EL SUSURRO DEL DUENDE (32ª Entrega)

Teresa Mtz

-No puedes hundirte, no ahora, antes de que Diana aparezca, la policía está rastreando por su parte, y nosotros vamos a hacerlo por la nuestra. Vamos a esperar a que conteste e iremos viendo qué hacer, ¿te parece? – preguntó Roberto acariciando las manos de Laura entre las suyas.

- Necesito tu ayuda, estoy completamente bloqueada, no paro de darle vueltas a todo, me voy a volver loca, incluso he pensado que Luis ....... que su propio padre.........- la voz de Laura se ahogó en un desconsolado llanto.

- Aunque, por otra parte, tengo el pálpito de que esta viva - concluyó Laura en cuanto se repuso.

- Venga, vámonos a dar un paseo y despejarnos un poco – dijo Roberto tirando de Laura. –Te sentará bien –

Pasearon por la Casa de Campo disfrutando de la belleza del atardecer y repasando los mejores momentos de sus recuerdos en Loya. Durante varios minutos, Roberto consiguió que no hablaran de Diana, pero Laura no tardó en sacar el tema nuevamente.

- ¿Tu crees que ha podido ser el duende? Parece mentira que te esté preguntando esto, si yo no creo en los duendes – dijo Laura parándose en seco delante de Roberto.

- Puede ser, a los duendes les gusta mucho jugar........además después de la actitud de Luis la noche de la desaparición es probable que nuestro duende particular esté muy enfadado y si ha sido él quien se la ha llevado, nos va a hacer sudar para recuperarla. – respondió Roberto.

Era de noche cuando volvieron a casa. Chelo había dejado la cena preparada en el horno y se había ido. Durante la cena, Laura le relató a Roberto sosegadamente los detalles de su relación con Luis, los mejores y los peores momentos vividos con él, y cómo finalmente le había desterrado a los infiernos.

Cuando terminó de hablar, Roberto, acomodándose en su silla, le hizo una larga confesión :

- ¿Sabes?..... Me he pasado la vida amándote en silencio. Nunca te lo he dicho ...... cuando era un chaval por timidez, por miedo al rechazo.... pensaba que yo no merecía una chica como tu, eras demasiado para mi; después porque tu tenías una familia y yo otra, y así fue pasando la vida, contigo siempre a mi lado y siempre lejos, añorándote, deseándote, abrazando tu recuerdo......y ahora.......... que estoy aquí, contigo, sin barreras, sin obstáculos, juntos por fin, ........resulta que.... no he venido para ocupar el puesto que Luis dejó, no quiero eso...... estoy aquí en respuesta al grito de auxilio de una amiga del alma .

(Continuará)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Roberto.....uff esto se pone muy interesante, ?No se ira de vacaciones¿

ESPERANZA dijo...

No se que le pasa, pero no contabiliza el comentario en el blog, espero que no me empiece a fallar porque mis conocimientos informáticos dejan mucho que desear.