LA OTRA MIRADA


Había llegado el gran día, hoy le quitaban la venda. En cuanto sintió los párpados desnudos tras la caricia de despedida de la última gasa, abrió los ojos. La claridad se confundía con un tropel de batas blancas que se amontonaban curiosas frente a su rostro. Parpadeó con cuidado, y miró hacia la pared, limpia en un instante y llena de sangre en otro. Miró hacia la puerta y vio un soldado disparándole una y otra vez. Giró bruscamente los ojos hacia la ventana, gimiendo de dolor y se encontró con la imagen de cientos de hombres hacinados y famélicos pidiendo auxilio. –Quítenmelos – gritó tapándose la cara. Uno de aquellos hombres con bata chasqueó la lengua – Hay que dejar de usar el banco de ojos de prisioneros para los trasplantes.

6 comentarios:

Brea dijo...

Me ha sorprendido no estoy acostumbrada a leerte en este registro, sin duda o por lo menos para mi muy impactante.

Besos.

Beatriz dijo...

Me ha sorprendido no estoy acostumbrada a leerte en este registro, sin duda o por lo menos para mi muy impactante.

Besos.

Pedro dijo...

Stephen King a tu lado un aprendiz. Jodo Espe voy a tener pesadillas.

ESPERANZA dijo...

Fíjate Beatriz que curioso, como a mi me llegan vuestros comentarios por correo electrónico, pensé que el tuyo era a la última entrada, a la de ¡YA ESTA BIEN!, no a esta.

¿porque impactante? yo creo que tengo más relatos de este estilo. Revisaré el historial.

Besos,

ESPERANZA dijo...

Buenas noches Pedro, seguro que algunas de tus reuniones sindicales dan más miedo que esto ¿a que sí? je,je,je.

Besos,

Elena dijo...

¡Qué cantidad de posts atrasados tuyos tengo pendientes!