Altamar
ENCANTOS OCULTOS
A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias, me considera un cero a la izquierda, un torpe que estropea todos sus planes, por eso me esconde cuando llegan las visitas. El otro día, sin ir más lejos, me hizo pasar por una escultura hiperrealista apostada en el pasillo. Todo iba bien hasta que su ilustre invitada se empeñó en recorrer los pliegues de mi pantalón. Desde entonces viene todas las tardes a tomar el té en compañía de las más variopintas amigas y mi santa, aunque yo sea un patán, me exhibe encantada de haberse convertido en el centro de todas las envidias.
6 comentarios:
Genial. Me imagino a la señora pedantona y al mozo bien dotado. Si acaso, cambiaría realista por hiperrealista, que queda más pedante ;).
Elisa:
He seguido tu consejo, lo hace más visual. Gracias por pasarte y por tu aportación.
Un abrazo,
Te felicito.
Nos tenías tapada esta variedad tuya.
Y el toque, me parece muy adecuado.
¿Es la primavera?
Besos
No, es que una es muy versátil, aunque tu no lo supieras. Gracias por pasarte y comentar.
Besos,
Muy divertido, Esperanza. La imagen de la escultura es genial, muy potente. Tiene aires cinematográficos y entronca con el humor negro tradicional. Enhorabuena.
Abrazos.
Gracias Agus siempre es un honor recibir tu visita y mucho más, tu comentario.
Un abrazo,
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