Rosa regaba todos los días las margaritas, aun cuando estuviera lloviendo. Mimaba sus violetas, las cobijaba de noche en casa y las sacaba de nuevo al sol por la mañana. A las azucenas les cantaba para que no se pusieran mustias y a las orquídeas les recitaba ripios que ella misma componía. Todo le parecía poco para sus flores de plástico.
NATURALEZA MUERTA
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Mis pinitos con la palabra
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4 comentarios:
Lo importante en este vida es tener una ilusión, algo que te haga levantar cada mañana y seguir, aunque sea de plástico. Lo triste es cuando no hay nada y te limitas a dejarte llevar por el paso del tiempo.
Besos
Yo creo que hay algo todavía más triste que es alimentar la mentira, la apariencia, la falta de esencia, por miedo a apostar por nuestra autenticidad, por nosotros mismos, por nuestra vulnerabilidad, asumiendo el riesgo de florecer hoy y morir mañana.
Por ahí van los tiros...
Gracias por pasarte y comentar.
Besos,
Hola Compañera.
Que triste y qué bueno a la vez.
Cuánta soledad destila el texto.
Un abrazo
ELENA gracias por pasarte y comentar. En cierto modo es un retrato de la soledad de aquellos que no atreven a vivir.
Un abrazo,
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