COMO UN LAMENTO (38º entrega)

Imagen: Lanpernas 2.0

Ángeles sintió como la magia surgida entre los dos se rompió en mil pedazos y supo, en aquel preciso instante, que todo había sido un sueño.

Nacho intento recobrar la compostura sin conseguirlo del todo: -Perdona pero es que daba por hecho que tu sentías por mí lo mismo que yo siento por ti. -

-No des nada por hecho si no quieres sufrir un desengaño- dijo ella al tiempo que le hacía una seña al camarero pidiendo la cuenta.

Él jugando nerviosamente con los cubiertos le preguntó: -No estarás pensando en dejarme ¿verdad?-

Ángeles se pensó detenidamente la respuesta, empezaba a tener miedo de Nacho e intentaba evitar cualquier reacción violenta por su parte. Se armó de valor y le dijo: “No hay nada entre nosotros” y entonces comprobó aterrada como brotaba la sangre del puño derecho de él que apretaba con saña el filo de su cuchillo de carne.

Tenía que salir de allí, sacó de su bolso 50 € que dejó encima de la mesa y levantándose apresuradamente dijo: “Lo siento, pero me tengo que ir” . Ya salía cuando él le dio alcance agarrándola de un brazo: -Las cosas no son así ¿entiendes?, tu no me puedes dejar ahora tirado como una colilla-

Ángeles aterrorizada intentaba escaparse sin conseguirlo, mientras Nacho iba levantando cada vez más la voz –Todas sois iguales, no valéis ninguna una mierda-.

-Suéltame, por favor- pedía ella con un tono enérgico teñido por el miedo.

El maitre se acercó y con la excusa de que necesitaba su DNI para hacer el cargo en su tarjeta, se llevó a Nacho, nuevamente a la mesa, momento que Ángeles aprovechó para salir del restaurante.

Tomó el primer taxi libre que pasó y se alejó de allí sin mirar atrás.

Continuará..............................

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