JUSTIVIRUS


Damián padecía el mal del justivirus, en cuanto se ponía la toga, su espalda se erguía, su pecho iba un paso por delante y su palabra se convertía en eco antes de salir de la boca. El negro paño le hacía grande, las blancas puñetas, honorable.

Cuando no la llevaba, bajaba a los infiernos y para no quemarse, se refugiaba entre las piernas de esa negra abundante que un día se le ofreció en la esquina. Ella y la botella de whisky eran las únicas que le escuchaban sin rechistar.

Hoy la negra ha amanecido tiesa en el parque y ya han detenido a un sospechoso. Damián se pone la toga y no consigue recordar donde estuvo la noche anterior.

3 comentarios:

Ángel dijo...

¿Es el comienzo de algo?

Novela negra, que bien....

Besos

ESPERANZA dijo...

Es el comienzo de un micro que termina en "la noche anterior". Siento decepcionarte, pero no tengo previsto empezar ninguna novela, estoy en época de barbecho.

Gracias por comentar

Un beso,

Anita Dinamita dijo...

Me gusta mucho, la definición de cuando se pone la toga y la contraposición con cuando no la lleva... muy bueno, ese Dr. Jeckyll con Toga y Mr. Hide con negra.
Abrazos