PARTO Y REPARTO


         Vladimir  Kush

Tú te quedas  con el piso y yo con el apartamento de la playa. Como el coche está a mi nombre me lo quedo yo y tú con la libreta del Banco. Las hipotecas, a medias y el cuadro del tío Servando te lo dejo, si lo descuelgo vas a tener que pintar todo el salón. Ya está todo, me voy.

─¿Y los niños?

─¿Los niños? lo hablamos otro día, te llamo, si eso... 

CEGUERA


      Wladimir Kush


Estaba tan ocupado en proyectar luz para guiar a los que andaban a oscuras que nunca dedicó un momento a descubrir quién era aquel que le observaba fijamente desde el charco.  

PELIGROSA-MENTE




Y tú para de leerme la mente, maleducado. Cuántas veces te he dicho que ese don lo tienes que emplear de otra manera, mira tu hermano el provecho que le está sacando a la telequinesis, mientras yo le doy palique al tendero, el carro de la compra lleno y sin abrir el monedero.

Lo podías utilizar para sacar mejores notas: un paseíto por la cabeza del profesor cuando piensa las preguntas del examen y ya está, fíjate qué fácil lo tienes, pero no, es más cómodo espiar a tu madre.

Como le cuentes a papá el revolcón telepático con el pescadero te dejo sin merienda una semana. 

Mi intento frustrado para el concurso de ReC de esta semana.   

INTERESES COMUNES

sp 33 Surreal Paintings by Vladimir Kush

Pintura de Vladimir Kush 

Lo eran todo el uno para el otro. Cada día estrechaban más y más sus lazos, protegiendo sus monedas, pero sus cuerpos no soportaron el contacto cuando el monedero se vació. Sus bocas huecas se sellaron y sus miradas se cruzaron, por última vez, antes de partir en direcciones contrarias. 

EXTERMINIO



Hace dos días que no amanece. El Gobierno Central ha instalado un fuerte dispositivo lumínico que emula la luz solar y los humanoides producen más que nunca, en cambio nuestros músculos saben que es de noche y se niegan a seguir trabajando sin descanso.

Ya no nos queda agua, una botella se cotiza tanto en el mercado negro que solo la pueden adquirir los dirigentes. Nos han empezado a repartir geles acuosos para hidratarnos, pero cada vez nos dan menos y vamos cayendo como moscas.

Quieren acabar con nosotros, no somos rentables. Muchos creen que estamos a salvo mientras siga habiendo un humano en el Triunvirato Estatal que se preocupe de nosotros. Ayer vino a visitarnos al gueto y cuando se marchó empezamos a despedirnos en silencio, no hicieron falta palabras para saber que su mirada hueca y ese ligero eco metálico en su voz, significaba el fin.

Mi apuesta de este mes a ENTC. El tema, pura ciencia ficción: 2084 

EL ENHEBRADOR DE AGUJAS


Viiicct

El abuelo empezó la tradición y mi padre me inculcó la importancia de la labor que habíamos de desempeñar. Siempre pensé que exageraba, enhebrar el hilo para que otros cosieran sus heridas, zurcieran sus rotos y bordaran con adornos sus secretos más inconfesables, era una tarea harto sencilla. Con el tiempo y la experiencia descubrí que no era así.

A fuerza de mirar la vida por el ojo de una aguja, aprendí a enfocar lo importante en el punto de mira, a aparcar los grandes problemas porque solo hay sitio para uno cada vez y en tamaño reducido. Comprobé que siempre hay hueco para una sonrisa, una caricia o un beso y que las puntadas que nunca se descosen son las dadas con los actos más pequeños.

No me falta trabajo, son muchos los que siguen empeñados en grandes batallas y mayores glorias que, al final, vienen a mí para que les enhebre el hilo que remiende sus miserias.  

LA HILA



Como cada noche, entre las estrellas y la nieve, mis madreñas aprietan el paso camino de la hila. Este invierno toca en la casa de la fuente, su cocina  siempre  huele a ropa limpia y a pan recién hecho.

Casi no queda sitio en el escaño cuando llego, está ocupado por  la sonrisa de dos mozas que a hurtadillas vigilan al hombre joven de recias manos e inocente mirada, que talla una vara de avellano. A su lado, esa madre a la que un argado de nieve le mató un hijo el invierno pasado y que vive para gemir sus penas al oído de quien la quiera escuchar, como la viuda enlutada que se sienta a su lado susurrando  sus interminables oraciones mientras teje con la rueca. El más anciano ríe la gracia de dos rapaces que planean ir a ordeñar unas vacas para hacer una chocolatada.

Las animadas charlas se tornan en susurros cuando resuena en nuestros oídos el canto del cárabo apostado en el corredor. Intercambiamos miradas asustadas y fugaces intentando adivinar quién de los presentes ya no estará mañana.

Fuera, sigue nevando. 

RELATO FUERA DE CONCURSO
Solo lo he colgado para ir abriendo boca, nada más

II CONCURSO DE RELATO BREVE "LEONARDO BARRIADA"



Tras el éxito de la primera edición, este año repetimos, eso sí, con ilustración de lujo a cargo de Juanlu; cartel de excepción que nos ha hecho Rosa Martínez; tema nuevo y evocador de magníficas historias; máximo 250 palabras y un jurado que ya quisieran muchos concursos tener: los dos ganadores de la edición anterior, Mercedes García Llano y Nicolás Jarque Alegre.

Pincha en el enlace para consultar las bases.

¿Te lo vas a perder?