga y se excusa
con el ficus porque el director está reunido y no va a poder
atenderle. Y es que recuperar el ritmo tras el fin de semana...
cuesta.
(Un intento más para ReC, cada vez más difícil, con unos maestros de la talla de la Portabales y el Dorrego, veo que esta edición no cuelo ni uno de canto)
6 comentarios:
Menuda oficina y sus componentes. No se si pretendes hacernos reir, o reírnos de lo locos que nos estamos quedando...
besicos muchos.
Tu oficina sí que mola, Esperanza, te la cambio, je je.
Abrazos.
¿Y qué será después de unas vacaciones? Muy bueno Esperanza.
Besos.
Menuda oficina pintoresca que te has marcado Esperanza. Ya te paso un currículum si eso...:-)
Buen intento, original y simpático.
Un saludo.
Los lunes son terribles. Lo has retratado a la perfección. Singular tu oficina :). suerte para el siguiente
Reality show.
Un beso.
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