EL SUSURRO DEL DUENDE (53ª entrega)

Alia

Laura empleó la mañana en leer sentencias del 11 de Marzo de 2004, acotó la búsqueda a las que incluían alguna alusión al Parque del Oeste de Madrid y finalmente se quedó con diez que releyó una y otra vez para discernir cual de ellas identificaba el sitio exacto de la tercera y última pista.

Bajo las escaleras en busca de Roberto que acababa de volver del mercado cargado de bolsas.

- Mira, creo que ya lo tengo. Me he quedado con estas dos sentencias que aluden al Parque del Oeste: Una es de un despido de un jardinero que cuidaba las rosas por trastorno mental, el Ayuntamiento le acusaba de hablar solo como si estuviera compartiendo conversación con alguien invisible y él se defendió con uñas y dientes diciendo que los seres con los que hablaba eran tan reales como las rosas que cuidaba.

La otra es de una anciana que iba todos los días al Parque con pan para dar de comer a las palomas y un día es agredida por dos skin-head que no la mataron porque alguien apareció cuando la estaban pegando. Salieron huyendo aunque fueron capturados por la Policía y alegaron que una especie de diablo les había echado un maleficio. Evidentemente nadie se creyó su versión. –

- Las dos sentencias se refieren a la Rosaleda Ramón Ortiz, además el mensaje del duende dice que reserve una rosa blanca que me hará falta –

- Pues vamos para allá- dijo Roberto

El movil de Laura empezó a sonar, pero ella no estaba dispuesta a contestar.

- ¿Por qué no lo coges? –

Laura contestó – No quiero hablar con él –

- No puedes estar huyendo toda la vida – le contestó Roberto.

Laura le miró y contestó la llamada: - Hola Luis –

(Continuará) ...............

1 comentarios:

Angel dijo...

Doy gracias porque cuando sonó el móvil de Laura, no fuese el oncólogo.

Este pequeño sinsentido, del que la autora está al corriente, se explicará en este blog, dentro de un tiempo.

Por si faltaba emoción a la novela, que no le falta.....