-Ándate
con ojo, zagal, que merodea el lobo– le advirtió el labriego señalando el rebaño
de ovejas. Un brillo especial surgió en su mirada; entre balidos y confusión
cayó la primera; excitado por el olor de
la sangre, vino la segunda, las demás fueron pan comido. A lo lejos, el lobo
asustado contemplaba la escena detras de un árbol.
9 comentarios:
¡Que bueno, Esperanza!
Un micro que encierra instintos escondidos.
Abrazos,
Se pude escribir más grande pero no más claro, estamos rodeados de lobos con un hambre voraz que comen y comen sin contemplaciones.
Manera sutil para describir lo que acontece cada día.
Besos Esperanza.
Muy bueno, Esperanza. El auténtico "lobo" suele ser el que menos te lo esperas. Y está siempre ahí cerca, haciéndose el cordero...
Un abrazo.
Hola Esperanza, me ha gustado tu microcuento. No es para menos que los lobos reales estén asustados, no deben comprender nada.
Gracias, un abrazo
Esperanza, el cuento al revés o el influjo de la luna es como se explica el desenlace de este relato, donde nada es lo que parece y todo acaba teniendo sentido.
Esta frasecita a mí me inspiró poco, pero ya veo que a ti te cundió.
Un abrazo fuerte, Escritora.
PD: La VIII Microjustas han arrancado hoy.
Eso es darle la vuelta a la tuerca, pobre lobo.
es normal que esté asustado.
Me ha gustado mucho el cuento.
Besos, compañera
Qué buenísimo Esperanza!!!
Cuidado lobos que llegan los pastores!!!
Besos desde el aire
Me ha gustado tu forma de darle la vuelta a la historia.
Yo prefiero verlo como un cuento original.
Un saludo.
Muy bueno, Esperanza.
Nunca sabemos dónde está el verdadero lobo.
¡Estupendo micro!
Un abrazo.
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