Esperó
hasta dormirse y soñó con otra navidad en la que los camellos no
llevaran las alforjas cargadas de miseria; los reyes del polvo blanco
cayeran fulminados por la estrella que les guió y el portal de Belén
fuera el cobijo de sus deseos y no la antesala de gritos y
discusiones. Una patada en el costado le sacó del sueño. Se hizo el
firme propósito de que nunca más actuaría de mula. Algo se rompió
dentro cuando recibió el segundo golpe. Cerró los ojos al tiempo
que un hilo de sangre empezaba a asomar por la nariz.
Este fue el intento (fallido) para Relatos en Cadena, con la frase de inicio: Esperó hasta dormirse y soñó con otra navidad.
11 comentarios:
Que crudo, pero que bien llevado el tema a ese terreno tan peligroso y triste.
Besos
Duro y muy real, por desgracia.
Uf, con qué elegancia envuelves un tema tan duro para dejarnos con el mazazo final.
Enhorabuena. Buen micro.
Bua Esperanza haciendo añicos el belén con un deje de indignación y protesta, me gusta.
Bua Esperanza haciendo añicos el belén con un deje de indignación y protesta, me gusta.
Qué duro, Esperanza. Por desgracia, es una realidad que a muchas personas (mujeres, en este caso), se las trate peor que a las mulas (a las que tampoco se debería tratar mal, por cierto). Un abrazo.
Todos queremos o imaginamos las Navidades perfectas; pero hay tantas como la que has relatado...
Buen intento Esperanza.
Un saludo.
Tremendo relato, de una crudeza tremenda y de rabiosa actualidad...por desgracia. Buen post.
Llevo rato con el micro delante, y varias lecturas, y es que no sé que decirte Esperanza, más que es magnífico.
Me descubro, escritora.
Un abrazo.
Pues debió quedarse muy cerca, porque el relato es estupendo y la redacción impecable. Genial. Sencillamente genial. Un abrazo :)
Una bomba.
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