EL SUSURRO DEL DUENDE (46ª entrega)

Jorlo

El teléfono móvil de Laura tuvo que sonar una y otra vez para que ésta se despertara. Aturdida se sentó en la cama, buscando desorientada el origen del sonido que la había sacado de un profundo sueño. Tardó unos instantes en recordar lo que había pasado la noche anterior y miró al otro lado de la cama buscando a Roberto pero no lo encontró.

El persistente sonido de su móvil seguía recordándole que alguien tenía mucha urgencia en hablar con ella. Finalmente alcanzó el teléfono, un número que no conocía se mostraba en su pantalla. Pensó que tal vez fuera Luis que aburrido de que no atendiera a sus llamadas había optado por llamarle a través de otro número desconocido a ver si así respondía.

¿Y si era el comisario Vielva con noticias sobre Diana? . Tenía el teléfono sonando entre sus manos sin saber si atender la llamada o no, cuando Roberto apareció apresuradamente secándose por la puerta del baño – Está sonando ¿porqué no lo coges? –

Laura finalmente atendió la llamada. Al otro lado, una voz desconocida le preguntaba que si era Laura Semprum, -Si soy yo, ¿quién es? - - Soy Francisco Martí, el abogado de Arturo Hidalgo, mi cliente necesita hablar urgentemente contigo, compañera, de ahí mi insistencia -

- ¿Para qué? –

- No te puedo decir, sólo me ha pedido encarecidamente que vayas a hablar con él –

- ¿Dónde está? –

- Acaba de pasar a disposición judicial, está ahora en los calabozos de los Juzgados de Plaza de Castilla –

- ¿Y como quieres que vaya a verle allí? -

- Muy sencillo, te harás pasar por su abogada e irás allí para asistirle durante su declaración ante el juez –

- No entiendo nada – respondió Laura – Yo no defiendo los intereses del Sr. Hidalgo ¿por qué voy a asistirle yo en su declaración? –

- Porque ya he presentado un “habeas corpus” y es muy probable que le dejen en libertad, en cuyo caso, se podría entrevistar contigo en cuanto quedara libre, pero Arturo no quiere correr riesgos, y piensa que si por cualquier razón decretan su auto de prisión, sólo podría estar a solas contigo después de su declaración ante el Juez. Me ha transmitido que su encuentro contigo no puede esperar. –

- ¿Qué es lo que quiere de mi?-

- Enseguida lo sabrás, tienes que estar allí dentro de media hora. Llámame cuando salgas y comentamos. Suerte –

(Continuará )

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