NORMALES Y RAROS

Imagen: Cremo

Mi masajista coreana es la bomba, es capaz de colocarte la espalda en un asalto y deshacerte las tensiones musculares con una simple aguja. Su palabra preferida es “genial”, y su filosofía de vida también lo es.

Mi homeópata mantiene que las emociones tóxicas generan a la larga más muertes que los accidentes de tráfico y que la mejor medicina para erradicarlas es el perdón.

Mi reflejoterapeuta sostiene que en los reflejos del pie se encuentran todas nuestras vivencias y memorias y que es necesario amainar los vientos del pasado para evitar las tempestades del futuro.

Mi profesor de yoga insiste en potenciar la consciencia y respirarla y sentirla en cada acto de nuestra vida.

Todos ellos pertenecen a lo que gustamos en llamar “terapias alternativas” y es que cuando alguien no se ajusta a los envarados protocolos sociales, es calificado o bien de transgresor, si ejerce con vehemencia su oposición a la normalidad social aceptada o bien de iluminado si desoye las pautas marcadas y contra todo pronóstico sigue los dictados de su corazón.

Según los criterios al uso, ellos son los raros y nosotros los normales. Fíjate si somos normales que, somos capaces de hacer varias cosas a la vez, eso sí, ninguna bien, porque nos falta impregnar de consciencia lo que estamos haciendo.

Nos atiborramos de ansiolíticos y analgésicos que nos ayudan a amordazar nuestra angustia y nuestro dolor, en vez de buscar dentro de nosotros mismos el origen de nuestro sufrimiento.

Desarrollamos distintas dolencias, úlceras de éstomago e infartos de miocardio, cuando las cosas no salen como queremos, perdiendo el control y olvidando que nunca lo hemos tenido.

Regimos nuestras vidas con la cabeza y no con el corazón no vayan a pensar los demás que nos hemos pasado a la categoría de “los iluminados” y seamos objeto de mofa y regodeo público.

¡Que queréis que os diga!, me siento mucho más cerca de mi entorno alternativo que del resto de los mortales, gran parte de los cuales, avanzan por caminos que no tienen salida.

¿Quiénes son los raros?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que lo “genial” es sentirse a gusto con uno mismo, crea en lo que crea y haga lo que haga por conseguirlo, sea alternativo o no, normal o raro y desde luego en ti , esto se refleja y se transmite.

P.D. Transmite a tu presunto psicópata que practique la “esperanzalogía”, seguro que le irá bien.

Besitos.

ESPERANZA dijo...

Estoy de acuerdo contigo, el objetivo consiste en estar a gusto con uno mismo.

No te pierdas al psicópata que todavía dará mucho juego, ya lo verás

Elena dijo...

¡Arrea! No sabía que existiese una reflejoterapia, aunque cada vez existe una mayor diversidad en estas "terapias" alternativas. Y fijándose bien, algunas te llevan sencillamente a los pequeños placeres de la vida, porque nos hemos olvidado de disfrutar de ellos. Y, a veces, algunas de las personas que ejercen estos oficios son más filósofos que terapeutas.

ESPERANZA dijo...

Todas estas disciplinas alternativas derivan de sabidurias ancestrales, que hemos echado en el saco del olvido. Buscando grandes verdades nos han pasado desapercibidas las pequeñas ¡grave error!

Elena dijo...

Sí, lo pequeño es muy importante, quizás lo más importante de la vida. En cuanto a lo ancestral... Tengo muchas dudas ahí. Lo ancestral es también lo primitivo. Y lo antiguo, por el simple hecho de serlo, no tiene por qué ser bueno.