EL SUSURRO DEL DUENDE (42ª entrega)

Teresa Mtz

Laura había decidido volver a la rutina diaria, reincorporándose al despacho. El tiempo transcurría y dedicar toda su atención y su energía a la ausencia de Diana la estaba minando por dentro. Tenía que volver a su actividad, lo tenía claro, no podía seguir en ese bucle en que el estaba inmersa. Roberto había aplaudido su decisión.

Antes de entrar en el portal del despacho respiró profundamente para tomar fuerzas, sabiendo que sería un día muy duro, dando explicaciones a todos, contando una y otra vez la desaparición de Diana, informando del estado de la investigación policial, pero era consciente que tenía que pasarlo. La primera parada fue con Damián, el portero, quien se interesó por todos los detalles y se puso a su disposición para lo que pudiera necesitar.

Su llegada al despacho aglutinó a todo su equipo alrededor. Muestras de apoyo incondicional y sincero, rostros apesadumbrados, palabras de ánimo. Finalmente el trago no resultó tan duro como esperaba. Sentirse querida y arropada le dejó un dulce sabor en el que se apoyó para iniciar la jornada.

Temía el momento del reencuentro con su socio, Esteban Herrera, las relaciones entre ellos se habían enfriado tras la decisión de Laura de comunicar el nombre de Arturo Hidalgo a la policía, como posible presunto autor de la desaparición de Diana.

Se acababa de sentar y encender el ordenador cuando Esteban entró a su despacho con gesto grave. Se acercó a ella, le dio dos besos que a Laura se le antojaron más protocolarios que sentidos y le preguntó como se encontraba.

- Me imagino que no lo sabes – empezó a decir Esteban mientras tomaba asiento lentamente – Han detenido a Arturo Hidalgo como presunto autor de la desaparición de Diana –

- ¿Cuándo?- preguntó Laura desconcertada.

- Anoche –

- Esta mañana me ha llamado su abogado a primera hora para comunicármelo-

- ¿Su Abogado? –

- ¿No pensarías que después de empujarle a los brazos de la policía, iba a seguir contando con nosotros? – El tono de respuesta de Esteban destilaba reproche y rabia contenida

Laura no salía de su asombro. En los últimos días había vivido tan entregada al juego del duende que casi se había olvidado de Arturo Hidalgo.

Marga llamó a la puerta y sin esperar respuesta entró: Está aquí Javier Vielva, Comisario de Policia, quiere veros a los dos.

(Continuará)

4 comentarios:

Beatriz dijo...

Felicidades, continuas sorpresas en tu novela hacen que no perdamos el interes en ella ¿verdad seguidores?

Besos.

ESPERANZA dijo...

Gracias, Reina, ya me estaba acostumbrando a contarmela a mi misma, lo bueno es que, aún asi, me divierte.

Besos.

Anónimo dijo...

EEhheee ?como que a ti misma¿cuidadin que aunque no escribamos en zona de comentarios la seguimos fiel mente.
Un saludo y sigue a si.
amp

ESPERANZA dijo...

¡Me reconforta saber que estais ahí!

Besos,