LOS CELOS DE MI TOGA


Hace mucho que no le dedico palabras a mi toga, será porque sigo enfadada con ella, ese afán que tiene de ser la única en mi vida me saca de quicio.

Le he dedicado más tiempo que a nadie y todavía quiere más, en cuanto bajo la guardia se va apoderando poco a poco del hueco de mi familia y del mío propio. Desde que sabe que escribo anda chantajeándome con que corren malos tiempos para dejarla aparcada en el armario y me susurra constantemente al oído: “Sin mí no eres nadie”.

No puede soportar que a estas alturas, la comparta con un amor tardío pero intenso al que reservo mi ternura y mis instantes más cálidos.

“ A mi me debes todo lo que tienes” me reprocha oscureciendo aún más su negrura. “Es cierto, pero nunca podrás tener todo lo que soy” le respondo yo.

Nadie me ha hecho sufrir como ella, aunque hayamos vivido juntas momentos de éxtasis también hemos compartido las más oscuras tormentas.

Mi toga impone, inspira respeto, incluso temor, diría yo, pero os aseguro que debajo de ese negro y envarado ropaje se esconde un espíritu soñador en busca de la justicia que se muere de celos porque un intruso, saltándose todas las normas, haya conseguido aligerar mis alforjas y elevar mis pies del suelo.

15 comentarios:

Elisa dijo...

Pues déjala que rabie, Esperanza, y así podremos disfrutar de tus escritos. Y si se enfada, así disfrutaréis la toga y tu de las mieles de la reconciliación.
Un abrazo.

ESPERANZA dijo...

ja,ja,ja, eso pretendo, no te creas, pero no siempre es fácil ¡tiene un carácter...!

Un abrazo,

Rosa dijo...

Acaparadora tu toga...Dejalá en el armario unos días para que aprenda quién manda.

Abrazos desde el aire

ESPERANZA dijo...

ROSA no lo sabes tu bien lo acaparadora que es, no puedo nunca bajar la guardia.

Abrazos,

María Dolores Rubio dijo...

De vez en cuando le abres un ERE por horas (habrá que inventarlo) y a soñar... (Eso si cómo no sueñes escribiendo el truco nos dejará "in albis")...

ESPERANZA dijo...

DOLORES Ja,ja,ja, tienes razón no se me había ocurrido hacerle un ERE de reducción de jornada ¡gran idea!.

Un abrazo

Sucede dijo...

Hola Esperanza!!
qué miedo me da tu toga!! Yo desde luego no volvería a usarla, aunque es una imposición y sin ella no podrías hacer justicia... Os necesitáis me temo...
Abrazos!!

Elena Casero dijo...

hola compañera

quisiera yo tener algo tan importante en mi trabajo como para hacerle comentarios. Pero ..

Un fuerte abrazo

ESPERANZA dijo...

SUCEDE ya me gustaría a mi dedicarme solo a escribir y plegar la toga, pero me temo que no va a poder ser, tengo la mala costumbre de comer todos los días. Además, en el fondo la echaría de menos.

Un abrazo,

ESPERANZA dijo...

ELENA buena reflexión, en el fondo soy muy afortunada, lo se.

Ya me contarás tus andanzas por esos caminos de Dios.

Un fuerte abrazo, compañera.

Pedro dijo...

Aunque Espe se vista de seda, toga se queda. Y por cierto espero verte con ella puesta en alguna correria judicial, eso si como espectador.
Puedes mostrar artazgo de tu oficio, pero sino hubieras sido letrado que ñ hubieras hecho? no vale decir escribiente.

ESPERANZA dijo...

PEDRO Ja,ja,ja, buen jueguecito de palabras. y ¿que tendría de malo haber sido escribiente?.

En el fondo, tu y yo sabemos que no voy a dejar la toga, no se hacer otra cosa(rentable), je,je,je.

Un abrazo,

Don Serapio dijo...

No me da celos jajaja

saludos cordiales

Nicolás Jarque dijo...

¡Qué envidiosa es la toga, por Dios! Muy bien explicado esa relación toga-protagonista, en que la posesiva prenda quiere más y más, sin darse cuenta que así pierde y pierde.

Muy buen relato, un abrazo.

ESPERANZA dijo...

DON SERAPIO acabo de darme una vueltecita rápida por tu blog, hummm... me gusta, volveré.

Saludos,

ALBAJARA me alegro que te haya gustado, una relación tormentosa la de mi toga y yo.

Un abrazo,