GAZA.- LA GUERRA INTERMINABLE




En mi vida diaria busco el silencio porque en él encuentro la paz, ese silencio que se produce cuando consigo abstraerme de todo lo que me rodea y me sumerjo en mí misma.

Ese silencio del que hablo nada tiene que ver con el sordo silencio de la desolación, de la devastación y de la muerte. Este sórdido silencio es el que ahora inunda Gaza y salpica mi corazón impidiéndome encontrar la paz.

¡Cuánto dolor! ¡cuantas vidas destrozadas! ¡Cuánto odio! Todo por el derecho a ocupar un trozo de tierra.

El conflicto arabe-israelí es la madre de todos los conflictos y ha pervivido y se ha acrecentado a lo largo de los siglos como ningún otro, gracias también a la inestimable ayuda de las llamadas “grandes potencias” , que sólo actúan movidas por intereses políticos y estratégicos, que les llevan a destruir a aquellos a los que antes apoyaban. Eso si, son los primeros de la fila siempre en labores humanitarias. Ya sabemos que muchos prefieren crear al pobre para luego poder ejercer la caridad, dándole una limosna y así acallar sus malas conciencias.

Lo que está ocurriendo en Gaza es asunto de todos, y quiero aportar mi pequeñisimo granito de arena poniendo una vela y pidiendo desde este espacio que cesen los ataques contra el pueblo palestino, apelando a la memoria del pueblo israelí, reiteradamente perseguido a lo largo de la historia, para que no asuma el papel de verdugo e implorando que ambas partes en la contienda se den cuenta de que han emprendido un viaje a ninguna parte y rectifiquen el rumbo antes de que sea demasiado tarde.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Algún día el Occidente que hoy está ausente de Gaza, que hoy permite este obsceno abuso, tendrá que pagar por no haber hecho nada cuando pudo. Incluso es posible que ese día ya haya llegado. Algo similar sentí la primera vez que fui a África y vi el Hambre en directo. Más de veinte años después, como no fuimos capaces de crear riqueza en sus países, los continentes enteros de Sudamérica, Asia y África están viniendo a Occidente a buscarse la vida. ¿Qué decidirán los palestinos? ¿Cómo podrán olvidar semejante infamia en la que todos estamos participando?