CRONICA ESTIVAL

sapóthefrog

El verano transcurre de sobresalto en sobresalto, en este pequeño lugar perdido del mundo. Dos fallecimientos inesperados y casi consecutivos, además de atentar contra toda regla estadística, nos metieron el corazón en un puño. Cuando todavía no nos habíamos recuperado, un lugareño se cae en el monte y se organiza una operación rescate popular, que culmina con la evacuación del herido en helicóptero. ¡¡¡¡¡Cuanto susto acumulado!!!!!!!. Si se puede elegir, yo prefiero un verano más tranquilo, que para eso (entre otras cosas) me refugio en estas montañas.

Menos mal que todos esos momentos de tensión se compensan con momentos estelares e irrepetibles como los de ayer. La noche apareció sin luna, sin una nube en el cielo, plagadito de estrellas, no podíamos, por menos, que aprovechar la ocasión y decidimos alejarnos de las luces del pueblo y acercarnos al silencio y la oscuridad del bosque buscando un claro donde poder contemplar el espectáculo. Tras varios intentos fallidos, dimos con el sitio perfecto y nos abandonamos a la contemplación del firmamento.

Es difícil describir tanta belleza, millones de estrellas brillando en el cielo; Venus despuntando por el Noreste; la Via Lactea más presente que nunca, señalando el camino; las estrellas fugaces apareciendo y desapareciendo, queriendo jugar al escondite con el cosmos y nosotros, insignificantes espectadores de semejante prodigio, infinitamente diminutos ante tanta grandiosidad.

Solo basta contemplar el firmamento para descubrir que no somos nadie.

1 comentarios:

Ángel dijo...

Que envidia sana me dais...
Algunos ya hemos regresado, si bien es cierto que la ausencia de la mayoría de los urbanitas, hace más llevadero nuestro depresivo aterrizaje.

No sé si nuestras pilas estarán cargadas, pero relatos de los tuyos, hacen que recuperemos un poquitín de energía.

Seguid disfrutando....
Besos