OTRO DE MIS RELATOS


Lo reconozco, soy una escritora compulsiva, ¡que le voy a hacer!. En cuanto pinta la ocasión, me pongo a ello, con más pasión que técnica, todo sea dicho. Participo casi todos los meses en el concurso de microrrelatos que organiza el Consejo General de la Abogacía y la Mutualidad de la Abogacía. En la I edición del concurso, que terminó el pasado mes de Agosto, me seleccionaron un relato, y ahora en la II edición me vuelven a seleccionar otro.

¡Lo que son las cosas! No es precisamente uno de mis preferidos, en cambio, le ha gustado al jurado para concursar al relato ganador del mes. Las bases del concurso eran: relato sobre abogados, máximo 150 palabras y entre ellas tiene que incluir, obligatoriamente las siguientes: panfleto, plazo, resolución, ginecólogo, impuestos. El título sólo puede constar de tres palabras.

Aquí lo tenéis, a ver si os gusta y que gane el mejor:

MI SANO OFICIO


El ginecólogo opina que mis sofocos nada tienen que ver con mis hormonas. El médico de familia no encuentra causa física a mi mal, así que, una vez que la medicina ha confirmado que nada puede hacer por mi, no me ha quedado más remedio que someterme a una escrupulosa autoexploración que ha arrojado interesantes conclusiones, a saber: 1. Vivir enganchada a los plazos procesales perjudica seriamente mi salud, produciéndome cuadros de ansiedad y ahogos. 2. Las resoluciones judiciales desfavorables tienen en mí graves efectos secundarios tales como palpitaciones y sudoración fría 3. Cada trimestre, cuando Hacienda me hace pasar por taquilla con el pago de impuestos, mi mal alcanza su punto álgido. Una vez hecho el diagnóstico aplico el remedio: cambio de profesión, me voy a dedicar a repartir panfletos pro reforma radical de la abogacía, no será tan lucrativo pero, sin duda, es más sano.

2 comentarios:

Beatriz dijo...

Si de mí dependiera tendrías adjudicado éste y otros premios, la pena es que sólo puedas escribir 150 palabras ¡¡ellos se lo pierden!!

Suerte y que gane LA MEJOR.
Besos.

ESPERANZA dijo...

¡Me miras con buenos ojos! Hay más gente de la que te imaginas que son verdaderos genios en el uso de la palabra. También l@s hay que se manejan muy bien con el arte de escribir y que no acaban de arrancarse, es una pena ¿verdad?
Gracias de todas formas, reina.