Tempus
fugit
Aún
doblaban las campanas cuando corrió al sitio donde tantas veces
había ido con él. Allí le había enseñado a leer el cielo, a
escuchar los poemas del firmamento y a reconocer los vientos
favorables. Escarbó con los dedos, enterró el reloj de bolsillo del
abuelo y se incorporó de nuevo a la comitiva fúnebre. Volvió de
noche, y al día siguiente y al otro, pero no ocurrió nada. El
tiempo no se detuvo ni volvieron aquellos momentos juntos bajo las
estrellas, aunque, a veces, podría jurar que era el abuelo y no el
viento quien le acariciaba el flequillo.
(Este ha sido el relato ganador de esta semana en el programa cultural Wonderland de rne4, estoy muy bien acompañada por Yolanda Nava, Lorenzo Rubio, Towanda Martín, Rafa Olivares, Asun Gárate... Así da gusto.)
9 comentarios:
me encanta.
Felicidades
Precioso Esperanza, no me extraña que lo han premiado, feliz de estar cerquita esta semana.
Un beso.
Enhorabuena, Esperanza, es un relato con un final muy bonito y con unas líneas de prosa poética excelentes. Me ha llamado la atención el título. Yo probé en Wonderland a enviar un relato con el mismo título, pero vamos nada parecido jeje no quedó ni finalista. Me gustan esos títulos de tópicos literarios. Pues lo dicho a saborear el placer de haber locutado tu propio relato es bonito.
Precioso texto rememorando el pasado.
Felicidades, Esperanza. Tierno y triste.
UN relato precioso y emotivo.
Saludos.
Precioso y justo ganador. Enhorabuena Esperanza.
Con que dulzura hablas del adiós, del echar de menos, del seguir amando a los que se van. Qué delicadeza, Esperanza.
Enhorabuena de nuevo, hermosa.
Bonito micro, esa caricia en el flequillo...
Muchas felicidades y bien merecidas
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