Lo de caer no le viene de ahora, toda una vida practicando le
ha hecho un experto, solo hay que ver cuántas veces lo hizo en los brazos de mi
hermana aprovechando mis ausencias y cuántas cayeron en saco roto mis amagos de
ponerle la maleta en la puerta. Nunca caía en la cuenta de que trabajando yo
sola no nos daba para llegar a fin de
mes y mucho menos para pagar sus juergas
y excesos. Ayer le vi mendigando en la calle, pero no caeré en la tentación de
ser yo quien le procure acomodo donde caerse muerto.
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2 comentarios:
Me recuerda algo, pero ahora no caigo, je je.
Abrazos Esperanza.
Muy bien hilado, me gustó.
Felicidades por el texto.
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